Vestido de negro de pies a cabeza, portando unas botas con estoperoles; camisa nortea; gafas de sol y paliacate en la cabeza;

Andrs Calamaro sali al escenario del Auditorio Nacional el pasado sbado, para cumplir as con la nica fecha en la Ciudad de Mxico contemplada en su tour Bohemio 2013. El concierto estaba anunciado para las 8 en punto de la noche, sin embargo, El Salmn hara esperar al pblico mexicano unos cuantos minutos ms para saltar al escenario e inaugurar el recital con un clsico como Mi enfermedad, tema con el que la aficin se levant de las butacas instantneamente y core la cancin de principio a fin, dndole de esa manera la bienvenida al cantautor argentino. Una de las principales razones para ir a ver al argentino en su gira Bohemio, fue la expectativa generada en torno a la banda que acompaara al Salmn en esta ocasin, contando con una alineacin completamente distinta a sus visitas anteriores a territorio mexicano, eso exceptuando la presencia del guitarrista Julin Kanevsky, el cual ya haba pisado suelo azteca en un par de ocasiones. La nueva alineacin, conformada por cinco msicos, ms Calamaro, permiti a Andrs regresar al instrumento con el que se dio a conocer, el piano, instrumento desde el cual pudo dibujar la velada y tomar las riendas del Auditorio Nacional, no sin tomar por momentos su vieja Telecaster azul para tocar los temas ms distorsionados del setlist, el cual estuvo plagado de xitos de principio a fin, colmando la expectativas de los mexicanos asistentes. Para el pblico mexicano el concierto del sbado fue una prueba ms, una confirmacin de la vigencia de Calamaro en el gusto de la gente, un artista dueo de canciones sin fecha de caducidad, parte del imaginario colectivo latinoamericano. Para El Salmn, la noche del sbado fue su graduacin en territorio azteca, si bien ya se haba presentado en el Coloso de reforma anteriormente, esta fecha tena un sabor de boca diferente, no haba discos que presentar, ni era su primer visita al pas, el viejo Andrs vino a un pas que lo trata como si estuviera en casa, como si jugara de local.