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I Era otra oscura noche en Saint Rose. Ciertamente, no era una ciudad muy divertida.

Dicho de otro modo, careca de atracciones que pudieran tentar a cualquier don nadie a salir y arrasar la noche. Sin embargo, singulares sucesos surgan esa noche. Estos, ineludiblemente, podran ser producto de una pesadilla. Pero en este caso, la realidad no poda ser ms real. En un simple cuarto, en los suburbios de la susodicha y penosa ciudad, se encontraba este individuo. Un ser totalmente comn, sin ningn talento o caracterstica que sugiriese tenerlo en cuenta. Frente a su computadora, se encontraba Rayle. Simple y corriente, solo viendo lo que aconteca en alguna de las llamadas redes sociales. No haba mucho que contar. La vida de Ray, como todos lo llamaban, estaba tan vaca como el bolsillo agujereado al que siempre maldecimos. Solo pasaba sus das metido en ese penumbroso cuarto, ojeando cualquier novedad en el monitor de su aparato. Echando, a las perdidas, alguna mirada de reojo a su telfono celular, tan simple como l mismo. Cosas raras e inexplicables suelen suceder. As noms, de la nada y sin previo aviso. Momentos incmodos llenos de incertidumbre, en los cuales nuestros ojos no dan fe de lo que ven. Todos vivimos existencias vanas, ligadas totalmente a lo que nuestros sentidos perciben. Confiamos en ellos. Pero si hay algo que siempre olvidamos es que no hace falta que creamos en algo..para que ese algo exista.

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