Vernica Bujeiro (Mxico, Distrito Federal, 1976)

Aqu cabra confesar que mis antecedentes se sitan en la Lingstica y no en el Teatro. Fue tras una serie de accidentes afortunados que mis pasos se dirigieron al escenario y encontraron que no hay mejor lugar para evidenciar aquello tan extrao y a la vez familiar para nosotros como las palabras. Ms interesada en el qu se dice que en el cmo se dice, el teatro me ha dado la oportunidad de poner en evidencia la incapacidad/capacidad del lenguaje. Evidencia que ser clara all en donde se acaba la palabra y comienza el gesto. En el silencio y la pausa. En los dilogos que se dejan a merced de los puntos suspensivos. En la accin que libera el peso de lo que no se puede decir. Las palabras como males necesarios. nico vehculo de transporte, del cual se quiere prescindir en ocasiones porque no alcanza para decir lo que se busca, pero que al final es el nico capaz de conducirnos por la urdimbre de la vida y su repeticin. Jams dispuestas por ornamento, las palabras en el teatro me resultarn siempre la carretilla que lleve significados parciales e incompletos, como parte de una reconstruccin en donde siempre se vern los huecos. Vaco propio de las situaciones vitales de las que provienen y que se recogen celosamente cual accidente encriptado en esa especie de caja negra que es el texto final. El espacio del texto dramtico tambin me representa un lugar inslito en donde se suspende lo real y lo ficticio. Situacin inmejorable para un cazador de absurdos como lo soy yo. Antes enemigas, las palabras dentro de esa caza me resultan compaeras, incompletas y tullidas estarn de acuerdo conmigo, cantando a coro las cosas que no podemos proyectar en figuras completas. Si escribir es una pelea constante con las palabras por lo que no pueden decir, el gnero

teatral es para m a la vez un ejercicio de resignacin y dominio sobre lo indecible. El teatro como una tierra frtil de significacin.