Autopsia de Las Piedras

También podría gustarte

Está en la página 1de 5

autopsia de las piedras

L. Ana Canal

I- chasquidos del incendio

tachar los das del calendario: venganza parca sin que la letana termine de borrar este rostro de arcilla

ahuecar hasta que duela facciones precisas inolvidables

cada hoja de papel con su nervio insuficiente insuficiencia pulmonar, cardaca, crnica el sistema es un foco quemado o el metabolismo del oso bajo tierra

la esteca se estanca en la humedad demorada del susurro una especie de maquinaria ronca, lega, laxa que convive con medias y pantuflas bajo faldas solitarias

tanza oxidada, argucia corta de cicuta guardada un pual innecesario ahora que la muerte manda

pero hoy vuelven y quieren las personas especiales

una cena a su medida y no saben que toda la sal que cabe no viene ms que de las lgrimas

con la cabaa en perfecto orden de domingo y la poltrona a un costado, mece nombres que susurra el pndulo ancestral

lo necesario en la mesa una nana sbita se sube a mi voz mientras apronto plenilunios de quebranto

albahaca y cebolla maceradas con vinagre en la cermica a estrenar

pimienta y paprika repasadores blancos recin curados fuego en el hogar con palo santo cortado hace tres aos

del primer viaje a Kambshaya guardaba el ltimo ngel que hoy cocino para cuatro

cscaras de ajo, plumas escamadas y la no risa caen en la bolsa negra

luego de silencio

sin abrir ventanas para que no se enteren otros ngeles que nuestro tercer ojo los sabr ver maana

lgico que ninguno de los tres huele que no sern perdices al escabeche lo que entibie sus estmagos pero alaban lo que humea de la olla

II- esquirlas inesperadas

hay una hora exacta de cada tarde en el puerto en que un ngulo de la luz huele al beso que algn da voy a desnudar bajo el pretil csmico de tu cara

en las mangas de mi abrigo se demora tu risa sonmbula

y despus sube al cuello con sigilo de medusa a morder la yugular del pez con que recuerdo tus aguas

rascarse la barba sentado aqu en la recova entre pescadores, zorros y zahires alarga las horas ms que a tu sombra el atardecer

se aprendi la luna de memoria y los nombres de vacuos ros desfilaban por despeaderos onricos que la dejaban mirndose las rodillas llenas de polvo plateado

También podría gustarte