El trmino Barroco tuvo en su origen un carcter peyorativo, pero finalmente ha sido adoptado para definir el conjunto de rasgos propios

de la cultura de gran parte del siglo XVII. Se puede decir que en el Barroco se produce ms bien una continuidad y una evolucin de las ideas del Renacimiento . Algunos de los rasgos ms destacados de la literatura barroca pueden ser e l desengao frente al idealismo y al optimismo renacentista ya que durante el Barroco domina una concepcin negativa del mundo, que aparece ahora como caos, desorden y confusin. As mismo, la vida est ahora presidida por la idea de la muerte. Por otro lado, destaca la idea de la vida como sueo, teatro, apariencia, el mundo es un gran teatro donde cada uno debe representar un papel. El hombre barroco es un ser esencialmente desconfiado, y es que para sobrevivir en una realidad en la que las cosas no son como parecen es necesario saber manejarse. En relacin con esa desconfianza estara e l pesimismo barroco que puede manifestarse de muy diversas formas: mediante la angustia existencial, mediante la protesta o la stira, mediante una actitud estoica, mediante la evasin o la diversin. La literatura barroca tiene excelentes ejemplos de estas variadas actitudes. Literariamente, el Barroco es, en muchos aspectos, la continuacin de temas y formas renacentistas. No obstante, surge un espritu creador que presenta caracteres propios y definidos: Busca lo nuevo, lo original, lo sorprendente para excitar la sensibilidad o la inteligencia del lector, sustituye las normas clsicas de los modelos grecolatinos por una actitud individualista y caprichosa, tendiendo a la exageracin de la realidad literaria. Esa bsqueda de lo original provoca una tendencia a la artificiosidad y complicacin. Es primordial el cultivo del contraste el cual se manifiesta en el enfrentamiento de lo feo frente a lo hermoso, lo refinado frente a lo vulgar, lo cmico frente a lo trgico. Por su parte, el culteranismo y el conceptismo son las dos tendencias estilsticas dominantes en la literatura barroca espaola. No se trata de movimientos opuestos, pese a los duros enfrentamientos personales de sus defensores, sino que forman parte de una sensibilidad esttica general que persigue la originalidad.