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DI QUE S Le habl al vaco y su voz escuch, su presencia me enmudeci y experiment su grandeza.

Viv son escasez de silencios, llen con distractores mi vida, ningn momento estuve solo, no fue grato recordar su presencia. La experiencia etrea es reproche, es bofetada a la miseria, es un zape a la inteligencia, es para dosificarla estrictamente. As, me alej de los mares, rehu a los bosques, dije adis a la amistad y a la empata. Viv al da con da, confi en las mayoras, en el buen juicio y en la medicina. Heme al borde de la muerte, sequedad de la aridez extrema, penuria intelectual hija de la orfandad. Heme reinventndome, generando nuevos bros para hablar de nuevo al vaco, para dialogar con los serafines, para cortejar a las musas y poseer rincones virginales. Traigo del inframundo huestes convertidas: haraganes convencidos por la liturgia del trabajo, herejes revitalizados en sus doctrinas, mercenarios juramentados en la lealtad y Furias arrepentidas de su labor. Heme aqu hablndote al odo, tratando de que tomes la pldora roja: Quieres ser de los nuestros?

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