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Etnografias y antropologia de las CENCE . 5s awa dese s se eee o 80 IV. Campo y fuera de campo de la antropo- Jogia ....ca2-ngm eeu e ese baer ene 80 3. El trabajo de campo ....4+.++eeeeeeeeee 87 Ai, Laleetia ...,..csnmanguresar ewes cess 101 5. La escritura .. 107 6. Superar las falsas alternativas ..........-- 113 Conclusién Bibliografia INTRODUCCION La antropologia designa el estudio del hombre en general. Se divide en antropologia fisica —el estudio del hombre bajo su aspecto biolgico— y antropolo- gia social y cultural. De esta tkima, que aborda el modo en que las lenguas, as organizaciones econémicas, so- ciales, polticas y religiosas se desarrollan en el curso del tiempo, es de la que nos ocuparemos aqui. Dada la imposibilidad de abarcar este campo inmenso, he mos optado por mantener cierta concepcion, clasica y modema aun tiempo, de la antropologia. Clisica, porque las teorias del pasado nos han ensefiado cosas —a través, incluso, de sus errores—; moderna, por- gue la disciplina busca sus explicaciones en libertad, sin heredat los lugares comunes de una autotided tra- dicionel. Quisiéramos contribuir a demostrar que el con- junto de métodos, observaciones y anélisis de la an- tropologia puede ayudar a explicar la complejidad de ‘un mundo contemporéneo sumido en los movimien- tos contradictorios de la proliferacién de las diversi- 10 (QUEES LA ANTROFOLOGIA dades y la abolicidn de las barreras. La aportacién de la antropologia se basa, de entrada, en un método pri- vilegiado: el trabajo de campo de larga duracién, Ia observacién participante, la comunicacién directa con sujetos sociales que poseen una interpretacién propia del mundo, Por otta parte, su fecundidad epistemo- logica se fundamenta en una historia, que es también la de sus conceptos e hipdtesis teéricas, El estudio de dicha historia, con sus prolongaciones en auestras preocupaciones contemporineas, es esencial, porque todas las ciencias humanas se basan en presupuestos antropol6gicos, casi siempre implicitos y que sélo un trabajo de andlisis puede sacar a la luz. En esta obra —que aspira a ser préctice— trata- mos de poner en manos del lector los instrumentos que puedan ayudarle a comprender la diversidad del mundo actual. El objetivo tal vez parezca simple; el camino para alcanzarlo, sin embargo, no deja de estar sembrado de obstaculos: inflaci6n de las publicacio- nes, dificuktades de vocabulario, hermetismo de ciertas obras especializadas, El especialista no suele atender mucho a las preguntas del «gran publico», de modo que en una obra de divulgaci6n resulta dificil «tradu- cit» los trabajos eruditos sin tratar de hacerlos corres- ponder artificialmente con las expectativas de los lee- tores profanos. No sin razén, Jos antropélogos han creido su deber desarrollar un vocabulario especi zado; por lo que a numerosas definiciones respecta, sin embargo, no hun llegado a establecer un verda- dero consenso. Es posible que el lector no avisado y ansioso por asimilar un saber se sienta un poco des- vTRODUCCION n concertado ante este hecho, pero esta aparente inco- hherencia se explica por la naturaleza de la reflexi6n conceptual. Las grandes teorfas portadoras de verda- des definitivas no fueron sino utopias. Hoy estamos en condiciones de afiemar que la imagen de una llave ‘que abre todas las puertas ha sido reemplazada por la de una caja de herramientas donde cada uno rebusca su gusto y remodela cada instrumento para progre- sar a través de aproximaciones sucesivas. Un trabajo de investigacién casi siempre conduce, efi efecto, a ree- Jaborar los conceptos adoptados para hacerlos corres- ponder con las sutilezas de los hechos observados. A esta limitacidn se le suman otros factores, que dificul- tan la iniciacion en la antropologia: ademas de que el nimero de publicaciones ha experimentado un booi cn las ditimes décadas, también deben tomarse en consideracién las investigaciones de otras disciplinas, ya que la propia antropologia es, en si, una disciplina- encrucijada, Casi todos Jos términos que usan los antro- pélogos los utiliza también la gente de la calle, Nunca son «puramente eruditos» 0 «puramente técnicos», a menudo poseen una connotaci6n ideolégica. Sefiale- ‘mos, por otra parte, que el periodismo gusta de prac- ticar una parodia de la antropologia, recurriendo sin rigor alguno a nociones exdticas de forma irénica para designar un estatuto 0 una actitud en nuestra propia sociedad: se habla del «jeque del Collége de France», de la «casta de ex alumnos de la ENA», del Gran Maniti» de la televisi6n pablica, ete. ¥ por ti timo, conforme aumenta Ja atomizaci6n en especiali- dades, las fronteras externas de la antropologia se di- 2 QUES EA ANTROPOLOGIA luyen, en especial respecto a la sociologfa. El antro- logo se siente inducido a utilizar los métodos cuan- titativos de la sociologia y el socidlogo recurre con frecuencia a los métodos cualitativos apreciados por sus colegas antropélogos. Uno y otro busean com prender la concepcién que del mundo social constru- yen sus actores. La sociologia ha vivido una renova- cidn gracias a estudios coneretos desarrollados con Jos métodos cualitativos de la etnografia. Algunos so- cidlogos estan muy prdximos a la antropologia; algu- nos antropélogos cambian de terreno, pasan de Afri- cao la Amazonfa a Buropa. Atribuyendo un sentido a los objetos, las situaciones, los simbolos que les r0- dean, los actores construyen su mundo social. Otro punto de convergencia: el hecho social no es identifi- cado como un objeto estable, como creyeron los pr: metos etadgrafos empeftados en homologar tradicio- nes, sino como un conjunto de procesos que no cesan de evolucionar bajo la accién de los hombres. Es una tarea delicada el distinguir, entre una enor- me masa de libros y articulos, lo que hace falta saber de Jo puramente accesorio. ¢Es la opinién lo que cuenta? &Y qué opinién? ¢La del medio universitario? dLa del gran piiblico? Sin duda hay que hacer mucho caso de los textos que se citan con mayor frecuencia, pero los textos ignorados, los que pasan inadvertidos 0 han sido alvidados no son por ello insignificantes. La posteridad es mala consejera: una y otra vez redescubrimos en la bibliografia especializada trabajos que los criterios de apteciacién de su época no habian estimado en su jus- to valor. IwTRODUCCION B El arte de redactar una obra enciclopédiea en mi niatura, si se nos permite el oximoron, es cuestion de equilibrio y escala. $i nos mantenemos en el plano de las generalidades, perdemos la especificidad, que es lo is valioso del enfogue antropoldgico; si nos demora ‘mos en un caso particular, el érbol no nos dearé ver el bosque. Un «¢Qué sé» debe levantar ucta delo que a nuestro entender forma parte del saber compartido de Jos especialistas, exponiendo sus principales divergen: cias y al mismo tiempo tratando de eliminar los falsos problemas, El propio término de saber ocupa el centro de un debate, El filésofo Gaston Bachelard nos puso en guardia contra la divulgacién en su forma clasica, que siempre corre el riesgo de transmitir exclusiva mente unos resultados que se tienen por valores de. mostrados y consagrados. Lo que nosotros queremos no es tanto identificar un patrimonio comin o con: templar a vista de péjaro las culturas del mundo como tratar de proponer algunas herramientas intelectuales que faciliten su comprensién, Nos es imposible abor- dar el campo antropolégico en su totalidad, que se ex tiende hasta abarcar nada menos que la condicign hu- mana, Este librito no seri pues un diccionario, ni un Who's who, ya que en tan reducido niimero de pigi nas la empresa consistirfa en «danzar» unos cuantos nombres ignorando a todos los demés. Un elemental esfuerzo de honestidad nos obliga, por lo tanto, a de- jar entrever nuestras preferencias, permitiendo que se cigan algunas otras voces, CaPiTULo 1 COMPRENDER | EL MUNDO CONTEMPORANEO I. La CONFUSION DE TERMINOS Ennogtatia, emologia, antropologia: no es raro que Ja confusién de términos, tanto en textos especializa- dos como en escritos de divulgacién, pueda llegar @ desorientar al lector: Tratemos, brevemente, de poner algo de orden. La etnografia designaba en un princi- pio (finales del siglo x1X-inicios del xx) la descripcién de los usos y costambres de los llamados pueblos «pri- mitivos» y la etnologia los conocimientos enciclopé dicos que podian obtenerse de ellos. La etnologia, en summa, aparecia como Ia rama de la sociologia consa- grada al estudio de las sociedades «primitivas». En quella época, la palabra «antropologla» a secas se te- servaba al estudio del hombre en sus aspectos somati- 08 y biolégicos. Todavia hoy, en Estados Unidos, cuan- do se dice anthropology «a secas>, casi siempre se esté aludiendo al estudio de la evolucién biolégica de los seres humanos y de su evolucién cultural en el curso de la prehistoria. Numerosos departamentos siguen 16 QUE ES LA ANTROPOLOGIA agrupando la antropologia fisica, la arqueologia y la antropologia cultural, Pero, desde finales del sigho XIX, la expresion cultural anthropology designa las ense- anzas comparativas que pueden extraerse de la etno- stafia y de la etnologia, concebidas como la recolec- cin de datos y su anilisissistematico. Por su parte, los autores britinicos prefieten la expresién «antropolo- sia social» ala de «antropologia cultural, porque pri- vilegian el estudio de los hechos sociales y de las insti- tuciones. En la década de 1950, Claude Lév intro- dujo en Francia el uso anglosajén del término «antro- pologia» (aunque sin el adjetivo «cultural>) como ell estudio de los seres humanos en todos sus aspectos Como en Estados Unidos, el término destronaba, sin desterrarlo del todo, al de «etnologia». El éxito del estructuralismo, su impacto en las restantes ciencias humanas por una parte y los vinculos de la antropo logia con la filosofia y la sociologia por otra han he- cho que en Francia, cuando hoy decimos antropo- lopia «a secas», nos estemos refiriendo a la disciplina que trata la diversidad contemporiinea de las cualturas humanes, Esta acepcién presenta la ventaja de una mayor objetividad, dejando de lado la idea de un do- minio cerrado constituido por sociedades primitivas, inmovilizadas en una historia estacionaria, sin otro destino que el de reproducirse de forma idéntica 0 morin. Sefialemos, sin embargo, que el abandono del punto de vista etnocéntrico consistente en clasificar las razas y posteriormente las etnias o las sociedades en funcién de unos criterios que consagraban la su- Straus ‘COMPRENDER EL MUNDO CONTEMPORANEO 7 premacia de la civilizacién occidental ha logrado reha- bilitar el término de «etnologia». La remuncia ala di visisn «primitiviste» ha justificado a veces la amplia- ci6n, hasta abarcar al Hiamado mundo «moderno», del término «etnologia»; una etnologia concebida, pues, como estudio tedrico basado en una investigacién a pequeiia escala, en la inmersién prolongada de un in- vestigador en el campo de estudio, en Ia observacién participante y en el dialogo con los informedores, Es asi como a veces oimos habla: de etnologfa urbana, de etnologia de la empresa, de etnologia de lo préxi- mo, ete, Como conclusién de este ir y venir de denomina- ciones —cuya complefidad apenas nos hemos limitado a insinuar—, recordemos gue la antropologia como ciencia del hombre retine a la anttopologia fisica y a la antropologia social y cultural, Esta tkima, sinénimo de etnologia, se interesa por todos los grupos huma- nos independientemente de sus earacteristicas. Puede tomar como objeto de estudio todos los fenémenos sociales que requieran una explicacion a través de fac. tores culturales, TI. RETOS DELA ANTROPOLOGIA A diferencia de la mayorfa de los animales, el hom- bre no esta ligado a un entorno especifico: el plane- ta entero esti a su disposicidn y mediante su cultura se adapta a los distintos medios. Por sus determinacio- nes biolégicas es capaz de un amplio abanico de com- 18 (QUE ES LA ANTROPOLOGIA portamientos distintos, ya que no se desarrolla tinica- mente en un entorno natural, sino también, durante un prolongado petiodo de aprendizaje, en un medio social y cultural concreto. Decir que el hombre es un animal social es decir una trivialidad, pero debemos atender a las conclusiones metodolégicas de esta idea: Ja condicién humana sélo puede abordarse en térmi- nos de organizacién social. La antropologia ha demos- trado la intima solidaridad existente entre el cuerpo individual y la relacién social, la imposibilidad de pensar la enfermedad y la muerte en términos pura- mente individuales. Esta imposibilidad es también la de pensar al hombre en solitario; el hombre sélo se piensa en plural, ‘Toda reflexidn sobre el hombre es social y, por lo tanto, toda antropologia es también sociologia, El aprendizaje de rutinas, la adquisicién de habitos que se encarnan en las mentes y los cuerpos dispensan a los hombres de tenet que reflexionar y to- mar decisiones en todo momento. Muchos de nuestros comportamientos escapan a la representacién cons- ciente; sin embargo, siguen obedeciendo a unas reglas, a.una forma conveniente de comportarse en sociedad. Elsentido es incorporado y no representado. Tales au- tomatismos liberan a los seres humanos y les capacitan para las innovaciones, aungue, en el curso de la bisto- ria, pueden convertirse en una carga, si se transforman menos répidamente de lo que el contexto exigitfa. EL antropélogo estudia las relaciones intersubjetivas en- te nuestros contemporaneos, sean nambikwara, ara- pesh, adeptos de un culto del candomblé brasileio, nuevos ticos de Silicon Valley, ciudadanos de Jas nue- CCOMPRENDER EL MUNDO CONTEMPORANEO 1» vas ciudades, dirigentes de empresa o diputados eu- ropeos, Estas relaciones de alteridad y de identidad no son inmutables, se hallan en constante recomposi ci6n, La lengua, el parentesco y las alianzas matrimo: niales, la jerarquias sociales y politicas, los mios, los ritaales y la representacién del cuerpo expresan el tra bajo incesante de todas las sociedades por detinit lo mismo y lo otro. ¢De qué modo, en un lugar determi- nado, conciben unos y otros la relacién entze unos y otros? Tal es el verdadero objeto de la antropologfa, ya gue dicha relacién reviste necesariamente un sentido, revela relaciones de fuerza, es simbolizada. Indepen- dientemente de las preferencias te6ricas de los inves- tigadores, la especificidad del punto de vista antropo- l6gico reside en este interés central por el estudio de larelacién con el otro tal como ésta se construye en su contexto social. La cuestién del sentido, es decin, de Jos medios con gue los seres humanos que habitan un espacio social se ponen de acuerdo sobre el modo de representarlo y de actuar sobre él, es el horizonte de las actividades antropolégicas, Esta cuestién se em- plaza, asimismo, en el corazén del debate filosético con- tempordneo, que podriamos expresar como una ten- sién entre particularismos y universalidad, Sin duda los antropélogos de las primeras generaciones exage- raron la coherencia interna de culturas que concebian como mis homogéneas de lo que eran en realidad; lo cual no quiere decir, sin embargo, que les configuracio- nes correspondientes a una cultura o sociedad concre- ‘ta sean puramente arbitrarias. El antropélogo encuen- tra en ellas regularidades y puede, compardndolas con 20 QUE ES LA aNTRoPOLOGiA ottas, teorizar esas distintas claboraciones de sentido. Puede, por ejemplo, encontrar en los samo de Burki- na Faso una nomenclatura de los términos de paren- tesco ya identificada en los indios omaha de Nortea :mérica 0 comparar diferentes formas de realeza que han existido en el espacio y el tiempo Se ha discutido mucho la nocién de alteridad, que, en razén de los otigenes «exéticos» de la discipli na, podia parecer constitutiva del enfoque antro- poldgico, pero que mis bien consiste en una acti- tud mental propia del investigador, quien practica el asombro sistemético para interrogar a los hechos so- ciales, Este ejetcicio probablemente sea mas facil de practicar ev el extranjero, pero el asombro sistemiti- co habla més de las propias impresiones y tentaciones interpretativas que del efecto de extrafieza producido por el comportamiento de los ottos. El investigador debe cuestionarse sin cesar sus propios @ priori y co- locarse en situacin de aprendizuje, De todos modos se vera obligado a hacerlo, aun estando a dos pasos dle su casa, si se encuentra en un medio poco familiar El etndgrafo debe gestionat, por lo tanto, dos postu- ras contradictorias: negarse « acompaiiar sus obser- vaciones de unas ideas preconcebidas en funcién de su propia cultura, sin por ello dejar de mantener cier- ca distancia a fin de poner sus observaciones en pers- pectiva con informaciones procedentes de otros con- textos, La nocién de alteridad no ocupa el centro de la actividad antropolégica tnicamente porque ésta trate de la diversidad, sino porque es su instrument. El proyecto de una investigacién implica forzosamen- ‘COMPRENDER EL MUNDO CONTEMPORANEO a te una distancia entre el observador y su objeto (las personas a las que «estudia») que es preciso gestionar, Hemos de evitar producir exotismo seleccionando los indicios més pintorescos, pero, a la inversa, setia ab- sardo predicar Ia confusién entre el analista y su ob- jeto, Hoy ya no basta con familiatizarse con aquello gue a primera vista nos parece curios, ni con descu- brir la extrafieza agazapada en nuestros habitos mejor anclados, ya que una crisis del sentido afecta al plane- ta entero, y esa crisis se traduce por una apasionada aceleracién de las bisquedas identitarias, En un mo- mento en que las informaciones se transportan a velo. cidad clectrénica de punta a punta del planeta, cuan- do el propio exotismo se convierte en producto de consumo y hasta en capital politico, cada individuo se halla violentamente enfrentado a la imagen del mun- do, La concepeién dela persona humana y las relacio- nes entre el hombse y su eatorno no pueden permane- cer inalteradas por aplicaciones tan «turbadoras» como Ja agricultura quimica, los antibicticos, los organis- mos (vegetales y animales) genéticamente modifica- dos, las terapias genéticas, las investigaciones sobre el ADN, la clonacién, los tratamientos hormonales, los tmasplantes de érganos y la reproduccién asistida, Hace yamucho tiempo, y en todas partes del mundo, que los hombres se interesan por las diferencias de lengua, de uusos, de costumbres y de hibitos, pero hoy, en todo el Ambito planetario, se muestran cada vez més conscien- tes desu interdependencia y, por tanto, de sus diferen- cias y de la transformaci6n del mundo. Producen una antropologia espontiinea, que no tiene como meta el 2 (UE ES LA ANTROPOLOGYA conocimiento, sino la construccidn de una identidad, € incluso la expresién de una estrategia politica. Menos paradéjicamente de lo que pueda parecer, el proceso de globalizacién viene de la mano de un ascenso de las reivindicaciones politicas relativas a culturas o tradi- ciones étnicas, Individuos e instituciones elaboran teo- fas sociales integrando mas o menos explicitamente el vocabulario y las ideas de Jas ciencias humanas y te~ configuréndolos en funcién de las necesidades de sus, causas, Esta proliferacién de discursos identitarios, a menudo hibrida, a veces parédica, constituye para el antropélogo un nuevo objeto de estudio. Bachelard nas previno contra las categorias del sen- tido comin. En nuestros dias, ésias circulan, casi siem- pre de forma ecritica, en la prensa, que libremente toma préstamos de todas las modas del habla politica, artistica, social y cientifica. Se habla, por ejemplo, del retomo de lo religioso, tras la prediccién de un desen- canto del mundo; pero estd claro que los nuevos mo- vimientos religiosos, como el integtismo isldmico o el ‘evangelismo de los paises de Latinoamérica y Africa, poco tienen que ver con lo religioso tal como se pre- senté hasta la década de 1960, La expresién petiodis- tica «El mundo de la moda, de las finanzas, del depor- te, etc» es inexacta, pero cortesponde a una intuicién justa. Es inexacta porque esos mundos, precisamente, no lo son: viven en estrecha interrelacién, Pero acier- ta al situar los reflejos tornasolados de los mundos «construidos» en el espejo de una humanidad mas que nunca coptesente a sf misma. Los isolats culturales han dejado de sezlo, todos los espacios investidos y sim- CCOMPRENDER EL MUNDO CONTEMPORANEO 2B bolizados por el hombre se analizan en funcién de un contexio de ahora en adelante globalizado. Entre un cuarto y un tercio de Ja poblacién mundial vio el Mundial de fitbo! de 1998 por televisién. El nivel de vida de un campesino senoufo de Mali se decide du- rante la cotizacién en Bolsa del algodén en el metca- do internacional. Un canto grabado por el guitattista zairefio Mwenda Jean Bosco en Africa del Sur se con- vierte en un hit 2 3,000 km de alli, en Sierra Leone. La vida de los escolares de Kingston, Jamaica, depende de los pagos del Banco Mundial y del Fondo Monete- tio Internacional. Casi todos los pueblos de la tierra ven cémo sus condiciones de vida estén determina- das por decisiones tomadas lejos de su hogar. Exper mentan dominios econémicos, politicos y culturales ejercidos por poderes y fuerzas exteriores. Viven con- cretamente las consecuencias de fenémenos demo- grificos, biomédicos, ecolégicos, econémicos, polit cos que se les escapan, pero que les aproximan a otros grupos victimas de las mismas imposiciones. Sean pa- cificos (turismo, world music, movimientos culturales y artisticos) 0 penosos (chabolas, campos de refugia- dos, bandas, inmigracién clandestina, droga, prostitt ci6a), los nuevos tersitorios de la antropologia son de naturaleza hist6rica y cambian ante nuestros ojos. TIL. EL MUNDO CONTEMPORANEO. Lo que define a la contemporaneidad es el hecho de vivir en una misma época y de comparti unas re- 24 (QUE ES LA ANTROFOLOGIA ferencias comunes, Durante mucho tiempo los etné: logos creyeron viajar en el tiempo cuando en realidad estaban viajando en el espacio: creian reencontrar en las antipodas la imagen de sociedades antiguas. Era un mito, pero Ia idea de que una sociedad conereta podia permanecer al margen del movimiento general del mundo no tenfa nada de inverosimil. Hoy la no- vedad es que, con independencia del modo de vida de los hombres que habitan nuestro planeta, existen unas referencias compartidas. Tenemos nuestras re- ferencias locales, comprensibles en nuestro pequefio medio, pero también participamos de una cultura mundial, adosada a otras referencias, Para un antro- pélogo, Ia eleccidn del objeto de investigacién y la metodologia adoptada implican cierto arraigo en un entorno dado (el campo de investigacién), pero, al mismo tiempo, la investigaci6n no puede reducirse a Jas relaciones interpersonales in site, Estas, en efecto, encuentran, més alla del punto de vista interno, un segundo nivel de explicacién en el estudio de las de- terminaciones extemas: las imposiciones de orden geo- gnifico, demografico, econdmico, histérico, politico, institucional, etc. La descripcién minuciosa de los comportamientos humanos en su contexto histérico y cultural, por un lado, y la comparacién con otras for- mas en el tiempo y en el espacio, por otro, fundamen- tan la capacidad de andlisis propia de la antropologia. Por esta misma razén, la antropologia sobrepasa su. definicién misma en términos de objetos y métodos para desembocar en un auténtico proyecto intelec- tual, A través de la confrontacién de modelos, de nor- COMPRENDER EL MUNDO CONTEMPORANEO 2 mas, de esquemas culturales, de horizontes de pensa- miento, a través de su comparacién, su discusién, la idea es examinar una condicién humana en perpetua tedefinicién. La antropologia de los mundos contemporineos reconoce la pluralidad de culturas, pero también sus referencias comunes y las diferencias internas de una misma cultura. La cultura, si es que el concepto con- serva cierto valor operative, ya no se concibe hoy ‘como un saber compartido al cien por cien. En el seno de una misma sociedad coexisten, en efecto, una plu- ralidad de formas y el bagaje cultural de sus miembros varia segiin su estatuto social (edad, sexo, educacién, fortuna, profesisn, convicciones politicas, filiacién re. ligiosa, etc.), La nocién de aculturacién, tan popular a la antropologia para el gran piblico y que designa el conjunto de fenémenos resultantes del chaque en- tre dos culturas distintas, es engafiosa en tanto supo- ne de entrada dos conjuntos puros y homogénees. La de hibridismo, mis en boga en nuestros dias, no re suelve nada, todo lo contrario, con su connotacién biolégica. Los términos demasiado generales o dema: siado globales a menudo se manifiestan de poca utili dad. Si los antropdlogos necesitan el término sociedad para designar un sistema de vida comin, el propio término sistema puede inducir a error al sugerit un todo perfectamente integrado. Fl conflicto y el cam bio son, en efecto, elementas constitutivos de toda so- ciedad. La adopcién de una petspectiva sistémica no impide que se tome en consideracion la variabilidad y el cambio, ni el punto de vista de los actores. Son és- 26 (Qui ES LA ANTROPOLOGIa tas perspectivas diferentes que la antropologia necesi- ta, Los estudios realizados a diferente escala sobre un mismo objeto no se excluyen mutuamente, aunque un tnico investigador no pueda llevar a cabo simulta neamente uno y otro. Al emprender el estudio de las, diferencias y las especificidades, debemos evicar el es- collo consistente en aislar més o menos artficialmen- te en el seno de una sociedad unas subculturas, con sus propios valozes,ritos, folclore. Este error cudtura- {ista crea la imagen de una sociedad fragmentade, cons- tituida por una coleccién de comunidades donde cada una susurra o proclama a voz en grito su pretension a Ja verdad, La época actual se caracteriza, para cada individuo, por un vaivén entre el nivel local y el glo- bal. Un tendero de Nanuet, en las cercanias de Nue- va York, que es originario de Kerala, en la India, ba abierto un cine que exhibe dos peliculas indies cada noche, para permitir a sus 200.000 conciudadanos del niicleo urbano y alrededores permanecer en contacto con le cultura india. Para exponer brevemente los dominios de la an- tropologia, Ja respuesta a una pregunta simple nos su- giere un plan: zqué hace el antropslogo? El antropé- logo construye su objeto de estudio, elige un «tema» ligado a formas de vida colectiva. Se persona en el terreno para efectuar alli la investigacién emogrifica, que constituye el fundamento de su actividad, pero también debe leer, recorrer la literatura dedicada a ese objeto de investigacidn. Si emprende una investi- L. New York Times, 13 de diciembre de 1998, CCOMPRENDER EL NUNDO CONTEMPORANEO a sgacién, lo minimo es saber e6mo se han definido, his- téricamente, las problemiticas y los conceptos que utiliza, Por tiltimo, nuestro antropologo aborda la es- critura de los resultados de su investigacién. Es evi- dente que estas fases se interpenetran —el antropélo- 20 lee y escribe sobre el terreno—, pero nosotros ye tenemos nuestro plan: el objeto, el trabajo de campo, la lectura, la escritura. Captru.o 2 LOS OBJETOS DE LA ANTROPOLOGIA, 1. DELA ETNOGRATIA DE URGENCIA A LA ANTROPOLOGIA GENERAL La disciplina cambia; su objeto, también. En su perfodo clisico, la antropologfa se entregaba al estu- dio de pequefias sociedaces exéticas, atendiendo a su contexto inmediato, Estaba marcada por la etnografia de urgencia (salvage ethnography), quese ponia como prioridad la descripeién del estado de sociedades a punto de desaparecer frente a la expansién de la civi- lizacién europes. Hoy, con Ja consolidacién de la in- terdependencia econémica y politica, el espectacular incremento de la movilidad de las personas y la acele- racidn, todavia mas notable, de la circulacién de los mensajes, el contexto se extiende al planeta entero. Las personas, estén donde estén, tinicamente son lo- cales en funcién de una configuracién histérica con- creta,

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