Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En una tranquila ciudad de España vivía un famoso torero al que llamaban 'El Curro' y que tenía un
vecino chino muy simpático que no sabía pronunciar bien la erre. Una mañana, se encontraron los dos y
el chino le dirigió un cordial saludo:
A la semana siguiente lo mismo, y así una y otra vez. Muy enfadado, no pudiendo aguantar más, un día
Curro se fue al mercado y compró dos perros, pastores alemanes, y los entrenó para atacar al chino.
Cuando el vecino se acercó para saludarlo, Curro le echó los perros. Con mucha rapidez, el chino sacó
dos cuchillos de los pantalones y se preparó para defenderse de los perros. Curro, que se dio cuenta de
que el chino iba a cortar a los perros, pegó un silbido.
-¡¡¡¡Fiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
Esto se repitió varias veces, hasta que el vecino chino decidió poner una denuncia en la comisaría. El
comisario le preguntó:
Y el chino le respondió:
-Mile, señol comisario, mi denuncia es polque los pelos del Culo no me dejan caminal.
El chino respondió:
-Eso es lo que quielo hacel, pelo cada vez que los quielo coltal, el Culo silba y los pelos se van
pala adentlo' .