El extrao Antonio Almeda

Mas busca en tu espejo al otro, Al otro que va contigo

A. Machado

Si al pronto, en un instante sbito y doliente, imprevisible, y de tal belleza por su desmesura y, por lo mismo, no dudoso de que se repita nunca; en un instante, digo, alguien, alguno y por la calle, un hombre se detuviera, no por azar, sino por una sola causa, profunda causa que a mis ojos y que a mi corazn le hubiera sido adelantada; si fuera esto, un hombre, un hombre neutro, de los innominados que nunca vimos, que ni por asomo nos hablaron, ni nunca, esto que es el camino, tan fortuito, tan allegado algunas veces, tan encrucijada, lo hizo coincidente; si tan lejano ser, de faz, de rasgos sin seal amiga, sin otra cosa que los ojos, que la sola mirada fuera el encuentro, y clavando los pasos me mirara, y mirndole yo, y mirndole a mi manera yo algo ocurriera, algo crujiente y bello, algo ocurriera de luciente y mudo -as el desgarro de tormentas lejos,

al horizonte de los mares-, y por la fuerza del encuentro.

Algo sucedera. Algn empuje mayor