Está en la página 1de 1

Yo solo tena 6 aos cuando te conoc. La sangre no nos una, pero nuestras familias si lo hacan.

Nos criaron como primos, aprendimos a llevarnos bien y a querernos como hermanos. A mis 15 aos fue cuando me empec a enamorar de ti, tenerte tan cerca todo el tiempo hizo que despertaran sentimientos en m. Te vea todos los das, platicbamos, jugbamos, reamos sin parar todo era simplemente perfecto. Las cosas se fueron dando y as nos fuimos enamorando. Entre nosotros haba nacido algo especial pero contrselos a nuestras familias nos haca dudar. Y qu dirn? Qu pensaran de esto que entre nosotros sucedi? Esas preguntas siempre estaban en nuestras cabezas cuando a escondidas nos veamos. Decidimos esperar, esperar el momento apropiado para contarles lo que nos haba pasado. El tiempo transcurri y dos aos pasaron, por fin haba llegado el momento de contarles la verdad. La respuesta fue sorpresiva, llenos de alegra nos felicitaron y nos dieron la bendicin, tanto miedo tenamos de su reaccin y cuando al fin lleg el momento, que fuera esa la respuesta, desde cuando lo hubiramos contado. Ya con el permiso de nuestros padres, nuestra relacin se hizo ms fcil. Pero que inesperado fue lo que entonces sucedi, tres meses despus te fuiste a EU por el trabajo de tu papa, y decidimos terminar. No era que ya no nos quisiramos, pero no nos queramos atar. Atar a una relacin que tal vez ya no tenia futuro. Hoy han pasado 3 aos ya, y t an no has regresado, por ti mi amor no a cambiado y t sigues sintiendo lo mismo por ti. Tal vez algn da volveremos a estar juntos, pues mientras el amor no muera, yo creo que an lo podemos intentar.

También podría gustarte