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Toda vestida de blanco, almidonada y compuesta, en la puerta de su casa estaba la nia negra.

Un erguido moo blanco decoraba su cabeza; collares de cuentas rojas al cuello le daban vueltas. Las otras nias del barrio jugaban en la vereda; las otras nias del barrio nunca jugaban con ella. Toda vestida de blanco, almidonada y compuesta, en un silencio sin lgrimas, lloraba la nia negra. Toda vestida de blanco, almidonada y compuesta, en un fretro de pino reposa la nia negra. A la presencia de Dios un ngel blanco la lleva; la nia negra no sabe si ha de estar triste o contenta. Dios la mira dulcemente, le acaricia la cabeza y un par de alas blancas a sus espaldas sujeta. Los dientes de mazamorra brillan en la nia negra. Dios llama a todos los ngeles y dice: "Jugad, jugad con ella".

Toda vestida de blanco, almidonada y compuesta, en la puerta de su casa estaba la nia negra. Que estaba vestida de blanco tenia la ropa muy arreglada y ordenada, estaba en la puerta por que las otras nias no jugaban con ella. Un erguido moo blanco decoraba su cabeza; collares de cuentas rojas al cuello le daban vueltas. Tena un moo ordenado que decoraba su cabeza, tena un collar con cada una de las piezas rojas que le deban vuelta a su cuello. Las otras nias del barrio jugaban en la vereda; las otras nias del barrio nunca jugaban con ella. Que las otras nias del barrio jugaban en la vereda y nunca jugaban con ella por el color de su piel. Toda vestida de blanco, almidonada y compuesta, en un silencio sin lgrimas, lloraba la nia negra. Que con su ropa blanca ordenada y arreglada, ella lloraba en silencio sin lgrimas porque ningunas de las otras nias jugaba con ella.

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