Está en la página 1de 1

Adviento: esperanza que transforma

Harold Segura

Viernes 21 de diciembre

Da 20 Saltar de alegra
Pero, cmo es esto, que la madre de mi Seor venga a verme? Te digo que tan pronto como lleg a mis odos la voz de tu saludo, salt de alegra la criatura que llevo en el vientre. Dichosa t que has credo, porque lo que el Seor te ha dicho se cumplir!. Lucas 1.4345 - NVI

La alegra no ha sido una virtud acentuada por la pastoral cristiana. Ni la liturgia, ni la teologa (que es otra forma de liturgia) la han reconocido con toda su magnitud. Por el contrario, en muchos casos, hablar de fe es llamar a todo lo que contradiga la alegra: el dolor sacrificial, la ascesis y el desprendimiento de todos los placeres terrenales (todo lo que produzca alegra). No ha sucedido as por muchos siglos? Para los antiguos griegos existan tres virtudes que contribuan a la formacin de un ciudadano perfecto: la justicia, la fortaleza y la templanza. Platn aadi una ms, la prudencia. Despus la fe cristiana, siempre interesada en entablar dilogos con las filosofas de su momento (en este caso con los estoicos), consider que esas cuatro virtudes morales eran las que contribuan a desarrollar una vida bienaventurada. A las virtudes anteriores se agregaron despus tres virtudes teologales (porque se refieren a Dios): la fe, la esperanza y la caridad. Pero, ni las virtudes cardinales, ni las teologales incluyeron la alegra. La dejaron afuera, quiz por considerar que un aspirante a la santidad deba ser circunspecto y conducirse con sobriedad y decoro. Incluso los viejos monjes llegaron a discutir acaloradamente si Jess se ri alguna vez. Pero, acaso es posible vivir cristianamente sin disfrutar y expresar la alegra? Juan el Bautista, desde el vientre de su madre Elizabet salt de alegra (1.44).

Para seguir pensando: Segn sea el concepto y la experiencia que cada cual tiene de Dios, as ser su vida cristiana, concretamente en cuanto se refiere y afecta a la alegra que se disfruta o, por el contrario, a la tristeza que se soporta, por ms que a esa tristeza le pongamos el piadoso nombre de resignacin cristiana.

Jos Mara Castillo (telogo espaol) Oracin: Para que haya en nuestro continente cada vez ms buenas y justas razones de alegra para todos los pueblos y que las personas cristianas seamos las primeras en dar expresin pblica de ella.

También podría gustarte