Parfrasis 2

Libro: LA SOMBRA DEL VIENTO Autor: Carlos Ruiz Zafn Parfrasis escrita por: Omar S. Daz Tepepa 2 B Los das pasan al igual que mi niez, se alejan y nunca volvern; el regalo de cumpleaos que me dio padre fue esa pluma del escaparate; la pluma del artista del papel, del creador de historias, la pluma del escritor edicin de lujo que tanto ped desde que la vi en la tienda bajando la colina. Hoy le he acompaado al caf, a conocer a sus amigos y colegas; gente que da vuelo a las palabras, algunos narcisistas, otros socipata y alguno que otro amo de la lengua!; pero, el nico cuyo nombre resalta y me interesa es Gustavo Barcel, un hombre de grandes cualidades lingsticas, Con bastante dinero y claro la biblioteca privada mas grande de Barcelona! Al llegar mi objetivo era empezar una platica con Barcel; es una persona de gran sabidura pero apenas y sabia poco de Carax incluso, me conto que ese libro era el nico del que haba odo pero que leyendas contaban de que existan otros, obviamente nicos ejemplares de historias de su autora. Al acabar la pltica me hizo una invitacin para visitar en otro momento su biblioteca y hablar un poco mas sobre el autor fantasma, cuyo apodo haba asignado a Julin Carax. Los das pasan como la arena en un reloj; lentos casi inmovibles pero el da ha llegado hoy visito a Barcel y tendr el honor de entrar a su biblioteca!, casi no contengo la emocin al estar frente a su casa, toco el timbre y me recibe la Bernarda la sirvienta de Barcel, una dama que segn Fermn es lo mas bello del mundo . AL entrar conozco a clara la sobrina del dueo de la mansin y creo que congeniamos de inmediato, tanto que el hecho de que ella viva en las tinieblas por la realidad de ser ciega de forma literal, no creo impedimentos creo que ambos observamos con el alma! Mi visita a la Mansin Barcel fue como la vida misma algo inexplicable!, creo que no volver en un buen rato, pero, como todo sacrificio tienen resultado, he conseguido mas informacin de Julin y creo tener la siguiente pista para armar el rompecabezas que fue su vida; en los prximos das convencer a Fermn de que me acompae al cementerio de los libros olvidados a hablar con el cuidador del lugar, porque mi intuicin as me lo pide.