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Cuenta Cuentos SALVAT Fascículo (9) \
Serafin Migadepan, Lily y el canguro (Lily y los cazadores), Minuto el bufon y el castillo desaparecido, El reino del reves, Abdula y el genio, ¡Que viene el lobo!, El flautista de Hamelin,
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Serafin Migadepan, Lily y el canguro (Lily y los cazadores), Minuto el bufon y el castillo desaparecido, El reino del reves, Abdula y el genio, ¡Que viene el lobo!, El flautista de Hamelin,
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Serafin Migadepan, Lily y el canguro (Lily y los cazadores), Minuto el bufon y el castillo desaparecido, El reino del reves, Abdula y el genio, ¡Que viene el lobo!, El flautista de Hamelin,
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UNA COLECCION DE CUENTOS PARA MIRAR, LEER Y ESCUCHAR.crafin Migadepan era muy bueno.
Parecia que no podia ser tan bueno.
Nunca hacia ruido.
Ayudaba a las ancianas a cruzar la calle. Bebia
zumo de ciruelas porque era sano y se lavaba
por lo menos dos veces al dia sin que nadie
tuviese que decirselo. Su cuarto estaba siempre
ordenado y en el colegio sus profesores
pensaban que era maravilloso.
Serafin es un angelito, éverdad? —decia su
mama
Las madres de los otros nifios respondian:
-Si, un angelito.
Pero en secreto pensaban: “Este nifio es un
reviento”.
Un dia, a Serafin empezé a dolerle la
espalda, Bueno, por el momento era s6lo un
picor. Intenté rascarse, pero no alcanzaba con
la mano.
‘A la hora de acostarse, dio las buen:
noches a su madre y a su padre y se dirigié a
su habitacién. Mientras se ponia el pijama, vio
sus hombros reflejados en el espejo. Tenia dos
grandes bultos rojos!
Aquella noche no consiguié dormir mas
que acostado boca abajo y a la mafiana
siguiente su pijama le resultaba demasiado
estrecho. Se mir6 de nuevo en el espejo y vio
que le habian crecido idos pequefias al:
La cosa fue a peor. Mientras se lavaba los
dientes (cepillando de arriba abajo,
naturalmente, no hacia los lados) una luz
deslumbrante centelleé sobre su cabeza y toméla forma de una aureola. Serafin se estaba
convirtiendo en un angel.
iPobre Serafin! Las alas abultaban debajo
del jersey y la aureola le producia dolores de
cabeza,
“No quiero ser un angel”, pensaba.
“Pareceré una nifia paseandome por ahi con
un vestidito blanco, Ahora ya no me quieren
mucho. Cuando me haya conyertido en un
Angel con alas y todo, nadie me dirigird la
palabra.”
Se puso la cazadora para disimular las alas
y estird bien la capucha para esconder la
aureola.
Pero cuando entregé los deberes (a su
tiempo debido, como de costumbre), sintié
que sus alas crecian y largas plumas blancas
se asomaban por debajo de su cazadora. Sélo
habia una solucién para no convertirse en un
angel: hacer algo realmente malo, cuanto mas
malo, mejor.
Serafin, querido, quitate la cazadora ~dijo
Ja profesora, al tiempo que dirigia una tierna
sonrisa a su alumno predilecto,
Serafin carraspeé nerviosamente.
=No ~dijo.
La profesora no podia dar eré
oia.
~iSerafin! -dijo con firmeza-. iQuitate la
cazadora!
-iNi hablar! No me da la ga
vieja estpida, no puede obligarme!
una mueca de burla.
stante, una pluma se desprendié de
ito a lo que
Se cifié la cazadora y se fue corriendo de la %
clase y del colegio, hasta la calle. Se par
delante del cuartel de los bomberos y con una
tiza dibujo en el muro una caricatura de su
maestra. Debajo escribié: “Ser malo es
maravilloso” y “La maldad es estupenda”.
Cuando se fue a la calle de las tiendas, dejé
tras si tantas plumas blancas que se hubiera
podido Ilenar con ellas una almohada
Aquello no le gustaba nada. Ser malo
resultaba pesadisimo para un angelito como
Serafin.