Está en la página 1de 11

LAPANTERA DE SO

RYSE

Alelandría, puerto de Egrpto. Pa


ís de prrámides, camellos,¡ndus-
t¡iales y gue¡re¡os. Una ciudad
confuss, pero seductoramente
hermosa. Un lugar donde se ne-
cesite dinero pa¡a sob¡evivir. O
mucha astucia.
(Ateiand¡ía, IB tierra de Nh¡v-
sé. Sin p¡oponérmelo he ve-
nido a garar aquí, Esto es u-
ne p¡edestinación de los dio
ses...)

3ü)'{[.
iPor Alá! ¿Has cont¡atado ¡Seque la mano de
una nueva bailarina' Sha_ AUíI

Antes que nada quie


ro adve¡tirle algo,
Todavía tengo dieci
siete.

¿Cuánto había dicho


por semana?
Era el siseo de
aquellas sedas,
Eta esa caden-
ciosa y seduc-
tora figura a-
Íavesada pof
las luces de co
lores.

...'./
(,
t/

Pe¡o atBo uamó la atención


Ce la muchacha' Algo en la
entrada del local. Un hom-
b¡e.Un homb¡e alto,de fue!
tes espaldas y un cuidado ca
bello rubio. Un toque de luz
entre esos tu¡bantes engra
sados y oscuras melenas...
¿Qué me cuenta oe la nue- ¿Trajo los diamotltes?
va bailarina, Ven Huitzen-
Oh, no c¡eera que soy
tán ingenuo. Daría mi
mano derecha a que us
ted tampoco trajo el
dine¡o.

Me gusts usted, ¿sa Primero quisiera ver


be? Y sé que juntos dinero. Usted compren
h&¡emos g¡andes ne de¡Á que no se puede -
gocios. ¿Dónde tiel co¡¡e¡ ¡iesgos en este
ne los diamantes?

Yemal deja de son¡eír, pe¡.o debe despedirse con dipLornacia.

Habitacióo quinientos cuat¡o


del hotel Monumental. Bús-
(Hnm... están habtando del hombre alto..,)
¿HoIa? ¿Hotel Monum
ouiero hablar con el cua¡to
qurnientos cuatro. ¿Cómo di- - -:' ,.:\ _ - -:
ce? ,:Que aún no ha ltegado?
Entonces déle este mensaje;
ItLo llevsn ! una tramPa'r.

Qud curioso. tú querías


hablar con alguien que
nosotros conocemos muv
bien. Y está mal que le
cuentes esas cosas a
nuestro amigo..,

'i
ai vez tengas info¡me Yo.., No se'[ada...
ción valioss" Tal vez se Ni siquiera Io co'
pas dónde Van Huitze;
oek esconde sus joyas.
Yo me encarga¡é de ella' (Dios...¿En qué Ío me
he metido?)

ñg

Avise aI señor van Dice el seño¡ Van Huit-


Huitzen-Koek que zen-Koek que puede su-
Yemal ha llegÉdo, bir.

Lr¡
Las piedras tintinean en un relámpago de hielo, Son g¡a¡!
des, hermosas y pe¡fectas.
Me pa¡ece rngy deshg
\}AJ
nesto de su DArte. Ye
- l.tt, \ .\-
mel. No enc;nt¡;á
nada más oue esos di;
mantes, Lléveselos, -si
eso Io hace feliz,
\\. f
'l i
ts:.
--
á"

Fue usted muy ar¡iesgado Es que no estaba sesuro


al pedirnos que esperÉra- hosta el riltimo mo;en
mos. Pod¡ísn habe¡¡o ma- to. Hicieron muy bien -
su trabajo, caballeros.

/t'.'4'-

='\
Lo sé. Dijeron que había rq
mado una muier. Jamás se
me ocufió que podías ser tú.

il'-"
i\.'
\r\
i'l
\,
-I .-t

Y ella se deia Ileva¡ por el


hombre alto y rubio. No lo
conoce. Pero ya
10 AmAtA pata

También podría gustarte