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EL JUEVES SANTO, alli en el cenaculo, Jestis celebré la ultima cena con sus discipulos. iCuanta intensidad de amor se viviria en aquel Ultimo encuentro! Jestis significéd su entrega Tavandoles los pies, y les dejé el signo de su presencia amorosa para siempre: el pan y el vino de la Eucaristia. Es lo que hoy nosotros recordamos y repetimos. ORACION, Sefior Dios nuestro, nos has convocado hoy (esta tarde) para celebrar aquella misma memorable Cena en que tu Hijo, antes de entregarse a la muerte, confié a la Iglesia el banquete de su amor, el sacrificio nuevo de la alianza eterna; ‘te pedimos que la celebracién de estos santos misterios nos lleve a alcanzar plenitud de amor y de vida. Por nuestro Sefior Jesucristo. Primera lectura. Con una comida ritual celebra Is- rael la pascua, el paso que les abrié el Sefior hacia la liberacion, €XOD0 12,1-8.11-14 En aquellos dias, dijo el Sefior a Moisés y a Aarén en tierra de Egipto: Este mes sera para vosotros el principal de los meses; Sera para vosotros el primer mes del afio. Di a toda la asamblea de Israel: el diez de este mes cada uno pro- utara un animal para su familia, uno por casa. Sila fa- mmilia es demasiado pequefia para comérselo, que se junte con el vecino de casa, hasta completar ef numero de personas; y cada uno comera su parte hasta termi- nario. Seré un animal sin defecto, macho, de un alto, ccordero 0 cabrito. Lo guardareis hasta el dia catorce del mes y toda la asamblea de Israel lo matard al atardecer. Tomareis la Sangre yrociareis las dos jambs y ol diel de la casa donde lo hayais comido, Esa noche comeréis la came, asada a fuego, y comeréis anes sin fermentary verduras amargas, © lo comeréis asi: la cintura cefiida, las sandals en los pies, un baston en la mano; y os lo comeréis a toda Bsa, porque es a Pascua, el Paso del Senor. 0_pasaré esta noche por la tierra de Egipto y heriré a fodos los, primagenitos de pais de Epiplo, desde los hombres hasta los ganados, y me tomaré justicia de to- dos los dioses de Egipto. Yo, el Seftor. i Lasangre serd vuestra sefial en las casas donde habitdis. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo ante vosotros, ino habra entre vi plaga exterminado-ra, cuando yohieraal pats de Eaot. ‘sera un dia memorable para vosotros y lo cele- braréis como fiesta en honor del Sefior, de generacion en generacion. Decretaréis que sea fiesta para siempre. Salmo responsorial El céliz que bendecimos es la comunién de la sangre de Cristo. Segunda lectura. Con una comida, cotila eucaristia, ccelebramos los cristianos la pascua. Pablo nos recuerda esta tradicién que arranca del mismo Jestis. 1 CORINTIOS 11,23-26 Hermanos: Yo he recibido una tradicién, que del ‘ory que a mi vez os ie rans Hue ol Senor lestis, en la noche en que iban a entregarlo, I, pronunclando la accion de gracias lo party ajo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mia Lo mismo hizo con ei céliz, después de cenar, diciendo: «Este caliz es Ja nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto, cada vez que lo bebais, en memoria mia.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis de te cal, is la muerte del Sefior, hasta que v Evangelio. Antes de colmar su amor a los hombres en la cruz, Jesas nos da su tltima voluntad: que nos amemos. JUAN 13,1-18 Antes ig fiesta de la Pascua, sablondo Jods que habia llegado la hora de pasar de este mundo al Pat habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amo hasta el extremo, Eslaban cenando (ya el dablol¢ habia metido en la cabeza a Judas Iscariote, el de Simén, que lo entregara) y_Jests, sabiendo que. el Padre habia puesto todo en sus manos, que venia de Dios y a Dios ola, ge levanta de la cena, se quia el manto y, tomando una toalla, se la cifie; luego echa agua en la Jofaina y se pone a lavarles los pies a los discipulos, ‘secandoselos con latoalla que se habia cenido. ego a Simon Pedro y este di “Seftor, Zlavarme los pies tia mi? . Jestis le teplicé: -Lo que yo hago, ta no lo entiendes ‘comprenderés mas tarde. ro fe dijo: -No me lavaras los pies jamés. desis le contesto: ; Sino te favo, no tienes nada que ver conmigo. Simon Pedro le dijo: -Sefior, no sélo los pies, sino también las manos y la cabeza. Jesiis le dijo: ' 4 {Une que sha bafado no,necestalavarse mas que os pies, porque todo él esta limpio. También Vosotros’ estas impios, aunque no" todos {Porque sabia quién lo ibaa entreger, por eso dijo: «No todos estais limpios»). Cuando acab de lavarles los pies, tomé el manto, se Yo puso otra vr y les cj: -zComprendbis,fo que he hecho con vosotros? Vo- fotos me llamais «El Maestrony 4El Sefion, y decs bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y é! Sefior, ‘os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a’ otros: os he dado ejemplo ra que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros ambien lo hagais. Jesus nos deja los signos de su amor, su presencia salvadora. ORACION ANTE EL-MONUMENTO EL DON DE LA EUCARISTIA En tu bondad hacia nosotros, Padre, has querido que el don interior del Espiritu fuese acompafiado de una sefal viva y eficaz del don que Jesucristo hizo de su propia vida a ti y a todos los hombres. Por eso, el dia antes de morir en la cruz, Jestis lav6 los pies a sus discipulos y, mientras cenaba con ellos, se dio a si mismo en alimento, bajo los signos del pan y del vino, que su palabra omnipotente habia transformado en su Cuerpo y en su Sangre, mandandoles repetir este gesto en memoria suya hasta el fin del mundo. Cada vez que nosotros, convocados por el Espiritu en la comunidad, presidida por los sucesores de los apéstoles, iluminados por la escucha de la Palabra, animados por la fe en el Hijo de Dios, muerto y resucitado por nosotros, obedecemos el mandato de Jestis y hacemos memoria de él, somos realmente visitados por la presencia del Sefior y quedamos insertos en el misterio de su pasoua, No sélo podemos contemplar la cruz sino que nos hacemos una sola cosa con Jestis crucificado. No sdlo podemos aspirar a una fraternidad mas sincera con cada hombre, sino que nos hacemos una sola cosa con Jestis, que es hermano de cada hombre y ha dado la vida por cada hombre. Te damos gracias, Padre, por todos lo dones de vida que nos has offecido en tu Hijo Jesus y que estan compendiados en la eucaristia. Te damos gracias porque en la eucaristia tt mismo nos ofreces el modo de darte gracias como a ti conviene, en tu Hijo Jesus. BENDITO SEAS, PADRE LA ORACION SACERDOTAL Recogida en el Evangelio de San Juan (capitulos 13 al 18). LEERLOS Y ORARLOS “Si hablé Jestis y, levantando los ojos al cielo, dijo PADRE, 4\ Jess ora por_la realizacién de su obra: «Ha llegado la hora.» Es el momento fijado por el Padre para glorificar ai Hijo. Es la hora del «paso» a la gloria a través de la muerte. Jesus la reconoce y acoge. Qbedece y de esta manera maniiesta su amor ai Padre y a los hombres. Glorifica a Dios. 2. Jesiis ora por sus discipulos: El padre se los dio yjle perteneoen. Han credo en su mision ‘salvadora y an reconocido el origen divino de la palabra que les ha comunicado. Los asombrados discipulos no alcanzan a ver todavia la profundidad de la plegaria de Jesus. Ora por ellos que constituyen la «comunidad». 3..Oraci6n por los que han de creer en Jestis: La oracién de Jesus desborda el tiempo y el espacio de aquella sala y aquella cena. Por ser la oracion del gran sacerdote, del representante de los fieles, al- Canza a todos los hombres. En un tercer momento Jestis eleva su oracién al Padre por quienes le han aceptado y participan del ‘amor que une al Padre y al Esta comunidad de creyentes unida se convierte en el signo mas claro, definitivo y eficaz de que Jesus es el enviado del Padre para introducir en los hombres la manera nueva de amar, que los hace hijos de Dios. Gracias a esta realidad nueva los fieles participan de la gloria del Hijo. ORACION DEL HUERTO Y vino otra vez @ sus discipulos, y los hallé dormi- dos porque sus ojos estaban cargados, y no sablan ue responderle. Y dejéndolos de nuevo, Se marché y —Padro mio, sino puede pasar este cdl i lo beba, hagase tu.voluntad. eevee ‘Momento soberano en el dolor del mundo. Jesis Na- Zareno, el Hijo del hombre, tiene recogido en su Cora- 6n todo lo que se ha suftido y se suffe y se sutriré. Una palabra emplea el Evangelio para describir el grado de ‘Su oraciOn: agonia... Puesto en agonia oraba con vehe- ‘mencia mayor. —Cumplase tu voluntad,

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