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LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO

Los cien años de la utopía lineal en Chile


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Jonás Figueroa Salas


Profesor Titular
Escuela de Arquitectura Usach
Investigador Dicyt Usach
Agosto 2009
Jonás Figueroa Salas / LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO / Los cien años de la utopía lineal

LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIOi


Los cien años de la utopía lineal en Chile
Jonás Figueroa Salas
Profesor Titular Escuela de Arquitectura Usach
Investigador Dicyt Usach

Abstract

1. La propuesta lineal
2. Las colonias agrícolas lineales
3. La ciudad lineal del Centenario
4. Las variaciones de la idea lineal
5. Palabras finales
6. Anexo: La ciudad lineal en Chile

Abstract

Desde los primeros años del siglo XX y por algo más de tres décadas, el ingeniero y arquitecto
chileno Carlos Carvajal Miranda (1872-1950), presenta varios proyectos que sustentados en las
ideas y experiencias sobre ciudades lineales desarrolladas por el pensador madrileño Arturo
Soria y Mata (1844-1920), persiguen la resolución de los problemas que se derivan del
crecimiento de la ciudad moderna, de la motorización de los transportes públicos y de la escasa
ocupación urbana del país.

Estas propuestas lineales se inscriben en un periodo rico en manifestaciones públicas y


privadas como expresión de las preocupaciones de la sociedad en los cambios que comienzan
a operar en una ciudad montada en el tránsito entre la primera edad republicana del siglo XIX y
la temprana modernidad del siglo XX. En términos urbanos, este período queda trazado por la
necesidad de corregir los conflictos surgen por los cambios socioeconómicos y tecnológicos, y
por el interés de conferirle a la ciudad el nivel que ya exhiben otras capitales del continente.ii

Más allá de la posible vigencia que pueden registrar las teorías sobre la ciudad lineal, nos
interesa valorar los esfuerzos y la claridad de un arquitecto urbanista para comprometerse con
la resolución de los problemas que comienzan a registrase en las ciudades chilenas, echando
mano a la modernidad.

Palabras claves: Ciudad lineal, Carlos Carvajal Miranda, Arturo Soria y Mata.

1. La propuesta lineal

En la actualidad, el término Ciudad Lineal apenas identifica un distrito del arco noreste de la
ciudad de Madrid. Sin embargo, junto a la Garden City formulada por el periodista inglés
Ebenezer Howard de 1898 y la Cité Industrielle del arquitecto francés Tony Garnier de 1904, la
Ciudad Lineal de 1882 constituyó una de las primeras iniciativas del ámbito privado que tiene el
propósito de superar los problemas que arrastra a lo largo del siglo XIX la ciudad europea.
Adelantándose a ambos urbanistas en aproximadamente unos 20 años, Arturo Soria y Mata
emprende una cruzada sustentada en principios sociales e higiénicos, enarbolando el cuasi
utópico lema de:

“Para cada familia una casa; en cada casa, una huerta y un jardín”iii.

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A grandes rasgos y como una idea fundada en razonamientos naturalistas y funcionales, la


propuesta lineal de Soria y Mata persigue corregir los conflictos que se derivan de la alta
concentración poblacional de las áreas centrales de la ciudad y de la circulación de los
transportes públicos. Cuestiones que también, con posterioridad, constituyen asuntos a resolver
en las urbanísticas de las vanguardias europeas del período de entreguerras. A pesar del
tiempo transcurrido, de su arcaico antecedente –el poblamiento a la vera de las vías de
comunicación- y de las actuales problemáticas provocadas por aumento masivo de los
transportes públicos, la propuesta lineal mantiene una cierta actualidad. Hoy en día, no en vano
los corredores de transporte constituyen los principales ejes por los cuales discurre el
crecimiento del espacio metropolitano y las conexiones regionales.

La solución urbanística aplicada por Soria en Madrid, condiciona fuertemente la estructura


urbana y la morfología de la ciudad lineal: manzanas rectangulares de 100 x 200 metros,
vertebradas por una amplia avenida por la cual circula un sistema de tranvías. Con ello se
responde al primero de los Diez Principios Fundamentales de la Ciudad Linealiv:

“La forma de una ciudad es, o debe ser, forma derivada de las necesidades de la
locomoción”

El contacto pleno y directo con la naturaleza que posibilita la casa unifamiliar aislada, con
abundante terreno para huertas y jardines, se presenta como una solución al oscuro cuadro que
exhiben por aquellos años las áreas centrales de las ciudades europeas de fines del siglo XIX e
inicios del XX: deplorables condiciones higiénicas; promiscuidad; altas densidades y crecimiento
disperso; infravivienda y degradación física y socioeconómica; dificultades para la normal
circulación de los nuevos transportes motorizados. Cuestiones no distintas a las que, con mayor
o menor gravedad, se registran hoy en gran parte de las ciudades del planeta.

En sentido estricto y a diferencia de las propuestas de Ebenezer Howard y Tony Garnier, no


existe un documento que recopile el cuerpo conceptual utilizado por Arturo Soria para identificar
las teorías sobre las que se fundan las propuestas lineales. Mas, los planteamientos contenidos
en diversos escritos periodísticos de la época sustentan un segmento importante del discurso
lineal que posteriormente van a esgrimir las vanguardias europeas y norteamericanas surgidas
en el período de entreguerras del siglo XX para avalar sus producciones urbanísticas. Entre
ellas, es posible mencionar las propuestas formuladas por los desurbanistas soviéticos que,
mediante las teorías lineales traducen a términos espaciales la industrialización del recién
estrenado programa leninista en los años 20 del siglo XX; por Le Corbusier en los años 30, para
contextualizar sus tempranas ideas y los posteriores postulados urbanos de los Congresos
Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM); por Frank Lloyd Wright que, con la Broadacre
City de su etapa tardía, se transforma en uno de los principales promotores americanos de las
ideas lineales; y un largo listado en el que es posible identificar al urbanista alemán Ludwig
Hilberseimer y a los grupos Elca y Mars, vínculos ingleses de los CIAM.

Sin embargo y con honrosas excepciones, los estudios e investigaciones acerca de la ciudad de
del siglo XIX y del XX, no han sido particularmente favorables a las iniciativas y los resultados
obtenidos por Arturo Soria Matta y las virtualidades de las aplicaciones europeas y americanas
que se fundan en sus ideas y que ya hemos señalado anteriormente, más atentas en la
valoración de las propuestas de Tony Garnier y Ebenezer Howard a quienes consideran los
grandes urbanistas europeos de la época. A este último, se le considera el gran ideólogo de
todas las actuaciones llevadas a cabo en ambos continentes que sitúan los desarrollos urbanos
en medio de la naturaleza. Por el contrario, las propuestas lineales son entendidas
inexplicablemente y con liviandad como el desarrollo de una especulación comercial del
suburbio.v
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Paralelo a ello, se sitúan investigadores tales como George Collins y Fernando de Terán
quienes han valorado en su justa dimensión las ideas y la obra de Arturo Soria y Mata,
señalando de paso la participación de Hilarión González del Castillo y de nuestro Carlos
Carvajal Miranda como aquellos que desempeñaron un papel importante en la divulgación y en
la aplicación de la teoría lineal más allá de la fronteras españolas. En el caso de George Collins,
su interés en Arturo Soria y la ciudad lineal le lleva a acopiar y reunir en la Universidad de
Harvard un importante volumen de publicaciones, escritos, imágenes y correspondencia
generado a lo largo de más de 40 años del quehacer de Soria y en donde es posible también
encontrar material que versa sobre las ciudades lineales chilenas y referencias a los contactos
que Carvajal Miranda tiene con Soria y Mata y González del Castillo.

Alrededor de los años 40 y después de cerca de cinco décadas de actividades no desprovistas


de dificultades financieras y administrativas que ya se habían hecho presente a partir de la
merma de los ingresos a raíz de la baja captación de recursos financieros, la Compañía
Madrileña de Urbanización -creada en 1894 para ejecutar el proyecto lineal- logra construir en
la franja rural del noreste de Madrid, 5 de los 48 kilómetros considerados en el programa
original formulado por Soria y Mata. Este programa pretende originalmente enlazar pequeñas
localidades del extrarradio rural, dibujando un gigantesco anillo arterial en torno al núcleo
consolidado de Madrid. Los problemas surgidos por las inestabilidades políticas que padece la
España de inicio de siglo que desembocaran en la Guerra Civil española (1936-1939), la misma
emigración a Chile de la rama principal de los descendientes de Arturo Soria al término de este
conflicto, la venta de los activos de la empresa constructora y la crítica situación económica que
padece la España de la época, son algunas de las circunstancias que liquidan definitivamente la
ejecución plena del proyecto lineal. Más allá de sus logros e influencias en el quehacer
urbanístico europeo, esta práctica madrileña se constituye en la referencia fundamental que
utiliza Carlos Carvajal Miranda para formular sus propuestas en Chile.

2. Las colonias agrícolas lineales

El primer contacto entre Carvajal y Soria surge en un momento en que el debate sobre la ciudad
se encuentra en plena ebullición. Según Sambricio, este debate lleva a la incorporación a partir
de 1904 de un ajuste en los planteamientos lineales a través de las influencias que ejercen las
ciudades jardín de origen inglés, belga y norteamericana sobre la ciudad lineal española y que
lleva a González del Castillo a señalar que existen dos tipos de ciudades jardín, las satélites de
vi
origen inglés y las lineales de origen español.

Nacido en la localidad de Freirina (Provincia de Vallenar, Región de Atacama) el mismo año en


que Benjamín Vicuña Mackenna emprende las reformas en el trazado urbano heredero de la
cuadrícula colonial de la ciudad de Santiago de Chile, Carlos Carvajal Miranda, después de
abandonar la carrera naval y obtener el título de ingeniero, desempeña altos cargos en la
Administración pública. Como activo participante de un período de intenso debate urbanístico,
su adelantamiento en algo más de una década a las vanguardias europeas en la aplicación
“práctica” de la teoría lineal constituye un buen dato a tener presente en el ejercicio propositivo
de Carvajal Miranda. Con el paso de los años y junto con el español Hilarión González del
Castillo y el francés Georges Benoit-Lévy creador de la Association Internationale des Cité
Linéaires, se transforma en uno de los principales promotores de las ideas de Soria y Mata. Si
para las vanguardias europeas -CIAM y desurbanistas rusos, principalmente- se presenta como
una metodología propicia para el ordenamiento de la industrialización de las áreas rurales, para
Carvajal Miranda el argumento lineal posibilita el tratamiento y la corrección de las
problemáticas que surgen por el crecimiento de las ciudades y para asegurar las ventajas que
promovería la ocupación racional del alargado y estrecho territorio chileno.vii

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Durante el Primer Congreso Científico Panamericano, que se lleva a cabo en la ciudad de


Santiago de Chile entre diciembre de 1908 y enero de 1909, Carvajal tiene la oportunidad de
viii
exponer sus ideas lineales . Inspirado en los escritos y realizaciones alcanzadas hasta esos
años por Soria y Mata en la capital peninsular, formula propuestas que persiguen la solución del
problema de la vivienda social. Aspectos que le convierten en uno de los pocos urbanistas
sudamericanos mencionados por las historias urbanísticas europeas al uso. En el Congreso
ix
Agrícola del año 1913, nuevamente tiene la oportunidad de plantear el tema lineal :

Yo he preconizado en mi folleto de Arquitectura Racional de las ciudades i soi [sic]


partidario que estos ensanches de ciudades debieran hacerse a lo largo de los caminos,
en la forma de la Ciudad Lineal de Madrid, creada por el ilustre español don Arturo Soria,
ya sea para facilitar la construcción de casas baratas o para constituir la pequeña
propiedad agrícola; pero que su base sea un ferrocarril eléctrico o a vapor con
espropiación [sic] forzosa a ambos lados de la línea…

En términos generales, la primera colonia agrícola lineal proyectada por Carvajal Miranda en
1909, se desarrolla entre la Plaza Italia y los Baños de Apoquindo -zona oriente de la capital
chilena pegada a los cordones preandinos- como una larga franja de manzanas vertebradas
por una avenida central y por la cual circula una sistema de tranvías. Además de su naturaleza
urbanística, esta propuesta promueve la pequeña propiedad rural con el objetivo de corregir el
problema de desempleo urbano y el bajo rendimiento productivo que observan por aquellos
años las actividades agrícolas del país. Este carácter empareja las colonias agrícolas lineales
con las utopías sociales del siglo XX -las de Robert Owen y Charles Fourier, por ejemplo-. No
obstante recibir el apoyo expreso del gobierno central y la anuencia de los propietarios para
expropiar los terrenos requeridos, problemas surgidos entre los financistas belgas interesados
en gestionar el sistema de tranvías y el municipio santiaguino, y también el fallecimiento del
Presidente de la República Don Pedro Montt circunstancialmente impidieron la concreción y el
desarrollo de esta primera colonia agrícola lineal chilena. Años más tarde, el mismo Carvajal
Miranda propone estas colonias de naturaleza agrícola para ordenar la ocupación urbana del
extrarradio de Santiago y el ordenamiento de los corredores regionales de transporte.x

En algunas publicaciones chilenas y españolas de la época, queda registrado el esfuerzo


desplegado por Carvajal para plasmar los proyectos lineales; por algo más de treinta años
bregará con más entusiasmo que eficacia, en los despachos ministeriales, en la prensa y en
encuentros nacionales e internacionales exponiendo los beneficios de variada índole que puede
generar la ejecución de los proyectos lineales. A pesar de sus escasos logros, la revisión del
ejercicio propositivo de Carvajal Miranda nos permite contrastar las propuestas con las reales
posibilidades de transformación al cual optan las ciudades y de los recursos económicos y
financieros dispuestos para ello. Asimismo, constituye un buen ejercicio para superar los
tópicos y desconocimientos que existen sobre la historia urbanística chilena.

3. La ciudad lineal del Centenario

La única versión propiamente urbana de la propuesta lineal formulada por Carvajal Miranda, se
encuentra inscrita dentro de un período rico en manifestaciones que persiguen la introducción
de reformas en los usos del suelo y en la estructura viaria básica de la ciudad interior de
Santiago de Chile. Por aquellos años, ésta iniciaba un crecimiento más allá de sus límites
“naturales” que habían contenido la expansión del siglo XIX: el cuadrilátero dibujado por el río
Mapocho, el Zanjón de La Aguada y el rígido trazado del ferrocarril de circunvalación. Los
proyectos de transformación que expresan estas manifestaciones de índole institucional y
privada, a modo de réplicas de las actuaciones llevadas a cabo por el barón Haussmann en

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París del fines del siglo XIX, se fundan en la triangulación del tejido urbano mediante la apertura
de diagonales o ejes radiales que articulan y conectan los principales artefactos funcionales
emplazados en el casco fundacional con las áreas de borde. Avalada por la Sociedad Central
de Arquitectos y por el Consejo de Bellas Artes, el proyecto lineal de Carvajal plantea también la
configuración del borde urbano del primer ensanche del siglo XX, aplicando los principios
fundamentales desarrollados por Soria y Mata en el extrarradio rural de Madrid:

“La Avenida del Centenario [llamada así en conmemoración de los primeros cien años
de la República] servirá de eje a la Ciudad Lineal [de Santiago de Chile] se extenderá a
derecha e izquierda, dividiéndose al efecto el terreno en lotes que serán vendidos a
largo plazo, y en la que se construirán fincas independientes, sanas, alegres, cómodas,
rodeadas de jardines y arbolado, aplicándoles allí la fórmula ideal de la urbanización (...)
para cada familia una”. xi

Según datos proporcionados por la revista Ciudad Lineal Nº 500 de 1912, esta Avenida del
Centenario discurre paralela al camino de cintura diseñado por el Intendente Vicuña Mackenna
durante su mandato municipal, a lo largo del último tercio del siglo XIX. Entre medio se emplaza
el rígido trazado ferroviario de circunvalación, como si de una muralla medieval se tratase.
Aunque obtuvo del Parlamento las licencias para expropiar los terrenos necesarios para el
inicio de las obras y las concesiones requeridas para asegurar el desarrollo de las actividades
económicas derivadas de la urbanización del sector, esta ciudad lineal quedó detenida en la
fase proyectual. La cuestión es saber cómo hubiese sido la naturaleza de la expansión de
Santiago de Chile de haberse aplicado esta concepción lineal.

En la década del cuarenta del siglo XX, mientras los herederos de Arturo Soria –sus nietos
Arturo y Carmelo- empujados por la Guerra Civil española emigran a Chile, dedicándose a la
divulgación de la obra literaria de poetas españoles de la llamada Generación del 27 y de
jóvenes escritores del paísxii, la construcción de la ciudad lineal madrileña queda definitivamente
detenida, en un momento en que el crecimiento físico insinuaba su anexión a la gran ciudad.
Por aquellos mismos años, la huella propositiva de Carvajal Miranda, dibujada a lo largo de más
de tres décadas, comienza a diluirse hasta quedar reducida a una serie de artículos y planos
dispersos en revistas técnicas y periódicos locales. Aunque las problemáticas que la motivaron
permanecen sin corrección y su contenido ha quedado atrapado en el maximalismo de las
utopías, cuestión propia del urbanismo precientífico, su lectura nos aproxima a la memoria
territorial de Chile y urbana de la ciudad de Santiago de Chile.

4. Variaciones de la idea lineal

Amparado, tal vez, en vínculos institucionales tal cual pueden ser la logia masónica por ejemplo,
Carvajal Miranda establece los primeros contactos con Arturo Soria y Mata en el año 1906.
Relación fructífera que perdura fluidamente hasta el fallecimiento del urbanista hispano el año
1920 y cuyo resultado es la formulación de los siguientes proyectos de naturaleza lineal:

- 1909: Colonia Agrícola Lineal desde Plaza Italia hasta los Baños de Apoquindo,
emplazada en el extrarradio del oriente de Santiago de Chile. Dificultades de orden
administrativo y financiero impidieron su concreción. Esta propuesta inspira a Hilarión
González del Castillo para plantear una ciudad lineal cuyo trazado enlaza Madrid con la
Sierra de Guadarrama;

- 1912: Ciudad Lineal de Centenario: propuesta de ordenación anular del primer


ensanche del siglo XX de Santiago de Chile, incorporada en el Proyecto de
Transformación de la Sociedad Central de Arquitectos. Algunas de sus ideas, tales como
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la apertura del tejido de las piezas centrales y aperturas de radiales se encuentran


presentes en proyectos posteriores formulados por urbanistas extranjeros y locales. Este
proyecto lineal ha sido convenientemente reseñado por la prensa local de la época;

- 1924: Gran Población Lineal Jardín de Santiago a San Bernardo: este es un trazado
que se extiende a lo largo de 13 km., entre el Zanjón de la Aguada (en el borde sur de la
gran ciudad de la época) y esta pequeña localidad del extrarradio rural asentada en la
orilla norte del río Maipo, fundada en el siglo XIX por Bernardo O´higgins con el objetivo
de controlar el sistema de canales de irrigación que trasvasan aguas desde el río a las
zonas agrícolas. Esta propuesta es presentada, años más tarde, a la consideración de la
Liga de las Naciones y que Claude Benoit-Levy se preocupa de reseñar en sus escritos.
La actual ocupación del suelo y su relación con los ejes de transporte carretero y
ferroviario registran alguna influencia del esquema lineal;

- 1929: Colonia Agrícola Lineal Santiago a Maipú: concebida para marcar el gran
acceso occidental de la ciudad; también, se presenta como una alternativa urbanística
de las poblaciones obreras y casas baratas de los suburbios.

Estas cuatro primeras propuestas urbanas planteadas por Carvajal Miranda entre los
años 1908 y 1929, coinciden con la dirección que toma el crecimiento de la ciudad de
Santiago de Chile a lo largo del siglo XX;

- 1929: Colonia Agrícola Lineal Santiago-Puerto Montt: vertebrada por la red sur del
ferrocarril, su gran extensión también es una propuesta para el desarrollo agroindustrial
del país. En 1924, el grupo francés Ascoral (CIAM), plantea una propuesta similar: las
“ciudades rutas”; y

- 1939: Colonia Agrícola Lineal Santiago-Concepción: el inicio de la construcción de la


carretera nacional que une Santiago con el territorio sur reaviva las posibilidades de
concreción del discurso lineal. A pesar de ello no superará el resultado alcanzado por
anteriores proyectos.xiii

5. Palabras finales

La falta de concreción de los proyectos lineales atrapa tres décadas de ejercicio propositivo en
decisiones políticas y en la falta de medios financieros. Aunque ha sido valorada
convenientemente por especialistas europeos y norteamericanos, la obra de Carvajal Miranda
permanece totalmente olvidada y carente de estudios y valoraciones en su propio país. Mientras
tanto, la ciudad de hoy incapaz de reproducirse a sí misma, se extiende anexionando el paisaje
y las pequeñas localidades del extrarradio; la idea de lugar ya no comparece en las plazas y
calles de las nuevas urbanizaciones; tampoco pareciera que los viejos conflictos están en vías
de corrección. Antes bien, la baja calidad ambiental de la ciudad deteriora el carácter de la
propia sociedad y de sus instituciones públicas, pero pareciera que carece de la fuerza
necesaria para promover propuestas alternativas similares a la urbanística de bordes que, en su
momento y a su manera, formula Carvajal Miranda.

Con el fin de agregar mayores antecedentes sobre la Ciudad Lineal del Centenario, se adjunta
artículo publicado por Hilarión González del Castillo en la Revista Ciudad Lineal Nº 500 de
1912, que forma parte del valioso material cedido al investigador autor de este artículo por el
ingeniero Arturo Soria y Puig, biznieto del urbanista madrileño.-

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6. Anexo
L A CIUDAD LINEAL EN CHILE*
HILARIÓN GONZÁLEZ DEL CASTILLO

* Revista Ciudad Lineal. Compañía Madrileña de Urbanización (CMU), Madrid Año XVII Nº 500. 20 de Octubre de 1912 pp. 369 a
372. H. González con estudios de abogacía y diplomático de profesión, es el principal divulgador y publicista de las ideas de Soria.

La Ciudad Lineal española en el “Primer Congreso Científico Panamericano de Chile” 1908. Plan de reformas urbanas en Santiago
de Chile. El Congreso Nacional de Chile acepta el proyecto Carvajal para la construcción de la primera Ciudad Lineal chilena de-
clarándola obra de utilidad pública. Grandes proyectos del ingeniero Carvajal para aplicar la Ciudad Lineal corno sistema de
colonización y de repoblación interior en Chile. La Ciudad Lineal desde Santiago hasta Valparaíso. Los gobiernos españoles,
siguiendo el ejemplo de Chile, deben declarar la Ciudad Lineal obra pública para los efectos de la expropiación forzosa, por ser
acto de justicia de interés general.
 

Nuestra Ciudad Lineal, como sistema de urbanización original, ampliación y reforma radical de las viejas
urbes, pronto será aplicada en grande en la América española. Un hombre de ciencia, a la vez
inteligencia poderosa y actividad incansable, que no desmaya ante obstáculos y contrariedades, nuestro
querido amigo D. Carlos Carvajal Miranda, Ingeniero Civil e Inspector General de Arquitectura de
Santiago de Chile, estudió hace años con detenimiento la Ciudad Lineal y convencido de los grandes
beneficios que en sí lleva esta idea y de la posibilidad de aplicarla en su país, la presentó al primer Con-
greso Científico Panamericano celebrado en Santiago de Chile en diciembre de 1908, publicando un
extenso folleto con el título de Arquitectura racional de las futuras ciudades como solución práctica del
xiv
problema de la habitación barata al alcance, de todas las fortunas.

Pero el Sr. Carvajal no es un sabio de gabinete, y comprendiendo que las verdades científicas para que
produzcan sus frutos hay que hacerlas encarnar en la realidad, ha trabajado desde entonces con
incansable afán por hacer la primera ciudad lineal chilena, como empresa económica acometida por una
poderosa compañía industrial. La fe, el entusiasmo, la acertada propaganda y la perseverante tenacidad
desplegados por el Sr. Carvajal, han acabado por triunfar, y hoy día, al cabo de unos cuantos años de
constante laboriosidad, va a ser iniciada una Ciudad Lineal en Santiago de Chile.

Santiago de Chile, como la generalidad de las viejas capitales, tiene grandes defectos, y necesita una
transformación radical en su urbanización. El desarrollo de la industria y el comercio; la población
creciente, gracias a la constante inmigración, de los campos y del extranjero; la beneficiosa revolución
causada por las vía férreas -ferrocarriles y tranvías urbanos-; las prescripciones de la higiene señalando
los defectos de la urbanización antigua y tratando de disminuir considerablemente la excesiva mortalidad
y morbilidad de las grandes capitales; las nuevas exigencias de la vida, todo contribuye a pedir imperiosa
y urgentemente la reforma radical de las viejas ciudades y la ampliación de las mismas con arreglo a una
arquitectura más racional.

Inspirado en estas ideas, enamorado con pasión de su patria y ansioso para la misma de ideales de
engrandecimiento, el Sr. Carvajal ha trazado un plan completo de reformas urbanas en Santiago de
Chile, solicitando, para realizarlo, la colaboración de los hombres de ciencia, de los hombres de gobierno,
de los grandes capitalistas nacionales y extranjeros y de la opinión general de su país. Y esta
colaboración no le ha faltado. El Congreso Nacional -por medio de una Comisión especial, la Sociedad
Central de Arquitectos y el Consejo de Bellas Artes de Chile- han admitido, con ligeras modificaciones, el
plan de reformas urbanas, que pronto será iniciado en aquella capital con el concurso de grandes
entidades financieras y con el aplauso general de la opinión pública.

El Mercurio, importantísimo diario de aquella ciudad, en su número correspondiente al 28 de julio último,


nos da cuenta detallada de las grandes reformas que se preparan en Santiago de Chile. Reformas que
pueden clasificarse en dos grupos. Unas, referentes al casco de la vieja ciudad; otras, a la periferia. Las
primeras, tratan de corregir en lo posible defectos ya existentes, remendando lo que hay, derribando
casas vetustas, ensanchando callejuelas, abriendo grandes vías y anchas plazas que pongan en
comunicación unos barrios con otros. Es esta la reforma lenta, difícil, costosísima, pero imprescindible,
que estos últimos años ha venido haciéndose en casi todas las grandes capitales europeas. La que el
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barón Haussmann acometió en París abriendo avenidas y haciendo bulevares. La que remozó, en parte,
capitales viejas como Nápoles, Génova, Marsella. La que en Barcelona y Madrid se ha iniciado con la
Gran Vía.

Pero al lado de esta obra de reforma parcial e incompleta, Carvajal trata de hacer otra más trascendental
a las puertas de Santiago, construyendo la capital futura, haciendo alrededor de la capital de hoy una
gran barriada a ambos lados de una gran avenida de circunvalación, que llevará por nombre Avenida del
Centenario en conmemoración del primer Centenario de la independencia chilena. En esta gran barriada,
Carvajal aplicará los principios fundamentales de la Ciudad Lineal española, invención de D. Arturo Soria
y Mata. Así, esa Avenida del Centenario será una gran vía de 60 metros de anchura; con doble línea de
tranvías eléctricos en comunicación con los del centro de la ciudad; con anchos andenes, debidamente
pavimentados; con amplias y cómodas aceras; con plantación de varias hileras de árboles y macizos de
arbustos y flores; con agua abundante canalizada; con teléfono, luz eléctrica, kioscos de vigilancia y
segundad, etc. De trecho en trecho, y singularmente al cruzarse dicha avenida con alguna de las grandes
vías radiales, proyectadas para el centro de la ciudad, habrá espaciosas plazas.

La Avenida del Centenario servirá de eje a la Ciudad Lineal, que se extenderá a derecha e izquierda,
dividiéndose al efecto el terreno en lotes, que serán vendidos a largos plazos, y en los que se construirán
fincas independientes, sanas, alegres, cómodas, rodeadas de jardines y arbolado, aplicándose allí la
fórmula ideal de urbanización, en todas partes aplicable: para cada familia una casa; en cada casa una
huerta y un jardín.

Tal es el proyecto del Sr. Carvajal para reformar, en lo posible, el Santiago de hoy y para trazar el
Santiago de mañana, más sano, más alegre, más perfecto. Proyecto que ha servido de base a la
formación de una gran compañía industrial, que acometerá estas reformas, y de la que forma parte como
Vicepresidente un español que allí goza de mucho prestigio: D. Manuel Lueje hombre de grandes
entusiasmos por la Ciudad Lineal y de grandes energías para llevarla a la práctica.

Para acometer esta empresa con seguridades de éxito favorable, sin miedo a que el egoísmo o la codicia
de unos cuantos entorpezcan o retrasen una obra en que se halla interesada la generalidad, el Sr.
Carvajal y los que le secundan, no se han limitado a obtener la aprobación de dicho plan de reformas
urbanas y la concesión de las obras, sino que han solicitado y han obtenido el debido apoyo legal. El
Congreso Nacional, inspirándose en el interés general y convencido de la trascendencia de estas
reformas, ha declarado la primera ciudad lineal chilena obra pública de interés general, dictando a favor
de la misma la expropiación forzosa de la faja de terreno necesaria para la urbanización en forma lineal y
haciendo concesiones especiales que servirán de base para el planteamiento y explotación de negocios
industriales muy lucrativos para la Compañía concesionaria y creadores de mucha riqueza agrícola,
urbana, industrial y comercial en beneficio de todos.

La Ciudad Lineal, afortunadísima invención española, aquí aún no debidamente apreciada por la opinión
pública, ni debidamente protegida por un Estado indiferente, ha triunfado en Chile. Como debe triunfar allí
donde haya hombres de inteligencia, libres de prejuicios, que quieran estudiarla con desapasionamiento,
y hombres de voluntad enérgica que quieran implantarla en la realidad, como obra trascendentalísima,
creadora de mucha riqueza y mucho bienestar. Y en Santiago de Chile, como en Madrid, la Ciudad Lineal
se inicia como barriada nueva de ensanche de una gran capital defectuosa y vieja.

Pero no es esto todo. Carvajal, profundamente conocedor de la Ciudad Lineal, convencido de la


potentísima virtualidad que en sí lleva esta fecunda idea de salud pública, de riqueza en todos los
órdenes, de bienestar para todas las clases sociales, no se limitará a aplicarla a la reforma de una gran
capital, sino que la extenderá sabiamente por todo el territorio chileno. En su citado folleto, Carvajal nos
habla con entusiasmo de iniciar una gran ciudad lineal que sirva de unión entre las dos grandes ciudades
chilenas: Santiago, la capital bulliciosa y animadísima, y Valparaíso, la ciudad comercial, la ciudad rica y
floreciente, bañada por el Pacífico, que recientemente ha inaugurado las obras de su puerto y a la que
tan beneficiosa ha de ser la próxima apertura del Canal de Panamá.

Y más adelante, siempre enamorados de la idea ciudad lineal, creyentes firmísimos de que ella puede
contribuir poderosamente al engrandecimiento económico y moral de su patria, Carvajal y sus discípulos
la aplicarán aún más en grande, como sistema de colonización y repoblación interior, haciendo que sirva
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xv
para lo que Carvajal llama la chilenización de los territorios de Tacna y Arica , y para colonizar las tierras
xvi
fiscales del Sur de Chile necesitadas de población, de vías de comunicación, de empresas agrícolas.

Vaya un caluroso aplauso al Sr. Carvajal y a los muchos y buenos patriotas chilenos y españoles que le
siguen en su nobilísima empresa de propaganda y realización de una idea de paz, de laboriosidad, de
unión para el bien. ¡No desmayar! ¡Adelante con la idea! ¡A trabajar con ella todos, allá en América como
aquí en España, por la mejora, por el enriquecimiento y hermosura de los campos, por la construcción de
ciudades sanas y alegres, por la dignificación y emancipación del proletariado, por dar a todos, menestra-
les y señores, hombres y mujeres, ricos y pobres, nacionales y extranjeros, una vida más sana, más
tranquila, más satisfecha! ¡Adelante con una idea que, extendida y perfeccionada poco a poco, ha de
contribuir poderosamente al advenimiento de una humanidad más razonable, más pacífica, más
trabajadora y más feliz!

El ejemplo de Chile, que por medio de su Congreso Nacional y con el informe favorable de Corporaciones
científicas t a n importantes como la Sociedad Central de Arquitectos y el Consejo de Bellas Artes, ha
declarado la Ciudad Lineal obra pública de interés general, con los beneficios de la expropiación forzosa
y la concesión de explotaciones de tranvías, aguas, luz, etc., debe ser seguido por nuestros gobiernos.
No es justo, ni decoroso, ni patriótico, que una idea, afortunada invención de un español, halle en el
extranjero protección oficial y en España tropiece con la indiferencia de nuestros Poderes públicos.

Hora es ya de que nuestros gobiernos, todos nuestros gobiernos, sin distinción de ideas políticas, atentos
tan sólo a! bienestar general, presten la debida atención a la Ciudad Lineal como idea de regeneración
económica y la declaren obra de utilidad pública, como en efecto lo es, puesto que su realización lleva
consigo la ampliación de la red ferroviaria nacional y la de los caminos vecinales, favorece los altos
intereses de la salud pública, contribuye a la repoblación forestal, resuelve el problema de las
habitaciones higiénicas y baratas, aumenta el número de pequeños terratenientes, desarrolla muchas y
variadas clases de riquezas, ayuda a sostener las cargas del Estado y contribuye, por último, a contener
la emigración proporcionando trabajo a millares de obreros, como prácticamente está demostrado en el
ensayo de 5 kilómetros de Ciudad Lineal hecho a las puertas de Madrid por la Compañía Madrileña de
Urbanización.

No pedimos exclusivismos ni privilegios para una Compañía particular. Pedimos protección para una idea
de grande y trascendental importancia; de innegable interés general, hágala quien la haga, hágase donde
se haga; para una idea fecunda con la que la iniciativa particular, ayudada por el Estado, puede contribuir
poderosamente al levantamiento económico y social de nuestra pobre España.

El señor Canalejas que constantemente se ha preocupado de satisfacer las legítimas aspiraciones del proletariado,
que nos ha hablado con frecuencia de la necesidad de suprimir los latifundios; que al frente del Gobierno ha dictado
leyes tan útiles como la supresión de consumos y la de habitaciones baratas; que ha presentado a las Cortes un
proyecto tan bien inspirado como el de la Colonización y repoblación interior, es quizás el más obligado a estudiar
con desapasionamiento esta idea Ciudad Lineal y a favorecer su desarrollo con una protección justa, equitativa,
imparcial.

A él acudimos, confiados, como acudiremos a todos nuestros gobernantes, pidiendo lo que consideramos de justicia
para una idea de interés nacional. Pidiendo para la Ciudad Lineal, idea genuinamente española, la protección que
con alto espíritu de liberalidad y de justicia acaba de concedérsele en el extranjero; en una nación hermana tan culta,
tan trabajadora, tan ansiosa de ideales de engrandecimiento como la República de Chile.-

ESCUELA DE ARQUITECTURA USACH / DICYT 9


Jonás Figueroa Salas / LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO / Los cien años de la utopía lineal

Fig.1: Revista La Ciudad Lineal Nº 500, Madrid, 1912. Fuente: Archivo del autor.

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Jonás Figueroa Salas / LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO / Los cien años de la utopía lineal

Fig.2: Revista Zig Zag Nº 398, Santiago de Chile, 1912. Fuente: Archivo del autor.

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Jonás Figueroa Salas / LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO / Los cien años de la utopía lineal

Fig.3: Revista Zig Zag Nº 398, Santiago de Chile, 1912. Ciudad Lineal del Centenario. Fuente: Archivo del autor

Fig.4: Revista Zig Zag Nº 398, Santiago de Chile. Ciudad Lineal del Centenario. Fuente: Archivo del autor

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Jonás Figueroa Salas / LA CIUDAD LINEAL DEL CENTENARIO / Los cien años de la utopía lineal

Notas: Jonás Figueroa Salas

i
Articulo ampliado y corregido de original publicado en la Revista DANA Nº 37 / 38, Documentos de Arquitectura Nacional y
Americana del Instituto Argentino de Investigaciones de Historia de la Arquitectura y del Urbanismo, Buenos Aires, 1995, pp. 64 a
69. También existe una versión primera de este artículo en la Revista de Indias Nº 198, CSIC, Madrid, 1992.
ii
Entre las propuestas urbanas formuladas para la ciudad de Santiago de Chile en las primeras décadas del siglo XX –descontando
las presentadas por Carvajal Miranda- es posible mencionar las que fueron elaboradas por la Comisión Mixta Parlamentaria (1912),
E. Coxhead (1913), A. Mackenna (1915), I. Valdés (1915), J. L. Mosquera (1918), A. Shade (1923), C. Pinto (1924), L. Phillips
(1925), J. Lambert (1929) y, por último, la que propone K. H. Brünner (1932) y que sienta una inflexión en la historia urbanística de
esta ciudad. Después viene un período de larga sequía propositiva, en donde las instituciones públicas se harán cargo de los
asuntos urbanísticos.
iii
Este lema constituye el quinto de los “Diez principios fundamentales de la Ciudad Lineal” (1913). Había sido tomado literalmente
de la novela L´anno 3000: sogno, del médico higienista y antropólogo italiano Paolo Mantegazza (1831-1910). George COLLINS et
al. Arturo Soria y la Ciudad Lineal. Ediciones Revista de Occidente, Madrid, 1968.
iv
COLLINS, idem.
v
Peter HALL. Cities of Tomorrow. Blackwell, Oxford, 1994, p.113
vi
Carlos SAMBRICIO. De la ciudad lineal a la ciudad jardín. Revista Ciudad y Territorio Nº 94, IEAL, Madrid, 1992,
vii
De modo espontáneo y por las restricciones impuestas por la geografía del país, los ferrocarriles -“ferrocarriles pobladores”, los
llamaba Carvajal- han reafirmado la natural configuración lineal del sistema de ciudades del tercio central del territorio chileno.
viii
Carlos CARVAJAL MIRANDA, La arquitectura racional en las futuras ciudades como solución práctica al problema de la
población. Ed. Barcelona, Santiago, 1912.
ix
Carlos CARVAJAL Miranda. Reformas necesarias a la ley de habitaciones para obreros. Imprenta Kosmos, Santiago, 1913.
x
Hilarión GONZÁLEZ DEL CASTILLO. La Ciudad Lineal en Chile en Revista de Ciudad Lineal, Madrid, Nº 500, pp. 369-372.
Otros artículos relacionados con el tema en el mismo año son: “El proyecto de transformación de Santiago” en Revista Zig-Zag,
Santiago de Chile Nº 398 y “La transformación de Santiago” en el diario El Mercurio, Santiago. Asimismo “La Ciudad Lineal en
Chile” en Revista Ciudad Lineal, Madrid, Nº 796, p. 3 - 5. Esta publicación -editada con algunas interrupciones entre 1897 y 1932,
primero como diario y después como semanario- constituye la primera publicación europea especializada en temas urbanísticos. La
Revista alemana Der Stadtebau y la inglesa Garden Cities se publican a partir del año 1904.
xi
Hilarión GONZÁLEZ DEL CASTILLO, op.. cit. 6
xii
Jorge EDWARDS, El patio, Santiago de Chile. Eds. Ganimedes, p. 21.
xiii
En los años veinte, el futuro Presidente de la República Pedro Aguirre Cerda se interesa en las propuestas de Carvajal. Sin
embargo, su fallecimiento el año 1941 y el consiguiente cambio de gobierno, conspiraron en contra de la aplicación de los proyectos
lineales, en un momento en que la Administración central estudia la conveniencia de su aplicación.

Notas: Hilarión González del Castillo


xiv
De dicho folleto, publicado en los Anales del Instituto Ingenieros, de Chile, ha hecho recientemente el Sr. Carvajal una segunda
edición, con un prólogo escrito por D. Arturo Soria y Mata.
xv
Territorios cedidos por el Perú a Chile en la última guerra que sostuvieron ambas naciones en 1878.
xvi
En su notable folleto, dice textualmente el Sr. Carvajal: “La concepción de la Ciudad Lineal se presta admirablemente para
llevar a cabo este proyecto, en lo cual se imitaría a los Estados Unidos con sus ferrocarriles pobladores, que han fomentado
enormemente la riqueza, sobre todo en San Luis y Chicago. En lugar de destinar una zona aislada, a colonias
agrícolas, se podrían declarar de utilidad pública grandes extensiones de terrenos a ambos lados de los caminos, y
con la base de empresas comerciales y colonizadoras se venderían a los colonos nacionales y extranjeros con las facilidades del
caso, de dinero, locomoción y demás adelantos que hemos señalado. La chilenización de Tacna y Arica y los campos fiscales del
Sur, se podrían poblar de la misma manera y creo que nadie pondría en duda el éxito de estas empresas.” Páginas 51 y 52,
folleto citado.

“¡Qué más agradable para la madre patria ver, al saludo del nuevo siglo, que una de sus hijas copie la obra excelsa
de un español y la ofrezca como ejemplo a sus hermanas gemelas de América! No es una vana utopía pensar que
estas ciudades lineales servirán también más tarde para enlazar las ciudades actuales entre sí y convertirán la
superficie terrestre civilizada en una inmensa triangulación, cuyos vértices serán las ciudades puntos de hoy día y
cuyos lados lo formarían las ciudades lineales que unirán, por ejemplo, Santiago con Valparaíso, con Melipilla y con
San Bernardo, etc., y más tarde, en u n porvenir más remoto, la ciudad lineal se extenderá por todas partes como
una idea de paz, de progreso y de bienestar general; en todas partes igual y en todas partes diferente, variando según
la topografía del terreno, según el clima, según el suelo, según el cielo y según el carácter de sus habitantes. En todas partes será
Igual en la Idea principal, diferenciándose en los detalles; así, por ejemplo, las ciudades chilenas serán distintas a las argentinas, a
las bolivianas, a las peruanas, y así en las otras; pero en todas partes será aplicada como un sistema de urbanización muy distinto
al que se aplica hoy, dando así origen a ciudades más sanas, mas alegres, más cómodas y más en contacto con la naturaleza, de
la cual nos alejamos cada vez más. En los siglos venideros esas ciudades traspasarán las fronteras y unirán a Santiago con
Buenos Aires, con la Paz y con Lima y estas capitales con las otras de América, con lo cual se contribuirá más que con
tratados artificiales a hacer de la América una sola y gran familia americana, y será una hermosa realidad, por medio
de las ciudades lineales, el lema de la Asociación Sud-americana de la paz universal: «América para la paz”. Folleto
citado, páginas 53 y 54.

ESCUELA DE ARQUITECTURA USACH / DICYT 13

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