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MODULO 1.

LO PSIQUICO Y LO COMUNITARIO

ARANDA, N.
NASIO, J.D.
PIZZO, M.E.
RODRIGUEZ, A.
URBANO, A Y YUNI, J.
El proceso de constitución subjetiva se produce toda la vida, en
forma compleja y permanente.
No nacemos Sujetos, nos constituimos como tales en las redes
vinculares y en la trama socio-cultural de la cual pasamos a
formar/tomar parte.

La concepción y el nacimiento son acontecimientos biológicos que


determinan el comienzo de la vida, otorgan un lugar al individuo
dentro de la especie humana. Sin embargo devenir sujeto implica
trascender esa instancia básica a través de procesos complejos donde
se sientan las bases constitutivas de yo, principio básico de identidad,
reconocimiento, conciencia de sí mismo.

El sujeto se constituye en una red de interacciones dinámicas con el mundo


exterior y con su mundo interno.
El infans (*) en su desarrollo se caracteriza por la simultánea:

Inserción en la cultura
Constitución subjetiva

Proceso de Socialización:
Proceso de aquel que imprime sus matrices sobre la estructura del individuo. Esta
transferencia se hace efectiva por medio del ejercicio de la función
singularización: materna, la intromisión de la función paterna y el campo social.
Configuración de un sujeto
singular, único, en un marco
de intercambios regulados por
los ideales de la cultura.

Secundaria
Primaria

(*) del latín, “que no habla”


¿Cómo ingresa el niño a la cultura?
• Se produce un pasaje de la Biología a la Cultura a través de la FAMILIA.
• El desamparo del recién nacido, hace necesaria la presencia de otro auxiliar ya
que por sí mismo no puede ejecutar la acción necesaria para la subsistencia. El
bebé, a partir del llanto inicia la convocatoria precursora de la comunicación. La
acción especifica es realizada por el otro, que decodifica ese llamado.

Las transformaciones socio-históricas producen cambios en los roles de MUJER,


HOMBRE y NIÑO, dando lugar a nuevas configuraciones familiares.
Cambian las pautas de crianza y las modalidades vinculares, pero permanece la
necesidad de que alguien se ubique como garante y soporte del vínculo con el niño.
La familia humana es una estructura compleja. No reductible al hecho biológico, es decir, las funciones
paternas y maternas exceden el parentesco sanguíneo.
A través de ella, se transmiten ideales, identificaciones. Pero también es la encargada de la trasmisión de
satisfacciones y prohibiciones que permitirán luego, encontrar modos sustitutivos de satisfacción.

Freud (desde el psicoanálisis) platea que los lazos familiares se sostienen en la


inhibición de su fin sexual, lo cual se convierte en condición para el ingreso del ser
humano en la cultura.
La madre, que introduce la sexualidad en el niño, por la vía de construir un cuerpo
erótico, es también quien debe ser interdicta para incluirlo como integrante en la cultura.
Las prohibiciones estructurantes del andamiaje psíquico son incorporadas por el niño
a través de su familia.

Silvia Bleichamar (psicoanálisis) plantea que la función central de la familia es la


protección y cuidado de los más débiles para garantizarles un lugar en el mundo y un
desarrollo que no los deje librados a la muerte física o simbólica. Entiende la familia
como una relación “asimétrica” que determina la responsabilidad del adulto con
respecto al niño. El acento recae en la trasmisión de la ley y la asunción de los roles de
protección y asimetría.
Las instancias parentales cumplen diversas funciones. Entre ellas, la función materna y
función paterna son las más importantes.
Son dos funciones organizadoras básicas para quienes se posicionan como figuras
parentales.

Función materna o función de amparo y sostén (Otro primordial) : es el pasaje del cachorro humano a
infans. Comprende la tarea de asistir al recién nacido en su etapa de indefensión. Permite la
libidinización del cuerpo del bebé como fuente de placer y displacer que contribuye a fundar la
sexualidad infantil y la posterior constitución del yo.

El bebé experimenta necesidades biológicas para cuya satisfacción depende del Otro y de un contexto
que provea los recursos.
El Otro, a partir de la satisfacción de la necesidad introduce algo del orden vincular, pues supone un
agregado mas a la acción de nutrición.
Nutre, asiste, mima, acaricia, toca, abriga, habla e imagina a su bebé.

Esta función no se reduce a la procreación.

El contacto con el Otro instaura en el infans la Sexualidad. El exceso de tensión interna es el


motor de la energía psíquica, supone la ganancia de placer a partir de las zonas erógenas que ya
no quedan al servicio de la reproducción.
Función Paterna (simbólica de regulación e interdicción): representante del campo Social.
 Impide que el discurso materno cometa un exceso de interpretación.
 Constituye la intromisión de un tercero que rompe con la relación simbiótica y fusionante
de la madre (Otro) y el bebe.
 Brinda posibilidad de autonomía.
 Es el representante de los otros, de la ley, ofrece objetos sustitutos que acogen al infans
en un campo más amplio.
• Su función opera como organizador del psiquismo. comprende la función ordenadora de
los vínculos intersubjetivos, a través de los cuales se accede a lo simbólico, al lenguaje y
las pautas culturales.

Ambas funciones simbólicas son interdependientes y


se ejercen con independencia de los progenitores, se encuentran enmarcadas dentro del
campo social, difieren en cada tiempo histórico y en cada sociedad.

Pueden ser ejercidas por la madre, el padre (biológicos o no) o cualquier persona que tome a
su cargo los cuidados del niño constituyendo un vínculo significativo para con él.
Ciclos vitales
Presentan discontinuidad entre sí pero forman un ciclo evolutivo definido por el
contexto socio-cultural.
Cada ciclo manifiesta interdependencia recíproca y se constituyen en la condición
necesaria para habilitar al «yo individual» para el logro de adquisiciones
psicosociales.

Ciclo de la infancia y niñez.


Desde el nacimiento se da un encuentro socializante entre infans y padres (en un diálogo
performativo) mediado por el contexto socio-cultural  La cultura señala lo
normativamente correcto e incorrecto en relación al ejercicio de la función de crianza.

Durante la infancia, la madre establece intercambios de manera inédita y original con el


infans, pero prescripta, ya que median las reglas compartidas que condicionan esas
interacciones. Relevancia preponderante.
El desarrollo psicosocial se asienta en el crecimiento, desarrollo y maduración de las
distintas posturas corporales (de la posición supina a la marcha).
Durante la niñez, la presencia paterna cobra relevancia como figura de autoridad (permisos y
prohibiciones). La cultura mediante su ritualización, se valdrá de la figura paterna como aquella que
establece «lo juicioso» del accionar individual respecto del accionar colectivo.

Juego como manera de sustituir los impulsos de la actividad pre-genital, soporte para incorporar la
interacción y el intercambio con los otros en un contexto extrafamiliar.

Etapa preescolar: marcada orientación centrípeta hacia la construcción del yo.



Etapa escolar (entre los 6 y 12 años): marcada orientación centrífuga hacia la construcción de la
realidad exterior a través del conocimiento. Adormecimiento de la sexualidad, empleando esa
energía en el aprendizaje de nuevas habilidades y competencias.

Se caracteriza por la capacidad para realizar aprendizajes sistemáticos y la inserción en ámbitos extrafamiliares.
Etapa escolar

Cambios más destacados:

•Crecimiento físico y maduración del SNC.

•Desarrollo intelectual: consolidación de las operaciones concretas. Cobra


protagonismo la reflexión y cede la imaginación. Aumenta la capacidad de
concentración gracias a la atención selectiva.

•Desarrollo libidinal: periodo de latencia.


Etapa escolar
Periodo de latencia: Etimológicamente proviene del latín, significa lo que está oculto,
lo que se incuba ocultamente dentro de otra cosa sin mostrar actividad. Etapa de
olvido.

Período comprendido entre la declinación de la sexualidad infantil (5°


o 6° año) y el comienzo de la pubertad; representa una etapa de
detención en la evolución de la sexualidad. Durante él se observa,
una disminución de las actividades sexuales, la desexualización de las
relaciones de objeto y de los sentimientos (especialmente el
predominio de la ternura sobre los deseos sexuales) y la aparición de
sentimientos como el pudor y el asco y de aspiraciones morales y
estéticas. Según la teoría psicoanalítica, el período de latencia tiene
su origen en la declinación del complejo de Edipo; corresponde a una
intensificación de la represión (que provoca una amnesia que abarca
los primeros años), una transformación de las catexis de objetos en
identificaciones con los padres y un desarrollo de las sublimaciones»

(Diccionario de psicoanálisis Laplanche y Pontalis)


Etapa escolar - Latencia

Se trata del olvido de la sexualidad infantil. El niño olvida los juegos que realizaba
con sus genitales, comienza a avergonzarse. Aparece el pudor, el asco (diques
morales).
La sexualidad sufre una profunda transformación, sus intereses se dirigen hacia
afuera, mundo extrafamiliar, y dado que el latente no cuenta con la maduración
genital necesaria para el destino sexual, la sexualidad se sepulta hasta los tiempos de
la pubertad y adolescencia.

La pulsión sexual cede lugar a la pulsión epistémica, dando lugar a la pasión por
aprender.

Para que inicie este período debe instalarse el sepultamiento del Complejo de
Edipo, la represión de la sexualidad infantil y la aparición de nuevos destinos
de satisfacción gracias a la Sublimación.
Etapa escolar

Durante este periodo se establecen nuevas formas de relacionarse con los


otros. Se produce un pasaje del estado de dependencia familiar hacia la
independencia extra-familiar.

Aparece la función del amigo como objeto transicional, este mitiga los
rigores de la oposición familiar/extra-familiar, lo suaviza, funciona como
un articulador.

Nacen nuevas identificaciones, maestros instructores o pares que se


invisten libidinalmente. Estos modelos que provienen desde afuera
comienzan a quitarle protagonismo a las figuras parentales.
Ciclo de la adolescencia

Pasaje obligado que se extiende desde el fin de la infancia hasta la adultez.

Se puede pensar la adolescencia desde 3 puntos de vista:

Biología Advenimiento de un cuerpo maduro, sexuado,


(A.Puberal) capaz de procrear  Pubertad

Sociología Periodo de transición entre la dependencia infantil y


(A.Juvenil) la emancipación. Varía de cultura en cultura

Sufrimiento/malestar informulable e inconsciente, expresado por


Psicoanálisis
comportamientos impulsivos y no por palabras.
(A.Nuclear)

El adolescente no siempre puede hablar de lo que siente porque


no sabe bien identificarlo.
Advenimiento de la madurez genital y la orientación de las tendencias sexuales hacia un otro.

La presencia externa de los padres deja de tener carácter de imprescindible (han sido incorporadas a la personalidad).

Etapa donde se dan cambios de orden psicológico:

Sufrimiento icc, se puede manifestar en diversos grados e intensidades

Agitación adolescente entendida como una neurosis juvenil sana y


necesaria, ya que al terminar esta metamorfosis, se adueña de sí mismo y
afirma su personalidad.
MODERADO
También llamada neurosis de crecimiento. Es la repetición en la
adolescencia de la 1° neurosis de crecimiento (4/5 años, Complejo de
Edipo). «Normal anormalidad».

Principales síntomas:

•Angustia

•Tristeza

•Rebeldía
Puesta en acto de comportamientos peligrosos, impulsivos y
repetitivos, acompañado (a veces) por un sentimiento de
INTENSO omnipotencia e invulnerabilidad.
Se corren riesgos para ponerse a prueba y afirmarse.

Conductas riesgosas más frecuentes:

•Comportamientos depresivos

•Aislamiento

•Intentos de suicidio / suicidios logrados

•Poliadicción

•Trastornos alimentarios

•Pornografía

•Deserción escolar / ausentismo / fugas


EXTREMO Alteraciones mentales severas.

•Esquizofrenia

•Alteraciones obsesivas compulsivas

•Perturbaciones ansiosas o fóbicas

•Trastornos alimentarios

•Depresión
En cada categoría puede haber adolescentes que atraviesan una crisis aguda.

Crisis de adolescencia

Periodo intermedio de la vida entre la infancia y la adultez. Centrada


en el logro de una identidad personal y social.

Neurosis saludable de crecimiento

Adolescente en crisis

Comportamiento ya complejo, que se agrava


La adolescencia es un duelo

“Detrás de los comportamientos angustiados, tristes o rebeldes del adolescente


neurótico, se esconde en lo más profundo de él un lento, doloroso y sordo trabajo
interior de alejamiento progresivo del niño que ha sido, pero también de construcción
igualmente progresiva del adulto por venir”.

¿Qué es un duelo? Es un tiempo. Tiempo que hace falta para aceptar vivir con la ausencia definitiva
de aquel a quien amamos y que acabamos de perder.

El adolescente debe aprender a desligarse del niño viviente que ha sido y del universo familiar que
fue suyo, para ligarse poco a poco al recuerdo de su infancia.

Debe perder el cuerpo de niño y el universo familiar en el que creció,


conservar todo lo que sintió, percibió, quiso desde su infancia y
conquistar la edad adulta.

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