La novela (del italiano novella, noticia) es, según
la RAE, una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o en lances interesantes, de caracteres, de pasiones y de costumbres. La novela, por su carácter abierto, tiende a absorber a casi todos los géneros literarios, así como también echa mano de recursos de otras artes; en este sentido, puede incorporar para su estructura documentos, reflexiones filosóficas, poesía, fábulas, etc. Es ante todo una narración en prosa, lo cual la distingue de la epopeya y de la poesía narrativa. Cuenta una historia, o varias de ellas, es decir, una serie de sucesos encadenados en el tiempo desde un principio hasta un fin. La historia es ficticia, aunque se trate de una novela biográfica o autobiográfica. El novelista puede utilizar recursos como: manuscritos, cartas, confesiones, con el propósito de hacer dudar al lector si efectivamente han sucedido los hechos. Para contar la historia se pueden utilizar diferentes modos de narraciones: diálogos en estilo directo para mostrar la escena en el momento que se cuenta; narrar en pasado, resumir, extender mediante comentarios, narrar en primera o en tercera persona, etc. Según el modo que se adopte la historia producirá un impacto determinado y transmitirá la sensación de la vida que fluye. Con el empleo del monólogo interior los lectores pueden conocer la vida psíquica de los personajes o, mediante la descripción, conocerlos externamente, así como los lugares que los rodean. En la novela se usa una narrativa extensa: las novelas tienen, generalmente, entre 60.000 y 200.000 palabras, o de 300 a 1.300 páginas o más. Aquí radica la diferencia con el cuento. Existe una zona difusa entre cuento y novela que no es posible separar en forma tajante. A veces se utiliza el término nouvelle, noveleta o novela corta para designar los textos que parecen demasiado cortos para ser novela y demasiado largos para ser cuento; pero esto no significa que haya un tercer género (por el contrario, duplicaría el problema porque entonces habría dos límites para definir en lugar de uno). Hay otras diferencias entre novela y cuento: el relato aparece como una trama más complicada o intensa, con mayor número de personajes que además están más sólidamente trazados, ambientes descritos pormenorizadamente, etcétera. Es de ficción, lo que la diferencia de otros géneros en prosa como la historia o el ensayo. En prosa, lo que la separa de los relatos ficticios extensos en forma rimada. La novela tiene antecedentes antiguos con Homero en Grecia y Virgilio en Roma. Del mismo modo en la Edad Media existen algunos vestigios también con textos que no escritos en verso, pero que son cortos y dejan de cumplir así con la característica principal de la novela: su extensión. La novela moderna, como técnica y género literario está en el siglo XVII en la lengua española, siendo su mejor ejemplo Don Quijote de la Mancha (1605) de Miguel de Cervantes. Se considera como la primera Se inició como una sátira del novela moderna del mundo, Amadis, que había hecho ya que innova respecto a los que Don Quijote perdiera la modelos clásicos de la cabeza. Los defensores del literatura greco-romana Amadís criticaron la sátira como lo eran la epopeya o la porque apenas podía crónica. Incorpora ya una enseñar algo: Don Quijote estructura episódica según ni ofrecía un héroe al que un propósito fijo emular ni satisfacía con premeditadamente unitario. bellos diálogos; todo lo que podía ofrecer es hacer burla de los ideales nobles. Don Quijote fue la primera obra auténticamente anti-romance de este periodo; gracias a su forma que desmitifica la tradición caballeresca y cortés, representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela.