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Cómo hacer una tutoría en secundaria?

Funciones y objetivos clave de una


tutoría
La función tutorial forma parte de las labores del docente y
está estrechamente ligada a la orientación educativa. Realizar
tutorías de aula o individuales es una tarea más compleja de lo
que aparenta ser. Requiere por parte del profesor un trabajo de
evaluación constante de sus alumnos, la planificación de
actividades en el aula y desarrollar habilidades como la
flexibilidad, el diálogo asertivo y cierta intuición para
anticiparse a los conflictos.
La función tutorial: un imprescindible en secundaria
Antes de ejercer las funciones tutoriales de un alumno o un
grupo (clase), el futuro tutor necesita conocer a fondo a sus
futuros tutelados y el momento vital en que se encuentran.

La secundaria coincide con ese periodo de transición en el que


el alumno (entre 12 y 17 años) abandona la infancia para
convertirse en un adolescente y establecer las bases de su yo-
adulto del futuro. Sin duda, la adolescencia es una etapa
convulsa para el estudiante y para todos los adultos que le
rodean: familia y profesores.
Los objetivos básicos de la tutoría son los siguientes:

• Mejorar el rendimiento académico de los alumnos.


• Enseñar habilidades y técnicas efectivas para el estudio.
• Fomentar la buena convivencia dentro del centro y la adaptación del
alumnado a la vida escolar.
• Guiar a los alumnos para que descubran sus fortalezas y posibles
vocaciones de cara al futuro.
• Y, por último: atender, intervenir y asegurarse de que los programas
de actuación son óptimos para los alumnos tutelados con
necesidades especiales.
De aquí podemos extraer que el tutor se convierte para el alumno en un
mentor o referente durante el curso o todo un ciclo educativo.
El tutor de secundaria debe tener en cuenta, durante su
ejercicio tutelar, esos rasgos de personalidad que caracterizan
al alumno adolescente: la necesidad de autoafirmación, el
bajo control de las emociones, su impulsividad, la rebeldía, el
egocentrismo… Y, además, no puede olvidar tampoco que
estos cambios biológicos y psicológicos vienen acompañados
de un reto añadido: la nueva etapa de educación. Al alumno
de secundaria se le exigirá autonomía y responsabilidad en el
estudio, madurez emocional y la toma de decisiones sobre su
itinerario educativo. Dicho esto, cabe esperar que la tutoría en
esta etapa educativa sea de vital importancia para el desarrollo
personal y académico del alumno.
Principales actividades de tutoría en secundaria

A nivel individual: consisten en sesiones privadas con el alumno que


muestra dificultades de aprendizaje, problemas de conducta en el aula o
necesidades especiales.

A nivel grupal: el tutor tiene asignada (habitualmente) una hora a la


semana en el horario de clase para reunirse con su grupo y trabajar sobre
el programa tutorial establecido para el curso.
LA FUNCIÓN TUTORIAL, EN LÍNEAS
GENERALES, INTEGRA LAS SIGUIENTES
ACTIVIDADES:
Dar la bienvenida al curso y/o centro
Durante las primeras semanas de clase el tutor se centrará en informar a sus alumnos sobre los objetivos
del curso, las normas del aula y del centro, las dinámicas de evaluaciones y las expectativas puestas en
ellos.

Construir la historia de sus alumnos


El tutor necesita conocer a fondo el expediente de cada estudiante, los principales rasgos de su
personalidad, sus fortalezas y dificultades académicas, así como su estilo de aprendizaje y hábitos de
estudio. Por eso es necesario que se entreviste tanto con los alumnos como con las familias.

Coordinación con el resto del cuadro de profesores


De esta manera, se establece un punto de unión para recibir feedback sobre sus alumnos tutelados en
las diferentes materias: comportamiento, evaluaciones, cumplimiento de responsabilidades y tareas.

Mediar y asesorar
La acción tutorial también sirve para ayudar a los alumnos a resolver los posibles conflictos entre ellos
mismos o con el resto de los profesores. El tutor ofrecerá pautas para el diálogo; una visión objetiva del
problema; les guiará para su resolución; y, cuando estos conflictos versan sobre alguna materia,
transmitirá esta situación al docente responsable.
Orientación vocacional
Orientación y tutoría van siempre de la mano, pero especialmente en el cuarto y quinto curso de
secundaria, donde una parte de la labor del tutor será la de informar y asesorar a sus alumnos para
que elijan las materias optativas más acordes sobre lo que quieren estudiar en la carrera universitaria.

Educar en las emociones y el autoconocimiento


La tutoría es el espacio más indicado para potenciar en el alumno su desarrollo personal, es decir,
trabajar su autoestima, la metacognición, la motivación frente al estudio y la autocrítica constructiva.

Actividades preventivas y de carácter social


Las clases de tutoría también fomentan el clima adecuado para tratar temas sociales de actualidad
como los riesgos del consumo de drogas, el acoso o los peligros de las redes sociales. El tutor puede
trabajar estos contenidos haciendo uso de apoyos (vídeos documentales, películas o noticias de
actualidad en los medios de comunicación) y fomentando el debate en el aula. También puede
programar la visita de un experto en el tema para que participe en la hora de tutoría.

Por último, solo añadir que, si bien es necesaria una buena programación de la labor tutorial, la
flexibilidad a la hora de llevar a cabo la tutoría es básica para potenciar la comunicación y la
participación del alumno.

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