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Charles Correa:

Arquitecto Hindú (1930) galardonado con la


Royal gold medal in architecture (RIBA) Doctor
Honorífico universidad de Michigan Master en
Arquitectura del M.I.T. su desafió principal ha
sido el desarrollar una arquitectura adaptable a
las condiciones culturales y económicas de su
país, con proyectos en los cinco continentes
plantea la posibilidad de la que el llama
“arquitectura nómada”. Trabaja con los
materiales de cada región adecuándolos a las
condiciones tecnológicas de la
contemporaneidad.
Entre los árboles de un lote cerca
del mar, en las tierras bajas de
Costa Rica, donde la temperatura
es del orden de 32 o centígrados y
la humedad relativa propia del clima
tropical, se diseñó esta casa para
fines de semana. La zonificación
vertical es una interesante
alternativa que permite buscar altura
para encontrar las mejores brisas y
la frescura. La vista lejana del mar
se disfruta desde el nivel superior.
En la tercera planta está el espacio
para las hamacas y la siesta y
también para socializar, en la
segunda planta los dormitorios y en
la planta baja, el espacio abierto
para la cocina, el comedor y la
terraza cerca de la vegetación. 
Desde el contacto con el suelo y la
vegetación baja, se pasa al espacio
abierto en contacto con el follaje de
los árboles del tercer nivel y la
amplitud del paisaje. Aquí se
disfruta de la suave brisa que en
esa zona cambia de dirección
constantemente.
El segundo nivel es mas íntimo y
recogido por lo tanto más cerrado.
En esta casa es el techo el que da
el carácter a la arquitectura y la
define como de la latitud tropical.
Una estructura de 4 postes sostiene
el techo de materiales livianos. La
sombra de los grandes aleros
garantiza que los rayos solares y el
brillo de la luz se alejan de la casa
creando una atmósfera de sombra
La propuesta arquitectónica fue
envolver el edificio en un
microclima por las fachadas norte y
sur. Las fachadas este y oeste son
cerradas. Mediante parasoles
horizontales alivianados por
perforaciones y con enredaderas
azules colgantes, se logra el
objetivo de refrescar la fachada de
vidrio.
Una separación de 80 cms en
promedio entre el vidrio y la piel
bioclimática es suficiente para
modificar el efecto térmico de la
incidencia del sol, bajando la
temperatura sin afectar el nivel de
iluminación. Con este recurso de
diseño es posible evitar la
climatización artificial e iluminar las
oficinas naturalmente, lo que
redunda en un ahorro energético
importante.
Construido en un terreno de muy
baja capacidad de soporte, fue
necesario diseñar una fundación
flotante, con una losa de concreto
armado de 60 cms de espesor y
reducir las cargas puntuales. Los
muros de los extremos tienen
como función absorber los
esfuerzos del cortante en el caso
de sismos. Los vientos del N-E
pueden ser muy incómodos en los
meses secos. La piel bioclimática
ayuda a reducir su velocidad, lo
que permite abrir las ventilas. La
ventilación cruzada barre de lado
las plantas libres y asegura un
agradable el bienestar en el
interior.
En nivel superior están las dos
oficinas de la gerencia y la sala de
reuniones, disfrutando de vistas
panorámicas y de la terraza
arbolada
En este caso los parasoles
cumplen la funcion de
proteccion de la fachada y el
techo desaparece. Los
materiales son baratos y
gracias a su correcta
aplicación se realzan,
mejorando su apariencia. La
densidad es alta, más de
350 personas trabajan
frente a sus pantallas y
aisladas en sus cubículos.
Las vistas panorámicas, las
sombras de los árboles y el
verde contribuyen a crear
una atmósfera que
compensa la concentración
en las pantallas de las
computadoras.
El cliente desafió a un reto complicado: lograr un edificio de US$400 el
m2, con áreas públicas acabadas y fachadas diseñadas y el resto en
obra gris. Para lograr este difícil objetivo, se diseñó una estructura
prefabricada de concreto modulada en 10 x 10 m, forrada con una
fachada diseñada especialmente.
Como esta solución genera una radiación muy alta y por ende una
temperatura elevada al interior, se forró la fachada con una envolvente
vegetal cuya función es refrescar las paredes, mantenerlas en sombra
y reducir la carga térmica. Las aceras empedradas se mantienen
húmedas para disminuir el calor de las paredes.
Se capitalizan los reflejos, difíciles de captar en fotografía, como
imágenes clonadas del mismo edificio o del entorno, que se proyectan
sobre las superficies brillantes y que enriquecen la experiencia
espacial, saturándolo de imágenes simultáneas e insólitas.
Las plantas trepadoras son thumbergias grandifloras que no pierden la
hoja y sus flores lilas permanecen todo el año. En ocho semanas
algunas de ellas habian crecido hasta el nivel del tercer piso.

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