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Ética y

democracia.
La democracia como valor.
El valor de la democracia:
su núcleo moral mas allá de
la utilidad.
• La revalorización de la democracia requiere
un proceso de maduración, tanto de
instituciones como de mentalidades, a
través del cual se llevara a cabo su
extensión, profundización y radicalización.
• La democracia supone procedimientos, normas
y reglas que sirven para conseguir ciertos
fines.
• La democracia tiene un incuestionable valor
ético en cuanto a la dignidad de los
individuos.
• La democracia es un sistema de
funcionamiento y legitimación del poder
de un estado de derecho caracterizado
por la soberanía popular y su
representación parlamentaria, así como
por la división de poderes, al igual
que por la participación ciudadana en
la elección y control de quienes hayan
de ejercerlos.
• La democracia se caracteriza por
operar conforme a “la regla de la
mayoría”. No hay democracia sin la
regla de la mayoría, pero no solo la
regla de la mayoría hace la democracia.
• Junto a la regla de la mayoría se debe
exigir dicho respeto por la minoría.
Legitimación democrática
del poder y legitimidad
moral de la democracia.
• Desde el núcleo moral de la
democracia, en el que
radica su valor, se
comprende que ésta es un
sistema para organizar el
ejercicio del poder, su
funcionamiento control y
legitimación.
• El reconocimiento de la
democracia se origina en una
legitimidad moral.
• El cumplimiento de las normas y
la participación del pueblo en
el ejercicio de la democracia
minimiza el dominio del poder
político, lo cual se encuentra
en constante vigilancia
crítica.
• La legitimidad es la aceptación del
poder político en la sociedad como un
poder constituido.
• Los factores que determinan esta
aceptabilidad, como la eficiencia,
están relacionados con la
legitimidad, ya que si no se cumplen
se puede perder.
• Actualmente, las crisis de gobernabilidad
no sólo se deben a la relación
legitimidad-eficiencia, sino a un
desajuste entre la legitimidad moral y la
legitimidad política. Esta discordancia
se puede ocasionar por casos de
corrupción o escándalos.

• Todo esto se traduce en la escasa


credibilidad de los políticos, las altas
tasas de abstinencia y la baja aceptación
del sistema.
• La legitimidad está inscrita en
el campo entre la moralidad y la
legalidad, de manera que puede
considerarse como el puente
entre ambas.

• La legalidad es fuente de
legitimidad. A su vez, la
legalidad debe su legitimidad a
los procedimientos conforme se
elaboró en su momento.
• Estos procedimientos de elaboración
conllevan la aceptación de los
principios morales básicos
susceptibles de ser compartidos por
todos; son principios de validez
universal.

• Dichos principios son el núcleo moral


de la democracia o el soporte ético
político de su configuración como
estado de derecho.
Hacia una democracia avanzada: El
Estado
social y democrático derecho.
• La constitución de 1978 traza para España una democracia avanzada.

• Los derechos humanos son la base fundamental de la Constitución


española.

• Es propio del estado de derecho la división de poderes: legislativo,


ejecutivo y judicial. Y la supeditación de todos ellos al imperio de la
ley. Esta es la aportación fundamental del republicanismo liberal a la
democracia moderna, cerrando el paso a los abusos del poder tanto
por los limites y contra pesos que unos poderes ejercen respecto a
otros como por la sujeción de todos al principio de la legalidad .

• El estado de derecho es esencialmente democrático, viene reforzado


en la Constitución al precisar que la soberanía reside en el pueblo
español del que emanan los poderes del estado.
• Derechos civiles y políticos (1ª generación). Se expresa a través de los
partidos políticos que la misma constitución reconoce como
instrumentos fundamentales para la participación política y a los
cuales exige una estructura interna y funcionamiento democráticos.
• Se refleja en la Constitución la pretensión de democracia avanzada al
añadir normativamente el carácter de social al estado democrático de
Derecho.
• Derechos económicos y sociales (2ª generación). La atención a las
necesidades de empleo, sanidad, educación, vivienda, seguridad
social, en beneficio a los sectores menos favorecidos que definen lo
propio de un estado social, dan mayor profundidad y efectividad a la
democracia suponiendo un avance en y desde la democracia liberal.
• Como en la democracia todos son afectados por lo que resulte de las
decisiones que se tomen, todos cuentan con la misma autoridad para
hacer valer como ciudadanos.
• La soberanía popular es la capacidad de dar leyes atribuida en origen
exclusivamente al pueblo. Una democracia avanzada ha de ser por fuerza
una democracia participativa.
• La democracia política en nuestras sociedades es viable como
representativa lo que no excluye formas de democracia directa
(referendos) para cuestiones puntuales decisivas.
• El logro de una democracia participativa depende en gran medida de los
cambios que se vayan propiciando.
• La educación es crucial para consolidar una cultura de los derechos
humanos enraizar en los individuos e irradiar por el entramado
sociopolítico la moral democrática que puede alentarla.
La necesidad de una moral
democrática.
- La democracia necesita instituciones y leyes, también le
conviene un determinado marco sociocultural y cierta base
económica; sin embargo, la idea de la democracia está
incompleta sino hablamos de determinadas actitudes morales por
parte de los individuos que participan en estos procesos
democráticos.

- La vida democrática necesita de valores morales, sin los


cuales perdería su sentido y sin los cuales se bloquearía su
dinámica.

- Las buenas instituciones políticas democráticas favorecen


que haya buenos ciudadanos, sin embargo, no lo garantiza. Por
otra parte, una condición de buenos ciudadanos tampoco
garantiza una buena marcha de las instituciones.

- No valen los planteamientos objetivos que ponen toda su


confianza en las instituciones, ni tampoco los planteamientos
subjetivos que ponen toda su fe en los solos individuos.
Del “compromiso dialógico” a la
“moral constitucional”.
• La moral democrática será, pues, la moral que necesita de un
sistema que no puede funcionar sino existe un mínimo de buena
voluntad por parte de los individuos.
• Por ejemplo, en una sociedad de malhechores, nunca podría
existir una verdadera y legítima democracia, por más que se
utilizaran ciertas formas democráticas.
• Un núcleo moral siempre tiene relación con el respeto
incondicional a las personas en su dignidad y eso es lo que
vitaliza las formas de la democracia.
• El valor moral en la democracia se despliega (visto desde los
participantes) a partir del compromiso dialógico, en el que
se tiene un punto de arranque en la voluntad del diálogo.
• La ética discursiva o dialógica constituye a reforzar con
argumentos la normatividad ética que entraña la democracia,
en especial ese mínimo obligante para todos que constituye su
núcleo moral, susceptible de entenderse como moral
constitucional.
Moralidad política y
eticidad democrática: moral
personal y ética social.
- Hablando de una moral democrática surgen
diversas opiniones, pues se alzan voces de la más
diversa procedencia.
- Así surge la necesidad de una re-moralización
de la política, una regeneración de la vida
pública o una revitalización de la democracia.
- Todos tienen motivo para estas apelaciones pero
no todos se refieren a lo mismo. Es necesario
dialogar y encontrar las coincidencias, lo cual
llevará a una salud y calidad ética de nuestra
democracia y de nuestra vida como ciudadanos.
La distorsionada
contraposición entre
“moral pública” y “moral
- Al hablar de moral democrática, lo usual es
privada”.
entenderla como una moral pública pensando en la
relación que tiene una persona con los demás,
dejando a un lado su vida privada.
- No excluye que cada quien tenga su moral privada,
es decir, criterios y principios que afectan a la
vida particular de cada persona. Se afirma que al
hablar de una sociedad democrática, solo importa lo
que en la vida de los individuos tiene que ver con
su actividad pública.
- No se puede prescribir para todos un determinado
modo de vida buena, es derecho de cada cual buscar
a su modo la felicidad; solo se establece un
limite: que cada uno desde su libertad no
entorpezca ni anule la libertad de los demás .
¿Moral privada o moral
pública?
• Definición
• Origen de la distinción entre ambas
• Problema de tener 2 morales (doble
moral)
– “Cuando el entorno y los intereses
particulares inducen a los individuos
en una sociedad burguesa capitalista
que hace del juego de doble moral su
especialidad, para instalarse con buena
conciencia, en la incoherencia entre
los que se dice y lo que se hace.”
Nuevos Enfoques
• Apoyado en la interrelación
individuo-sociedad
• “Paradigma ético Dominante”
Entre racionalidad estratégico-
instrumental (ciencia social) e
Irracionalidad (apoyados en sentimientos
o fe).
• Moral de máximos (Inst.. religiosas o
políticas)
• Universalismo Moral
Consecuencias de tomar una
posición
• Contra el Relativismo
– Ocasiona absolutismo moral
• Pluralismo
– Sólo toma una ética
universalista
3.3.2 La moral democrática:
moral cívica y moralidad
política de los individuos

• La importancia de la moralidad política


reside en que la moralidad es competencia
de los individuos únicamente porque
solamente ellos pueden ser morales y en
que la existencia de los individuos es
social y mediada políticamente. Por esto,
ningún individuo puede apartarse de la
dimensión política que conlleva su
existencia.
Moralidad política
• Tiene su núcleo en las normas
interiorizadas de manera
efectiva por los individuos y
corresponden con los valores
básicos de las instituciones
democráticas y del
ordenamiento jurídico que
surge de ellas.
• Ya que la moralidad y la legalidad
están relacionadas hay que recordar
que la legalidad pone en marcha
regulaciones coercitivas para dar
efectividad a esos valores básicos
porque no se puede confiar en la
buena voluntad de los individuos.
Estas regulaciones coercitivas
llevan siempre una justificación de
alguna fuente formal del derecho.
• La moralidad va por delante del
derecho porque es necesaria para
éste si se busca dirigir la
realidad hacia una mayor
justicia y progresar hacia una
ética más elevada.
• La moral cívica resulta de la
unión de los individuos desde el
plano de la moralidad política
sobre el mínimo ético común.
• La democracia por ella sola,
sin los individuos (que son
los ciudadanos en los que
radica la soberanía popular y
la posibilidad de su sentido
moral) no es nada, por eso se
debe educar para asumir una
moralidad política.
3.3.3 Moralidad y dimensión ética
de la realidad sociopolítica. La
referencia crucial de los
derechos humanos.

• Si la moralidad es propia de sujetos


humanos, no hay que olvidar que la
acción de éstos se enmarca en una forma
de vida correspondiente a una
determinada comunidad.
• El peso que tienen las instituciones
políticas incide en la dirección de la
dinámica social y los rasgos de vida
del modo imperante en una sociedad.
Moral y dimensión ética de la realidad
socio política. La referencia crucial de
los derechos humanos
• El principio de justicia es el que orienta a una
practica colectiva encaminada hacia niveles más
altos de emancipación; Esta misma depende de una
moral democrática.

• La moral democrática desde el punto de vista


socio psicológico se refiere a que la gente
tenga un carácter democrático

• Si se incrementa la vigencia social


(comportamiento según la moral democrática), se
presiona a favor de una eficaz vigencia jurídica
positiva de ciertas normas con validez ética
• De esta forma tendremos una legalidad
socialmente respaldada con un núcleo moral
• Se configuran instituciones democráticas
orientadas a la exigencia incondicional de
respeto, asegurando así con el peso de la ley
una vida digna
• Los derechos humanos son los que se pueden
considerar como la lista universal que indica
por donde ha de transcurrir ese mínimo ético.
• El primer compromiso para una moral
democrática es velar activamente por
el respeto a los derechos humanos de
todos, procurando las condiciones de
vida digna exigidas por la humanidad
de cada uno.

• El primer objetivo pedagógico para


una moral democrática, es educar en
el respeto a los derechos
universales, que es educar para la
libertad, la igualdad, la justicia y
la paz.
• Para abordar tal educación es
insoslayable afrontar preguntas como:

• ¿Qué talante hay que potenciar para que


socialmente madure un verdadero ethos
democrático?

• ¿Qué valores han de adquirir densidad


existencial en las biografías
individuales para que pueda
incrementarse y radicalizarse la
democracia en sentido emancipador?

• ¿Hacia donde y conforme a que valores


orientar desde un punto de vista moral
la transformación social necesaria?

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