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Son efectos de comercio, las

obligaciones o pro-mesas que por


escrito se hacen los comerciantes
entre sí, de pagar cierta suma de
dinero en plazo determinado, y los
cuales pueden pasarse por endoso
de unas a otras personas.
El endoso de los efectos de comercio,
consiste sencillamente en la
transferencia que su tenedor escribe y
firma al respaldo de los mismos a
favor de otra persona, la cual queda
por este hecho con el carácter de
dueña del documento y en
disposición de cobrar su importe;
siendo de advertir que esas
transferencias o endosos pueden
repetirse indefinidamente, con lo
cual pueden pasar los créditos por
muchas manos en breve plazo y
con ello verificar-se numerosos
cambios en los mercados.
Los efectos de comercio, por su
condición de documentos a la
orden, representan un verdadero
progreso respecto de los vales y
las escrituras, porque hacen la
transferencia de los créditos sin
necesidad de renovar los contratos
con requisito embarazosos.
Los efectos de comercio pueden ser
muy diferentes por su contenido,
pero todos se asemejan mucho en
su forma. Los principales son : las
letras e cambio ; las libranzas de
giro; los pagarés a la orden ; los
warrants de depósito y otros títulos
endosables.
La letra de cambio es el más
importante de todos los documentos
a la orden, por sus efectos
económicos; consiste en el mandato
que una persona hace a otra de que
pague a una tercera cierta cantidad,
en lugar distinto del de la
expedición.
La libranza de giro es muy semejante a
la- letra de cambio, pues también consiste
en el encargo que una persona hace a
otra, residente en punto distinto, de que
pague a una tercera cierto valor recibido;
pero es más sencilla en sus formalidades
y carece de algunos de sus esenciales
requisitos.
Los pagarés a la orden son las obligaciones
que suscribe una persona de pagar en su
domicilio, por sí misma a otra persona, cierta
cantidad en plazo determinado. Los warrants
de depósito son los documentos u recibos que
acreditan la estancia de mercancías en los
docks, almacenes o depósitos generales de
comercio, las cuales pueden ser vendidas sin
necesidad de sacarlas del establecimiento, con
tal de hacerse constar las variaciones de dueño
por medio de endosos.
Las diferencias más esenciales que distinguen
entre sí estos efectos de comercio, son : que las
letras y libranzas son expedidas en un lugar y
por una persona, para pagarlas en distinto
lugar y por distinta persona, en tanto que los
pagarés son satisfechos en el mismo punto y
por el mismo individuo que los expide, y los
warrants representan el título de propiedad de
géneros almacenados, que pueden enajenarse
sin mudarlos de local.
Los resultados económicos de los efectos
de comercio son de la mayor importancia
para la prosperidad industrial, el
desarrollo mercantil y el fomento de la
riqueza pública ; pues entre sus inmensas
ventajas, figuran principalmente : la de
poder los fabricantes y comerciantes
cobrar y pagar en otras plazas el importe
de sus negocios,
sin necesidad de hacer el transporte efectivo
del numerario, economizándose con ello
tiempo, gastos y peligros; la de poder dar un
empleo lucrativo a los capitales disponibles; la
de facilitar las transacciones mercantiles y
hacer más activo el giro de las mercancías ;
por el carácter endosable o transmisible que
tienen estos documentos, sustituyendo a la
moneda en su circulación ; y la de propagar a
otros pueblos, Estados y continentes, las
maravillas del crédito.
El uso general y frecuente de los
documentos de crédito ha dado origen a una
nueva industria, que es la del comercio de
las letras de cambio, la cual estudia el curso
del mercado, ejecuta todas las operaciones
de giro o descuento, y compra o vende las
letras por un precio igual, mayor o menor
que la cantidad metálica que representan.
El origen de las letras de cambio es antiquísimo, pues
además de que el pensamiento de entregar cierta cantidad
de dinero en un punto para recibirla en otro debe ser muy
remoto por su mucha sencillez, existen algunos datos
históricos que acreditan su antigüedad, como el testimonio
de Isócrates, según el cual un cliente suyo recibía dinero
en Atenas, que su padre pagaba en Ponto; y según también
lo escrito por Cicerón, en una de sus cartas, preguntando a
Ático si el dinero que necesitase su hijo, que estaba en
Atenas, podría remitírselo desde Roma por medio del
cambio ; cuyas citas demuestran la existencia de las letras
comerciales entre los griegos y romanos, siendo además
muy posible que también las conociesen los fenicios.
Algunos creen que la aparición de las letras de
cambio tuvo lugar en la antigua Grecia ; otros
creen que fue en la época del poderío de los
árabes ; otros sostienen que las descubrieron
los judíos para ocultar sus riquezas cuando en
el siglo XII fue-ron perseguidos en Francia ;
otros afirman que las inventaron los gibelinos
para trasladar sus bienes al extranjero cuando
en el siglo XIII fueron acosados en Toscana, y
otros suponen que las originó el deseo de eludir
el rigor de las leyes fiscales cuan-do prohibían
en la Edad Media la exportación de la moneda.
La opinión más generalmente admitida es
que las letras de cambio, reducidas a la
sencilla operación de la orden dada de un
lugar a otro para pagar a un tercero, se
conocen desde la más remota antigüedad;
pero revestidas de las formalidades,
condiciones y endosos que determinan
actualmente las leyes, sólo se conocen
desde el gran movimiento comercial que
se inició a últimos del siglo XV y en los
albores del XVI.
Los diversos signos de la moneda acusan
notables diferencias que les distinguen
entre sí, o sea a unos de otros.
El conjunto de todos los signos presenta a
su vez esenciales diferencias que les
distinguen de la moneda.
Las diferencias que principalmente
distinguen los signos entre sí, son las
siguientes :
1.a Los signos metálicos se diferencian de los signos en
papel por su propia naturaleza, o sea por la materia de
que están formados, pues aquéllos son de metal y
éstos son de papel. Se diferencian también en que los
metálicos tienen algún valor real, aunque sea muy
inferior al nominal, merced al que posee por sí mismo
el cobre, bronce o níquel de que estén compuestos ;
mientras que los de papel carecen en absoluto de
valor real o le tienen casi nulo, puesto que su materia
componente es sólo un pedazo pequeño de papel, que
nada vale desde el momento en que carece de
confianza, de seguridad o de crédito.
2.a Los diversos signos metálicos se
diferencian unos de otros por los
diversos metales de que están
fabricados, y también por el valor
intrínseco que tiene cada uno de ellos.
3.a Los signos en papel se diferencian
unos de otros por las diversas
condiciones, cláusulas y obligaciones
que son peculiares a cada uno de ellos,
según que sean letras, pagarés,
warrants, etc.
Las diferencias que principalmente
distinguen los signos de las monedas,
son las siguientes:

1.0 La moneda posee siempre un valor real o


intrínseco, constituido por la cantidad de
metal precioso de que está formada, mientras
que el signo carece en absoluto de ese valor,
o le tiene en cantidad pequeñísima.
3.0 La moneda tiene un valor nominal
que se aproxima mucho al valor real,
puesto que la des-proporción entre
ambos está constituida por los gastos
de acuñación; mientras que el signo
tiene un valor ficticio, muy distante del
verdadero.
4.0 La moneda es el intermediario
ordinario de los cambios, mientras
que el signo es un recurso de que se
valen los pueblos para hacer frente a
sus necesidades apremiantes.
5.0 La moneda es casi una medida del
valor, por-que el oro o la plata de que
está fabricada sufren ligeras
alteraciones, mientras que el signo está
muy sujeto a los vaivenes u
oscilaciones del crédito v carece por lo
tanto de la utilidad que da a la moneda
su valor efectivo.
6.0 La moneda lleva siempre en sí
misma, como garantía, la prenda de
su valor efectivo o equivalente,
mientras que el signo se acepta por
pura confianza y no lleva consigo
su prenda, garantiza ni
equivalencia.
LOS VAUCHERS EN LA
INDUSTRIA TURISTICA
Se trata de efectos de comercio que el
uso y la costumbre han desarrollado
en la industria turística y hotelera, y
su fundamento se encuentra en la
letra de cambio, por lo que en
ausencia de toda otra disposición
legal, se le aplicaría las disposiciones
de la letra de cambio de forma
supletoria.
Este efecto de comercio se realiza de la siguiente
manera: Una Agencia de Viajes que
denominaremos emisor, da la orden a un
establecimiento hotelero o de servicio turístico,
(puede ser un ren- car, una agencia de viajes, un
restaurante) la orden de suministrar a un cliente
determinando (beneficiario) los servicios que se
consignan y son especificados de forma
detallada en dicho bono o cupón, que constituye
el receptor u obligado a cuenta del emisor.
Este efecto de comercio puede
comportar diversas modalidades:
a) pre-pago, el emisor, puede haberle
prepagado al establecimiento contra
el que se gira y ordena la prestación
de los servicios requeridos a serle
brindado al beneficiario;
b) Sistema de crédito, el emisor mantiene
una cuenta de crédito corriente con el
obligado a prestar el servicio, y los costos
que ya han sido pactados de ante mano
entre el emisor y el emitido, son cargados a
esta cuenta, para su prestación o cobro en el
plazo que las partes hayan acordado debe
efectuarse el mismo y no podrá exceder de
30 días contados a partir de la presentación
para el pago de la factura correspondiente.

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