Actor: EFRAIN CAMPO TRUJILLO Demandado: NACIÓN – MINISTERIO DE JUSTICIA
LENNIN RICARDO SOLIS NARVAEZ
Sentencia 30 HECHOS: - El 10 de febrero de 1981 Graciela Salazar de Montaño confirió poder al doctor Gerardo María Cabezas Muñoz para que formulara demanda contra Cecilia Pinzón. - El 30 de noviembre de 1983 el doctor Cabezas Muñoz sustituyó el poder al doctor Efraín Campo , a quien el Juzgado Segundo Civil del Circuito de Popayán le reconoció personería el siguiente 9 de diciembre. - El 30 de julio de 1984, mediante escrito dirigido al Juez Primero Civil del Circuito de Popayán, el doctor Cabezas Muñoz reasumió el poder y en la misma fecha le solicitó al Juzgado Segundo la práctica de algunas pruebas, petición que atendió este juzgado el 14 de agosto siguiente. - El Juez Primero Civil del Circuito avocó el conocimiento del proceso el 8 de noviembre de 1985 , por cuanto el Juez Segundo se declaró impedido mediante auto de octubre 28 de 1995. - En el referido auto de noviembre 8 de 1985, el Juez Primero dispuso que, una vez ejecutoriada la providencia, el expediente debía entrar a despacho. - Sin embargo, tal orden sólo vino a cumplirse el 19 de agosto de 1986, para resolver sobre la solicitud de perención del proceso presentada en julio 26 de 1986. - El 24 de octubre de 1986, cuando ya se había presentado la solicitud de perención, el doctor Gerardo Cabezas dirigió al juzgado el escrito visible al folio 13, en el que comunica que reasume el poder. - La perención del proceso, negada inicialmente por el juzgado, fue decretada por el Tribunal Superior de Popayán el 16 de marzo de 1987, disponiendo en la misma providencia que se investigara disciplinariamente al doctor Efraín Campo Trujillo - El Juzgado Primero Civil del Circuito de Popayán certificó el 9 de mayo de 1991, con destino a la Sala Disciplinaria del Tribunal Superior de esa ciudad, que al doctor Campo Trujillo se le reconoció personería como abogado sustituto el 9 de diciembre de 1983; que mediante memorial del 24 de octubre, el doctor Gerardo Cabezas reasumió el poder y que durante ese lapso no se registra ninguna actuación realizada por el doctor Campo Trujillo. - La Sala Disciplinaria del Tribunal Superior de Popayán, mediante providencia de octubre 22 de 1991, absolvió de todo cargo al doctor Campo Trujillo. - El 30 de abril de 1992, la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura revocó la decisión y sancionó al doctor Campo Trujillo con tres meses de suspensión en el ejercicio de la profesión de abogado. - El doctor Campo Trujillo cumplió la sanción a partir del 18 de agosto de 1992 PROBLEMA JURIDICO
¿ Cuál es la autoridad llamada a
definir los casos en que existe un error jurisdiccional? La Corte señala que la Constitución ha determinado un órgano límite o una autoridad máxima dentro de cada jurisdicción, así, para la jurisdicción constitucional se ha previsto a la Corte Constitucional, para la ordinaria a la Corte Suprema de Justicia, para la contencioso administrativa al Consejo de Estado y para la jurisdiccional disciplinaria a la correspondiente sala del Consejo Superior de la Judicatura. EL ERROR JUDICIAL La Corte señala que “el error jurisdiccional debe enmarcarse dentro de los mismos presupuestos que la jurisprudencia, a propósito de la revisión de las acciones de tutela, ha definido como una vía de hecho”, pues “no puede corresponder a una simple equivocación o desacierto derivado de la libre interpretación jurídica de la que es titular todo administrador de justicia. - El artículo 66 de la Ley 270 de 1996 define el error judicial como el “cometido por una autoridad investida de facultad jurisdiccional, en su carácter de tal, en el curso de un proceso, materializado a través de una providencia contraria a la ley”,
- El inciso 1º del artículo 90 de la Carta dispone que “el Estado
responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean imputables, causados por la acción o la omisión de las autoridades públicas Sólo excepcionalmente será admisible la responsabilidad patrimonial del Estado derivada del error judicial cometido por las altas corporaciones de justicia y demás tribunales y juzgados en los eventos en que éste sea absolutamente evidente y no se requiera realizar ninguna labor hermenéutica para hallarlo configurado. Es la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura, con el mismo nivel jerárquico de las demás jurisdicciones, es entonces que sus decisiones deben interpretarse como verdaderas sentencias y no como actos administrativos por lo tanto, cuentan con la misma fuerza y efectos jurídicos que aquellas que profiera cualquier otra autoridad judicial. CASO CONCRETO El término para la perención se cuenta “a partir del día siguiente al de la notificación del último auto” (art. 346 C.P.C.), la anormal terminación del proceso se produjo por la inactividad posterior, en todo caso, al auto de pruebas dictado el 14 de agosto de 1984, atendiendo la solicitud que como apoderado principal formuló el doctor Cabezas Muñoz el 30 de julio del mismo año. Tal petición implicaba la reasunción del poder y, por lo mismo, la revocatoria de la sustitución (inc. 3º del art. 68 C.P.C.) a partir de esa fecha. La perención se produjo por la inactividad observada con posterioridad al auto del 14 de agosto de 1984 y para esa fecha el doctor Campo Trujillo ya no ostentaba la calidad de apoderado sustituto, es evidente el error en que incurrió la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura en la sentencia del 30 de abril de 1992 en cuanto le dedujo responsabilidad al demandante por su negligencia, que “produjo la inercia del proceso y dio lugar a la declaratoria del fenómeno de la perención”
Si bien el error fue determinado por la equivocada
certificación expedida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Popayán (fl. 2), esta circunstancia no exime de responsabilidad al Consejo Superior de la Judicatura que, sin duda, había sido advertido de la irregular situación El error judicial se cometió debido a una errónea certificación expedida por el juez civil frente a los tiempos en discusión para que operara el fenómeno de la perención, La expedición de un certificado por parte de un juzgado es un acto administrativo pues no compromete con ello su actividad jurisdiccional Al realizar dicho acto no está aplicando el derecho, no está adecuando unos hechos que han sido probados a la hipótesis prevista en una determinada norma jurídica. Está simplemente constatando un determinado hecho. El consejo de estado advierte a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura quien no realizo los esfuerzos probatorios necesarios para solucionar la contradicción generada por la certificación expedida , omisión que dio lugar al error que incidió directamente con la sentencia condenatoria al abogado. Si la certificación hubiese dado cuenta de la realidad procesal de que el abogado Cabezas había reasumido el poder conferido el 30 de julio de 1984 y que, por lo tanto, era él y no el abogado Campo Trujillo el responsable de la inactividad que dio lugar a la perención del proceso de simulación, otra hubiera sido la decisión de la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura. Del daño y su indemnización En el trámite del proceso disciplinario se cometieron errores imputables a la administración de justicia que han causado graves perjuicios al actor y que deberán ser indemnizados. La sanción impuesta, cumplida por el actor, lo privó de su única fuente de trabajo y de remuneración económica, a la vez que menoscabó su moral y buen nombre profesional EL FALLO Declárase la responsabilidad de la Nación - Consejo Superior de la Judicatura por los perjuicios ocasionados al doctor Efraín Campo Trujillo como consecuencia del error judicial cometido por la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y del defectuoso funcionamiento de la administración de justicia derivado de la actuación cumplida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Popayán, a raíz de los cuales se le suspendió tres (3) meses en el ejercicio de la profesión de abogado.
Condena al pago de 500 gramos oro pro concepto de perjuicios
morales Condena en abstracto al pago de perjuicios materiales.