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JUVENTUD EN EXTASIS

CURSO:
Comunicación I

DOCENTE:
Sotelo Hernandez,Manuel Jesus .

INTEGRANTES:
 Castro Silva .
 Crisostomo Corro .
 Salvatierra Saavedra .
 Zorilla Astocasa.
JUVENTUD EN EXTASIS
1
LAS MOTIVACIONES
SEXUALES
• Esta es la historia de un joven llamado Efrén que había acabado de dejar a su novia
Jessica, estaban en una rumba y a el le gustaba una joven llamada Joana, que también
se había acabado de dejar de su novio; ella entro al baño, cuando salió, el la invito a
bailar, estando en la pista la empezó a seducir, luego la invito a que salieran de la
rumba y se fueran para otro lugar, este le pregunto a ella que a donde quería ir, a lo que
le respondió: a donde me quieras llevar.
2
SEXO-ADICCION
• Salieron de la rumba, se subieron en su carro y se fueron por la avenida andando despacio,
Efrén se acordaba de la respuesta de Joana, entonces, se acerco a un centro comercial a comprar
un trago y otras cosas, pero no quiso comprar preservativos, aunque pensaba que hacer el amor
sin protección era demasiado arriesgado, subieron al carro y se dirigieron hacia su casa; estando
allá hicieron el amor. Mas tarde, Efrén se dio cuenta que Él tenia una enfermedad venérea, pero
no sabia de quien lo había contagiado, pues ya había estado con varias mujeres; lo primero que
pensó fue que había sido contagiado por Joana, pero al verla desnuda en la cama se dio cuenta
que ella no tenia ninguna enfermedad. Tuvieron una conversación en la cual ella le dijo varias
cosas que lo dejaron pensativo, además pensaba que se había vuelto adicto el sexo así como otra
gente se volvía adicta al alcohol y la droga. Al otro día se vistieron como si nada hubiera pasado,
pero Efrén se volvió a meter a las cobijas sabiendo que estaba apunto de caer al precipicio.
3
INFECCIÓN VENÉREA
•Efrén se levanto de la cama, fue al baño y se mojo la cara, se pregunto si la enfermedad que había pescado era un sida; pues meses
atrás, un primo de el se consumió y después murió por esta enfermedad. Al primo de Efrén le dio sida antes de casarse, después le dio
una enfermedad pulmonar y esta lo fulmino. Efrén llamo a José Luis (uno de sus profesores) a pedirle consejo, José Luis le dijo que
fuera donde un médico. Efrén por temor de ir al medico, busco en un libro de enfermedades venéreas, lo que encontró fue: Gonorrea:
Infección aguda del conducto genito−urinario. Se manifiesta con escozor en la uretra, fluido cremoso, comezón o ardor al orinar.
Sífilis: Primera etapa: Aparece una llaga en el pene. Segunda etapa: El virus esta en la sangre. Tercera etapa: Se puede convertir en
cáncer de hueso y piel muy parecido a lepra y hay degradación mental. Sida: Enfermedad incurable y fatal que se transmite por
contacto de un liquido corporal infectado con otro(Intercambio entre sangre, semen o flujo vaginal).Busco el la cartera de su madre
un lapicero para apuntar la dirección de algún medico, entre las cosas de su madre encontró una tarjeta que decía: Dr. Asaf Marín1
Disfunciones sexuales Tratamientos individuales y de pareja Pensó que era muy temprano para llamar a pedir cita, entonces volvió
por el libro de enfermedades y leyó: Herpes: Enfermedad incurable. Chancro blanco: Granos delicados que se revientan ocasionando
llagas suaves y dolorosas, el chancro frecuentemente va acompañado de otras enfermedades. Efrén cerró el libro y llamó a Joana para
informarle de su enfermedad, ella dejo caer el teléfono duro. Efrén consiguió cita para ese mismo día con el doctor Marín, éste le dijo
que conocía a su madre, pero que estuviera tranquilo porque mantenía los secretos de los pacientes. Asaf pregunto a Efrén que cuales
eran sus síntomas, y él se los dijo todos, el doctor le dijo a Efrén que se bajara los pantalones porque lo iba a examinar, cuando miro
sus genitales, movió la cara negativamente y volvió a su escritorio
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VIVE LA VIDA MIENTRAS
SEAS JOVEN
•Efrén salió del consultorio una hora después, le pago a la recepcionista, se subió a su automóvil y se dirigió a su casa, estando en
el auto empezó a analizar la charla que tuvo con el doctor Marín, Efrén le había dicho al doctor que se había contagiado de una
prostituta con la que estuvo tres meses atrás o una de las chicas con lasque estuvo últimamente. Efrén decía al doctor que su vida
sexual era normal, como la de todos los jóvenes, el doctor le pregunto que si era solo por placer y este le contesto que no, que lo
hacia porque se debía entrenar para hacer sentir bien a su esposa. Asaf le dijo a Efrén que el no era medico, sino que daba
tratamiento aparejas que no se acoplan sexualmente. Asaf le contó a Efrén que en su carrera habían llegado muchas parejas que
tenían problemas porque el hombre no satisfacía a la mujer y viceversa, el doctor también decía que esto se debía a un trauma en la
juventud, porque para tener relaciones sexuales no se necesita saber sino sentir; los hombres que miden cada uno de los
movimientos de la mujer y evalúan todas las reacciones de ellas son los peores amantes; también le dijo quelas mujeres se entregan
por completo al hombre, buscando una entrega igual; Efrén dijo al doctor: a todos los varones se nos recomienda vivir la vida
mientras somos jóvenes y las mujeres no quieren cometer el riesgo de unirse a un joven inmaduro que quiera conocer el mundo
después de casarse. A lo que Asaf contesto: las familias estables jamás se fundamentan en parrandas, y le contó una historia de un
par de hombres recién casados que habían peleado con sus esposas, uno de ellos en su soltería pertenecía a pandillas y mantenía en
bares; el otro practicaba deporte y tocaba guitarra. En sus peleas, los hombres salieron de las casas, el primero acudió a las
prostitutas, mientras que el segundo se fue a hacer deporte y reflexionar; Asaf pregunto a Efrén:¿cual matrimonio crees tú que se
pudo arreglar? La respuesta era tan obvia que Efrén no contesto. Asaf le dijo que recomendarle a un joven que viva la vida antes
de casarse, es decirle que se harte de placeres probando de todo. Efrén pregunto al doctor que si un joven que tiene demasiado
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EL ABORTO

 Al llegar a su casa se dio cuenta de que Joana lo estaba esperando, cuando se acerco a ella notó
un mal olor en su piel y en su aliento e infinidad de pequeñas manchas que se presentaban en su
piel que solo le provocaban repudió y se sorprendió como una noche anterior no lo había notado,
él había leído que esos eran los síntomas de la Sífilis, la rechazó y entró a su casa dejándola allí
parada, ya en su casa se fue a su cuarto y puso la película que llevaba, era el video en donde se
mostraba todo el proceso del aborto de una manera tan real que Efrén no pudo terminar de verla
ya que en ese momento recordó que seis meses atrás le había dado dinero a Jessica su ex novia
para que abortara a su propio hijo y eso los hizo sentirse el más miserable de los seres humanos.
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¡NO PUEDO ESPERAR HASTA
CASARME !
 Efrén va al doctor y se le diagnostica un tipo de herpes, que afortunadamente puede ser
controlado. Cabe mencionar que durante la consulta se hace constatar que el es ateo.
Efrén le comenta al doctor que no se puede vivir sin sexo, a lo que este lo contradice
diciendo que si uno vive sin sexo no se va a enfermar, y que hay gente célibe que vive
muy bien. Por lo que el problema es abusar de el, ya que se vuelve una adicción, que
afecta a su compañera (o) también. Comentan también que no es bueno tener tanto
sexo, y menos aun antes del matrimonio. Así que es mejor dedicar sus ratos libres a
alguna actividad o deporte, para que cuando llegue el amor de su vida, este preparado
para darle todo su amor solo a el o ella.
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JUVENTUD EN EXTASIS

 Carrera para la que se ha preparado mucho. —¿Te invito una copa? —pregunté interrumpiendo el baile. —¿Por qué no? Nos dirigimos a la barra
pasando por en medio de la pista. Al caminar puse mi mano derecha sobre su espalda. —Ahora que está ¿ Sabes? —le dije—, a mí tampoco me ha
ido bien en cuestión de amor últimamente. Estoy muy decepcionado. ¿No te ha pasado que cuando más te interesa una persona y le das lo mejor de ti
es cuando más te desprecia...? La desilusión de haberte entregado a alguien que no valía la pena es dolorosísima. Levantó la vista y me escrutó con
sus dulces ojos melancólicos. —¿Ya no sales con Jessica? Moví la cabeza para decirle que no y sonreí atribulado. —Me da gusto poder platicar
contigo, Johana... porque me siento más solo que nunca. Las luces se apagaron parcialmente y se escuchó la dulce música romántica. La mayoría de
los bailarines impetuosos se retiraron y sólo algunas parejas abrazadas permanecieron en la pista balanceándose con la deliciosa cadencia de los
compases suaves. El corazón quiso salírseme de su sitio ante esa imperiosa e ineludible oportunidad. Sin embargo, para mi sorpresa, Johana se me
adelantó. —¿Quieres bailar? —Claro. Me tomó de la mano y caminamos juntos. Nos colocamos en el centro de la oscuridad. La abracé por la cintura
y ella acomodó sus manos alrededor de mi cuello. Con la excusa de hacer algunos comentarios, me acerqué paulatinamente a su rostro hasta que la
distancia que nos separaba se redujo al mínimo. Nuestros pies se movían lentamente y el halo magnético del uno se había fusionado con el del otro,
produciendo una reacción más que excitante. No se necesitaba hablar mucho; nuestros cuerpos exhalaban una química poderosa que nos hacía sentir
entre nubes. —¿Sabes, Johana? —susurré en su oído—, yo siempre te he querido... en secreto. No contestó, pero después de ese comentario nos
abrazamos totalmente. Calibré la delgadez de su cintura con mis manos; sentir el contacto directo de nuestras parte íntimas me dejó sin aliento. La
música terminó y nos quedamos enlazados unos segundos mirándonos a la cara. En su rostro había un matiz carmín que la agraciaba aún más, y en el
mío la mirada de un hombre que ha perdido los estribos por la emoción de esa rápida aventura y el enorme deseo de llevarla hasta el final. —¿Qué te
parece si vamos aun sitio confortable donde podamos platicar tranquilamente? — le propuse en voz baja—. Me gustaría mucho conocerte mejor. No
me contestó que sí, pero apenas salimos de la pista fuimos a despedirnos de nuestros compañeros con excusas insulsas. Cuando subimos al auto tomé
su mano izquierda, la acaricié con ternura y me la llevé a la boca lentamente para darle un beso. —¿Adonde vamos? —le pregunté poniendo en
marcha el motor. Ella se encogió de hombros sin apartar su penetrante vista de mi rostro: —Adonde tú quieras... s libre debes de tener muchos
pretendientes. Se encogió de hombros. —No sé. Ni me importa. Llegamos frente al cantinero y ordenamos sendas bebidas.
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JUVENTUD EN EXTASIS
 Salí de la avenida conduciendo muy despacio. Aunque tenía presente el tono de sensual provocación en la voz de Joana cuando dijo "adonde tú quieras",
no podía tomar la iniciativa de llevarla a una habitación privada sin ratificarlo. Dentro de los preceptos ineludibles de la seducción estaban el de nunca
mostrarse demasiado ansioso y el de parecer dispuesto a conversar indefinidamente como todo un bien intencionado amigo. Sobre la calzada observé la
indicación de un próximo centro comercial. Accioné—Nada... —titubeé como un adolescente desmañado y ella sonrió para darme confianza. —Joana...
—recomencé—: lo que te dije mientras bailábamos.. . es cierto. Desde hace meses sueño con estar contigo. Eres la mayor ilusión de mi vida. Nunca tuve
el valor de confesártelo pero he sido tu gran admirador anónimo durante meses... Se me apagó la voz. No quería cometer ningún error y eso me hacía
sentir más tenso de lo normal. —Gracias por sacarme de esa fiesta —murmuró—. Necesitaba platicar con alguien que me apreciara... Mis manos
jugueteaban pasando las llaves de un lado a otro. Ésta era la parte más difícil de la conquista. También era la más emocionante y peligrosa. Debía besarla,
pero, ¿cómo franquear ese metro de asiento que nos separaba? —Vamos a comprar una botella. Me gustaría brindar por nuestra amistad. Asintió. Salí del
auto excesivamente rápido. Sólo necesitaba estar cerca de ella... Le di la vuelta al coche y abrí su portezuela; me tendió la mano para ponerse de pie. No
retrocedí ni un centímetro. —¿Vamos? —sugirió. —No tienes idea de cómo me gustas, Joana. Estábamos en la posición perfecta, pero no quiso levantar
la cara. —Vamos —repitió. "¡Maldición, vamos!", pensé. Cerré el coche y caminé a su lado. La abracé por la espalda sin conseguir que cooperara.
Compré vasos desechables, botanas, refrescos de cola y una botella mediana de brandy. Al entregarle el dinero a la cajera vi los sobres de preservativos al
lado de mi amiga. Hubiera sido imposible tomar uno sin que se diera cuenta. (Chasqueé la boca.) Hacer el amor sin protección era apostar el todo por
muy poco, y ya me estaba cansando de esas emociones. (Moví la cabeza después.) ¿Quién me había dicho que me saldría con la mía? (Sonreí.) En todo
caso los juegos en los que se arriesga más son los que más se disfrutan. De regreso hacia el coche la abracé nuevamente y sentí cómo esta vez aceptaba la
caricia refugiándose en mi abrazo. Antes de introducir la llave en la chapa volví a intentarlo. —Me gustaría tener aquí mi carpeta de apuntes para
mostrarte unos dibujos que he hecho... de tu perfil. ¿Nunca notaste que en algunas clases me sentaba cerca de ti para contemplarte? —sonreí y bajé la
vista—. No atendía al profesor, sólo te dibujaba... Cuando volví a levantar los ojos, ella me miraba muy fijo con la boca entreabierta en un gesto de
ternura. Me acerqué despacio y rocé con mis labios sus labios cálidos. Dejé caer las bolsas de! mercado a nuestros pies; la botella hizo un ruido sordo al
chocar con el piso. No me inmuté. Apreté mi boca contra la suya para hallar la enloquecedora humedad de su el freno y viré con cuidado para subir por la
rampa del estacionamiento. Detuve el automóvil en un cajón alejado de la entrada del supermercado y apagué el motor. Con las ventanas cerradas y el
coche inmóvil se presentó un tenso pero fraternal silencio. —¿Qué vas a comprar?

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