Está en la página 1de 14

ARQUITECTURA

DEL NO LUGAR
Y ESPACIOS DEL
ANONIMATO
NO LUGAR

No-lugar es un concepto creado por el antropólogo Marc Augé, quien define al


mismo como un espacio intercambiable donde el ser humano permanece
anónimo. Se trata, por ejemplo, de medios de transporte, grandes cadenas
hoteleras, supermercados y áreas de descanso, pero también de campos de
refugiados. El sujeto (las personas) no viven allí y no se apropian de esos
espacios, con los cuales hay más bien una relación de consumo.
El término es un neologismo introducido por Augé en su obra de 1992 Los no
lugares, espacios del anonimato: una antropología de la sobremodernidad.​ La
percepción de un espacio como no-lugar es, sin embargo, subjetiva: cada
persona con su subjetividad puede ver un sitio dado como un no-lugar o como
una encrucijada de relaciones humanas.
LOS NO LUGARES, ESPACIOS DE
LA MODERNIDAD

El término de No lugares fue empleado en primera instancia por Merlin


Webber (1964) para describir los espacios inauténticos, repetitivos e
impersonales de los suburbios norteamericanos de la segunda mitad del
siglo XX: zonas urbanas periféricas y disgregadas, autopistas, centros
comerciales, parques de atracciones y estaciones de servicio. Luego, el
antropólogo Marc Augé (1992) lo retomó hacia finales de siglo pasado y con
él designó, a los espacios homogéneos no históricos, sin identidad e
individualizantes de nuestra era moderna ¿Cómo llegó a esa conclusión?
Comparándolos con aquellos más tradicionales, es decir, con los lugares
antropológicos, los que poseen un valor histórico (personal), que permiten la
socialización y muestran un valor de identidad.
LOS NO LUGARES, ESPACIOS DE LA
MODERNIDAD
Los No lugares emblemáticos de la modernidad (que Augé llama Sobremodernidad, en
francés Surmodernité) constituyen según nuestro autor un mundo donde se nace en una
clínica, y se muere en un hospital, donde se reproducen en modalidades lujosas o
inhumanas, los puntos de tránsito y las ocupaciones temporales (las cadenas hoteleras, los
squats, los complejos vacacionales, los campos de refugiados, las colonias populares
condenadas a la continua descomposición), donde se desarrolla una gran cantidad de
medios de transporte que son también espacios habitados y el uso frecuente de cajeros
automáticos, tarjetas de crédito con el gesto del comercio “silencioso”, un mundo
comprometido a las personalidades solitarias, al pasaje, a lo provisorio y a lo efímero.
LOS NO LUGARES Y EL ESPACIO
TURÍSTICO.
Los no lugares son la medida de la época; medida cuantificable que se puede
tomar sumando, con algunas conversiones entre superficie, volumen y
distancia; las vías aéreas, ferroviarias, carreteras y las cabinas móviles
llamados generalmente “medios de transporte” (aviones, trenes, autobuses) los
aeropuertos, las estaciones de trenes, las aeroespaciales, las grandes cadenas
hoteleras, los parques de diversiones y las grandes superficies de distribución
comercial, en fin, todas las redes con o sin cables que movilizan el espacio
extra-terrestre con fines de comunicación tan extraña que a menudo pone al
individuo en contacto con otra imagen de sí mismo.
LOS NO LUGARES Y EL ESPACIO
TURÍSTICO.
El espacio turístico muestra el mejor ejemplo del No lugar porque en él, el turista no
crea ninguna relación trascendental. Tal como se dijo, un lugar se vuelve relacional a
partir de que cada unidad ocupa un sitio propio y establece conexiones permanentes
de coexistencia con el conjunto de elementos que lo rodean. Por el contrario en el
espacio turístico, se rechazan las relaciones que son profundas. Los tours organizados,
el avión, el autobús, el hotel y los museos que constituyen sus espacios privilegiados,
evitan en la medida de lo posible toda conexión directa con los autóctonos. El
trayecto del turista se estructura a través de una serie de dispositivos gráficos y
tecnológicos que evitan en la medida de lo posible el contacto directo con un
interlocutor. Su trayecto es individual e individualiza, se enfrenta a una especie de
soledad en espacios saturados de gente que transitan y consumen como él.
EL MUSEO: PARADIGMA DE LOS NO LUGARES
• Los museos se adhieren también a una arquitectura del puede desvanecerse en beneficio de lo que le contiene.
tipo de los No lugares, espacios genéricos, globalizados El edificio por sí mismo se vuelve objeto de culto
y desterritorializados. La arquitectura juega un papel indispensable para las estrategias de mercadotecnia
muy importante en su funcionamiento como espacios turística urbana. Por último, también los museos se
de consumo. Para que puedan ser rentables, estos son integran a la geografía de hubs and spokes de los No
creados y construidos como “grandes gestos lugares. Ellos se acercan a los centros de Tecnologías
arquitectónicos” muy mediatizados y firmados por de la Informática y de la Comunicación (TIC), sus
arquitectos de renombre internacional como Frank implantaciones se hacen según la lógica de polaridades
Ghery, Richard Rogers, Jean Nouvel y Zaha Hadid. Si territoriales en las capitales culturales o económicas
el diseño arquitectónico de los museos es vanguardista, mundiales como París, Nueva York, Londres, Dubái o
audaz y sofisticado, sus posibilidades de atraer Los Ángeles. Es también el caso de “sucursales” de los
multitudes de visitantes e inversiones se incrementan, museos globalizados como el Louvre (París, Dubái,
pensemos aquí en el Guggenheim de Bilbao o en el Lens), Guggenheim (Nueva York, Bilbao, Venecia y
Centro Pompidou de Metz. No importan las Abu Dabi) o el Centro Pompidou (París, Metz y
colecciones ni los objetos que se exponen, el contenido Shanghái).
¿POR QUÉ SON TAN
NEGATIVOS LOS “NO-
LUGARES”?
Pierde el mundo y lo que es fundamental, se
pierde el sentido cívico de la ciudad, se pierde la
riqueza de la calle, de los espacios públicos, el
civismo y la civilidad que son principios o
fundamento de la civitas (ciudadanía) y entonces
va quedando simplemente la urbe sin
contenidos. Además, estos espacios se
convierten en públicos y estos no son espacios
públicos, son espacios privados con usos
públicos, en donde el espacio público es también
una mercancía. Es la privatización de la ciudad y
la ciudad pierde muchos de sus contenidos, de
riqueza, de sus razones, de su diversidad, de su
pluralidad.
LA IMPORTANCIA DEL NO LUGAR

En teoría, los no lugares solo pueden producir relaciones efímeras y


provisionales. Las personas que se encuentran en estos espacios se sienten
ajenas, desvinculadas. Consideran que su estancia en ese sitio es temporal
y, por eso, marcan una distancia con el espacio y no lo consideran como
algo propio. Los no lugares dan sensación de soledad, de individualismo,
de no reconocimiento del otro.
10

EN CONCLUSIÓN
LOS NO-LUGARES
El “no-lugar” es un término acuñado por el antropólogo francés, Marc
Augé, para describir aquellos lugares de transitoriedad que no tienen
suficiente importancia para ser considerados como “lugares”. En su
teoría, son lugares antropológicos los históricos o los vitales, así como
aquellos otros espacios en los que nos relacionamos en nuestra
humanidad. Un “no-lugar” es una autopista, una habitación de hotel,
un aeropuerto, un centro comercial, un supermercado. Para Augé, estos
son espacios circunstanciales, casi exclusivamente definidos por el
pasar de individuos. No personalizan ni aportan a la identidad porque
no es fácil interiorizar sus componentes.
11
12
GRACIAS

También podría gustarte