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Amar con todo el corazón

Seminario Conciliar de Cuernavaca


3 al 7 de 2015
Papa Francisco a los jóvenes en Paraguay
“Te pido que reces por la libertad de cada uno de nosotros, de
todos”.
“Porque la libertad es un regalo que nos da Dios, pero hay que
saber recibirlo, hay que saber tener el corazón libre, porque
todos sabemos que en el mundo hay tantos lazos que nos atan 
el corazón y no dejan que el corazón sea libre. La explotación, la
falta de medios para sobrevivir, la drogadicción, la tristeza,
todas esas cosas nos quitan la libertad”.
“Señor Jesús, dame un corazón libre. Que no sea esclavo de
todas las trampas del mundo. Que no sea esclavo de la
comunidad, del engaño. Que no sea esclavo de la buena vida.
Que no sea esclavo de los vicios. Que no sea esclavo de una falsa
libertad, que es hacer lo que me gusta en cada momento”.
Un corazón libre para amar
Vocación al amor

Castidad consagrada

Madurez afectiva

Relacionalidad sana

Madurez humana y psicológica

Identidad sexual definida

Virtudes humanas y cristianas


Mutación antropólogica en el
contexto de la posmodernidad.

Curso Humanistas
Monterrey, 21 al 24 de julio 2015
Radiografía de la crisis de la vida religiosa ¿dónde está la
clave?
Mons. José Rodriguez Carballo

Unos 3.000 religiosos abandonan cada año, según la


Congregación para la Vida Religiosa
1. Ausencia de la vida espiritual – oración personal,
oración comunitaria, vida sacramental – que
conduce, muchas veces, a centrarse exclusivamente
en las actividades de apostolado,...
2. Muy a menudo, esta falta de vida espiritual desemboca
en una profunda crisis de fe, para muchos la verdadera y
más profunda crisis de la vida religiosa y consagrada y
de la misma vida de la Iglesia.
Radiografía de la crisis de la vida religiosa
¿dónde está la clave?

2. Pérdida del sentido de pertenencia a la comunidad,


al instituto y, en algunos casos, a la misma Iglesia. En el
origen de muchos abandonos hay una desafección a la
vida comunitaria que se manifiesta: en la crítica
sistemática a los miembros de la propia comunidad o del
instituto, particularmente a la autoridad, que produce una
gran insatisfacción
Radiografía de la crisis de la vida religiosa ¿dónde está la
clave?

3. Problemas afectivos.  Aquí la problemática es muy


amplia: va desde el enamoramiento, que concluye con el
matrimonio, a la violación del voto de castidad, sea con
repetidos actos de homosexualidad – más habitual entre
los hombres, pero igualmente presente, más de lo que se
piensa, entre las mujeres – sea con relaciones
heterosexuales, más o menos frecuentes.
Finalmente, los problemas afectivos pueden ser tales que
se llegue a la convicción de no poder vivir la castidad y se
decide, también por motivos de coherencia, abandonar la
vida consagrada.
Causas de abandonos en la VR
“Las causas o los factores que más influye en las decisiones
de abandono de la vida consagrada por parte de los
religiosos y religiosas, tiene que ver más con la crisis
afectiva que con la secularización ambiental. Así se
desprende de una encuesta basada en 184 testimonios de
unos 30 países referentes a casos de deserción y
pertenecientes a varias órdenes y congregaciones religiosas
recogidos en Roma, en su mayor parte, pero también en
España y en Inglaterra”. (Revista Seminarios, número 137,
PP. 343-358, 1995)
Cambio de época
Nos encontramos ante un cambio de época y no
simplemente en una época de cambios vertiginosos, pues
ante todo más que cambiar las cosas, está cambiando la
mentalidad y la manera de captar la realidad, sobre todo
de las generaciones más jóvenes.
El problema de fondo es ante todo antropológico, es
decir, “una concepción puramente naturalista o
materialista del ser humano, que suprime toda referencia
cualitativa entre nosotros y el resto de la naturaleza” y
lleva “a negar o a olvidar el carácter único y trascendente
de la persona humana”.
Cambio de época
Los estudiosos señalan que en la segunda mitad del siglo
XX, sobre todo al inicio de los años setenta, se ha
realizado un “cambio antropológico”, es decir, se ha
producido un nuevo modelo cultural de hombre, con
características que lo distinguen de las figuras humanas
del pasado. Esto significa que la fe cristiana, comprendida
tanto en su aspecto subjetivo (el hombre en cuanto
creyente), como en el aspecto objetivo (doctrina a creer),
tiene delante un “hombre nuevo”, no en el sentido
paulino, sino que piensa, siente, actúa, se comporta e
interactúa de manera diversa al pasado.
Cambio de época
Las nuevas generaciones ya no asumen todo el “ethos”, es
decir, el conjunto de valores existencialmente vividos de
tipo católico que sí habían asimilado todas las generaciones
anteriores.
“En una sociedad y en una cultura que con demasiada
frecuencia tienen el relativismo como su propio credo
—el relativismo se ha convertido en una especie de dogma
—, falta la luz de la verdad, más aún, se considera peligroso
hablar de verdad, se considera 'autoritario', y se acaba por
dudar de la bondad de la vida y de la validez de las
relaciones y de los compromisos que constituyen la vida''.
Cambio de época y mutación antropológica
La existencia de una dictadura del relativismo, que junto
con el hedonismo, el consumismo y el permisivismo,
constituyen las principales tendencias negativas que
conforman al hombre postmoderno.
El final de la historia: los postmodernos convencidos
de que no existen posibilidades de cambiar la sociedad,
han decidido disfrutar al menos del presente con una
actitud hedonista que recuerda el “carpe diem” de
Horacio.
El símbolo de la postmodernidad es Narciso quien
enamorado de sí mismo, carece de ojos para ver a los
demás y el mundo exterior.
Cambio de época y mutación antropológica
La vida sin imperativos categóricos: la
postmodernidad entraña también la muerte de la ética.
Cuando queda tan solo el presente, sin raíces ni proyectos,
cada uno puede hacer lo que quiera. La estética sustituye a
la ética.
Nace así la "ética de la responsabilidad", en donde lo
importante es que aquello que se hace, se haga
"responsablemente", es decir, sin considerar la bondad o
maldad objetiva del acto realizado, pero buscando en su
realización una serenidad o confianza de sus propios actos
sin una confrontación con el bien y el mal de las cosas y de
los actos humanos.
Cambio de época y mutación antropológica
Declive del imperio de la razón: la modernidad se
caracterizó por la racionalización de la existencia. En
cambio en la postmodernidad el “homo sapiens” ha sido
desbancado por el “homo sentimentalis”, es decir, se
valora el sentimiento por encima de la razón.
El “pienso, luego existo”, ha pasado a ser: “siento, luego
existo”.
Como consecuencia vemos el derrumbe de la lógica y
de la crítica en el pensamiento humano. Nace así el
imperio de lo “débil”, de lo “light”. Ya no existen los valores
supremos y las grandes cosmovisiones.
Cambio de época y mutación antropológica
El individuo fragmentado: el postmoderno no se aferra
a nada, no tiene certezas absolutas, nada le sorprende, y
sus opiniones son susceptibles de modificaciones rápidas.

En las relaciones personales el individuo postmoderno


renuncia a los compromisos profundos.

De la tolerancia a la indiferencia: sin principios


comunes, se ha perdido también cualquier esperanza de
alcanzar un consenso social.
Bases Antropológicas de
la Madurez Afectiva
Seminario Cuernavaca
3 al 7 de agosto 2015

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Madurez Humana en la PDV
«Sin una adecuada formación humana, toda la formación
sacerdotal estaría privada de su fundamento necesario».
(PDV 43)
El presbítero, llamado a ser «imagen viva» de
Jesucristo, cabeza y pastor de la Iglesia, debe procurar
reflejar en sí mismo, en la medida de lo posible, aquella
perfección humana que brilla en el Hijo de Dios hecho
hombre y que se transparenta con singular eficacia en sus
actitudes hacia los demás, tal como nos las presentan los
evangelistas.
Madurez Humana en la PDV
Por tanto, no sólo para una justa y necesaria maduración y
realización de sí mismo, sino también con vistas a su
ministerio, los futuros presbíteros deben cultivar una serie
de cualidades humanas necesarias para la formación de
personalidades equilibradas, sólidas y libres, capaces de
llevar el peso de las responsabilidades pastorales.

De particular importancia es la capacidad de relacionarse


con los demás, elemento verdaderamente esencial para
quien ha sido llamado a ser responsable de una comunidad
y «hombre de comunión». Ser puente y no obstáculo en
el encuentro del hombre con Cristo Redentor.
Madurez Humana en la PDV
 Madurar afectivamente, desde el amor y por el amor.
Significa desarrollar la capacidad de amar
intensamente, y de dejarse amar honesta y
limpiamente.
Esta capacidad de amar comprende el nivel físico,
psicológico y espiritual de la persona y se expresa en el
doble movimiento de acoger al otro y entregarse a él,
educando la propia afectividad y sexualidad en un amor
casto y libre (PDV 44)
Madurez Humana en la PDV
Incluye la capacidad de amar a Jesucristo, la Iglesia, las
almas encomendadas, María como Madre de mi
sacerdocio. El celibato sólo se entiende, y se vive,
desde y por el amor, de lo contrario sería pura
continencia o refugio.
Es necesaria una educación permanente al amor
responsable y a la madurez afectiva, que pasa por la
prudencia, renuncia y vigilancia. Se trata, en definitiva, de
una ascética, que unida a una mística, busca ayudar al
sacerdote a configurarse con Cristo Sacerdote y Víctima.
Madurez Humana en la PDV
La madurez afectiva supone ser conscientes del puesto
central del amor en la existencia humana. En realidad,
como señalé en la encíclica Redemptor hominis:

«El hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para


sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de
sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con
el amor, si no lo experimenta y no lo hace propio, si no
participa en él vivamente»
¿Qué es la madurez en el campo
psicológico?
Madurez es aquel estado de conocimiento y buen juicio,
prudencia y saber, que se ha ido alcanzando y que lleva a
gestionar de manera positiva la propia psicología. En una
palabra, es lo que nos permite dirigir y gobernar la
vida personal, de tal manera que produzca los frutos
adecuados.
Madurez es plenitud para reflexionar sobre los
sentimientos, las ideas y la vida profesional, traduciendo
dicha reflexión en un proyecto de vida coherente,
atractiva, realista, positiva y duradera.
La madurez constituye, pues, una mezcla de conocimiento
acertado, juicio ecuánime, sensatez, prudencia y criterios
bien formados que nos permiten aspirar a la meta de
entender qué es la vida, en qué consiste, cuáles son las
principales rutas que se deben seguir.
La madurez no puede ser entendida nunca como un
destino definitivo al que uno llega y en el que se establece
con carácter perenne. Hay que verla de un modo distinto,
como un camino siempre mejorable, un proceso de
conocimiento e independencia gradual, progresivo,
secuencial, que va mejorando y puliéndose con el paso de
los años.
Una personalidad madura crea y mantiene la serenidad;
vive relaciones amistosas que manifiestan comprensión y
afabilidad;
posee un constante autocontrol;
se reconoce y acepta en sus propios límites;
juzga equilibradamente la realidad de las personas y de los
acontecimientos y se sitúa ante ellos activa y
pacientemente.
El Concilio Vaticano II (Optatam totius, # 11) nos
resume la madurez en tres aspectos:
estabilidad de espíritu,
capacidad para tomar prudentes decisiones y
 rectitud en el modo de juzgar sobre los
acontecimientos y los hombres
El hombre maduro es también
Aquél que elige y prefiere vivir
comunitariamente (fraternalmente), porque
está siempre en actitud de donación, de
apertura, de servicio, de entrega a los demás,
mientras rechaza todo tipo de egoísmo, de
encerramiento, de particularismo, de
individualismo.
Para llegar a la madurez se exige también
del hombre
un comportamiento según la autonomía de
la propia conciencia personal, es decir,
según los dictámenes de su conciencia
rectamente formada, sea ala luz de la ley
natural o sea al luz de la fe.
Decálogo de la persona equilibrada
l. Autoconocimiento y autoaceptación:

Conocer las aptitudes y las limitaciones que uno


tiene.
¿Cuáles son las zonas más vulnerables de mi
personalidad, con especial atención a la dimensión
afectiva?
¿cuál es el grado de inmadurez afectiva que tengo?
Decálogo de la persona equilibrada
 2. Tener un buen equilibrio entre corazón y cabeza,
entre sentimientos y razones. Podríamos decir que la
afectividad y la inteligencia son las dos notas más
características de nuestra persona. 
Ser capaz de manejar simultáneamente la afectividad y
la razón, en una buena proporción. Está claro que al ser
la vida tan rica y compleja, existirán momentos en los
que necesitemos ser especialmente cartesianos (la
lógica y los argumentos) y otro en los que el énfasis
deba ponerse en lo emotivo (en ocasiones lo efectivo es
lo afectivo, jugando con las palabras).
Decálogo de la persona equilibrada
 3. Ser capaces de superar y digerir las heridas del
pasado. La ecuación biográfica sana podría quedar
dibujada en la siguiente formula: una persona equilibrada
es aquella que vive instalada en el presente, tiene asumido
el pasado con todo lo que eso significa y vive
esencialmente abierta hacia el porvenir.
La felicidad consiste en tener buena salud y mala
memoria. Pasar las páginas negativas de nuestra vida es
un ejercicio de salud mental. Si no, corremos el riesgo de
convertirnos en personas agrias, amargadas, resentidas,
dolidas, echadas a perder...atrapadas en la tupida red del
rencor.
Decálogo de la persona equilibrada
4. Una persona equilibrada es aquella que
tiene un proyecto de vida coherente y
realista. No es posible vivir sin un programa
de vida. La improvisación y el ir tirando son
malos consejeros.
Decálogo de la persona equilibrada
5. Uno de los síntomas más nítidos de equilibrio es tener
una voluntad sólida, firme, recia, compacta,
consistente. Voluntad es para ponerse uno metas y retos
concretos e ir a por ellos. Voluntad es determinación,
apuntar a los objetivos sin detenernos ante nada, sabiendo
que una persona con voluntad llega en la vida más lejos
que una persona inteligente.
Las notas claves son: el orden, la constancia, la
motivación y la disciplina.
Decálogo de la persona equilibrada
 6. El gobierno más importante es el gobierno de uno
mismo. Equilibrio es saber lo que uno quiere, hacia
dónde se dirige, saber dominarse y no perder los estribos a
pesar de las dificultades, roces, provocaciones y fracasos.
7. Tener modelos de identidad positivos, atrayentes,
fuertes, con coherencia interior, nos arrastran a
imitarlos. Estamos en una sociedad técnicamente muy
avanzada, con unos logros imponentes; pero en lo
humano, tengo que decir que estamos en una sociedad
psicológicamente enferma: neurótica, permisiva, que
fomenta conductas hedonistas que mas tarde condena,
muy perdida en lo fundamental.
Decálogo de la persona equilibrada
8. Buena capacidad para la convivencia. No conozco
nada mas complicada que convivir. Es un arte que
necesita tanto de la pasión como de la paciencia. Saber
pasar por alto los roces y dificultades, es algo que necesita
tiempo y capacidad de observación y evitar una
sensibilidad psicológica demasiado fina. La convivencia
es tolerancia y respeto del espacio del otro.
Esto es la base para la fraternidad presbiteral y para ser
sacerdote con espíritu de comunión.
Decálogo de la persona equilibrada
 9. Solido sentido de la vida. La  palabra sentido
cobija en su senos tres significados:
1) Sentido es dirección: saber hacia dónde me dirijo;
2)Sentido es contenido: tener fuertes los argumentos
por los que vivir, que la cabeza se pueble de lo  mejor:
valores que me construyan en mi propia identidad.
3) Sentido es coherencia de vida, que luchemos
porque existan dentro de nosotros el menor número
de contradicciones posibles.
Decálogo de la persona equilibrada
10. Tener una salud física y mental básicamente
positiva. El que tiene una enfermedad física
importante puede perder el equilibrio o desdibujarse
éste por exigencias de ese estado somático.
Es importante saber descansar sanamente; tener un
buen manejo del stress y del activismo desenfrenado
que pueden causas desequilibrios.
Condiciones de posibilidad para alcanzar la
madurez afectiva
Realismo antropológico: “Al elegir a hombres como los
doce, Cristo no se hacía ilusiones: en esta debilidad
humana fue donde puso el sello sacramental de su
presencia. La razón nos la señala Pablo: «llevamos este
tesoro en vasijas de barro, para que aparezca que una
fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros » (2
Co 4, 7)”.
Condiciones de posibilidad para alcanzar la
madurez afectiva
El sacerdote, hombre tomado de entre los hombres, debe
serena y objetivamente reconocer cuáles son las debilidades
y fortalezas que continuamente lo acompañan en el
ministerio, pues en la medida que las reconozca, mejores
herramientas tendrá para forjarse una personalidad y
espiritualidad más maduras y coherentes con su ministerio.
Conócete, acéptate y supérate.
Con el paso de los años, podemos fácilmente
acostumbrarnos e "instalarnos" cómodamente en nuestra
propia realidad, dejando a un lado la vigilancia, la cual
debe ser una actitud permanente del discípulo.
Condiciones de posibilidad para alcanzar la
madurez afectiva
No hay que olvidar que somos “homo viator”, es decir,
hombres en camino. Somos en cualquier etapa de la vida
un proyecto a realizar.
Es la experiencia de la continuidad (elemento estático,
de la cual viene la fidelidad) y la discontinuidad
(elemento dinámico, del cual previene el cambio).
La madurez humana, espiritual, intelectual y ministerial
son realidades dinámicas. Hoy más que nunca la
actualización en estas áreas de la vida son un imperativo
ineludible.
Condiciones de posibilidad para alcanzar la
madurez afectiva
Docibilitas: disponibilidad constante a aprender
(=docibilitas) que se expresa en un conjunto de
actividades ordinarias, y luego también extraordinarias,
de vigilancia y discernimiento, de ascesis y oraciones, de
estudio y apostolado, de verificación personal y
comunitaria etc., que ayudan cotidianamente a madurar
en la identidad del creyente y en la fidelidad creativa a la
propia vocación en las diversas circunstancias y fases de la
vida.
Disponibilidad constante e inteligente, activa y pasiva a
aprender de la vida por toda la vida
Criterios generales de la madurez afectivo-
sexual
1. Sólida identidad sexual: bien tipificada por el propio
sexo de pertenencia, que permita relacionarse con la
alteridad y la diversidad de forma complementaria y
fecunda.
 Correspondencia lineal entre sexo genético, hormonal y
genital, y la pertenencia sexual en el plano psicológco.
2. Capacidad de vivir plenamente en el celibato el
“significado esponsal” del cuerpo humano, gracias a
la cual la persona se da a la otra y la acoge.
3. Un gran amor, vivo y personal a Jesucristo, Buen
Pastor, manifestado en una entrega universal.
Criterios generales de la madurez afectivo-
sexual
4. Progresiva libertad y madurez afectiva, que los
convierta en hombres de relación, capaces de
verdadera paternidad pastoral. Implica ser libres
para amar intensamente y para dejarse amar, sin
ligarse a nadie, capaces de una atención oblativa hacia
el otro y de comprensión fecunda de sus problemas.
Según el modelos educativo de integración se trata de
formar a la persona para que sea consciente de sus
inmadureces, y cada vez mas capaz de controlarlas.
A esto se le llama libertad afectiva.
5. La certeza moral de poder vivir el celibato y la
castidad sacerdotal, afrontando con determinación y
prudencia el esfuerzo de la renuncia al ejercicios de un
instinto profundamente enraizado en la naturaleza
humana.
Gramática de la sexualidad
1.La sexualidad es ante todo un dinamismo interior de
la persona que debe ser educado. Implica una
libertad y responsabilidad.
 Ser consciente de dónde radica el problema y los
motivos o causas del mismo.
 Ser consciente que las propias debilidades se pueden
integrar poco a poco al ideal de vida.
 Tener la suficiente libertad interior para controlar
las propias debilidades.
Gramática de la sexualidad
2. Es también una realidad compleja:
 Genitalidad: órganos predispuestos a la relación y a la
relación fecunda, que hablan de la capacidad receptiva y
oblativa del ser humano, además de la unitiva-
relacional.
 Corporeidad: cada cuerpo es sexuado y dotado de una
identidad de género precisa. Tal pertenencia está en la
base de la atracción de un sexo hacia el otro.
Gramática de la sexualidad
Afectividad: la sexualidad adquiere verdadera calidad
humana sólo cuando está orientada, elevada e
integrada por el amor. Crece y se realiza sólo en la
libertad de acoger el amor y de donarse.
Espiritualidad: la sexualidad es también espíritu por
formar parte del espíritu encarnado. Forma parte de la
conformación misteriosa de la persona humana.
El orden del amor
Según San Agustín el amor tiene un orden:
Como punto de partida recalca la estructura jerárquica del
ser por la cual cada ser es amable en relación con la
plenitud y cualidad del ser poseído: piedra, animal, ser
humano, Dios.
El hombre es capaz de amar con el Corazón de Dios: de
forma desinteresada y gratuita, acogiendo al otro
incondicionalmente y buscar su bien, aprendiendo a
recibir, no sólo a dar, a hacer las cosas por amor y no solo
bajo el signo de la ley.
El orden del amor
El hombre ha sido creado imagen y semejanza de
Dios
Es imagen en cuanto que posee un componente divino
que es el alma.
Es semejanza en cuanto que ejercita plenamente su
capacidad de amor.
El desorden del amor
La afectividad puede presentar una ambivalencia, un
desorden en el amor.
Puede degenerar en la cupiditas: es el deseo de “usar”
al otro predominantemente para responder a la propia
necesidad de sentirse amado.
Por ello se requiere una indispensable ascesis y
disciplina personal del corazón, de los sentimientos
y de los afectos.
La libertad afectiva nace fundamentalmente de dos
certezas: la de ser amado desde siempre y para
siempre, y la de ser capaz de amar, para siempre.
El desorden del amor
"Amor spiritualis generat affectuosum; affectuosus

obsequiosum; obsequiosus familiarem; familiaris

carnalem“.
San Agustín
“El amor espiritual genera el afecto; el amor afectuoso

genera la atención por el otro; el amor atento genera la

familiaridad; la familiaridad genera la concupiscencia

carnal”
El orden en la castidad
La castidad es una actuación peculiar y misteriosa del
orden del amor en la cual Dios está en el vértice de los
intereses del amante.
De esta manera Dios se convierte en al amor exclusivo
y totalizante del amor humano, que no excluye otros
amores, sino que potencia la capacidad en el amor.
El orden en la castidad
El sacerdote que ha optado por el celibato elige amar a
Dios con todo el corazón, la mente y las fuerzas, con
todo el ser, para amar con todo el corazón de Dios a
todas las almas que Dios pone en su camino, sin
vincularse a nadie, ni excluir a nadie.
San Benito decía: “ama sin poseer a nadie, y déjate
amar sin que nadie te posea”
El celibato por el Reino es un anuncio de la verdad del
corazón humano, creado por Dios y, orientado hacia
El.
El orden en la castidad
De aquí surge un estilo relacional del hombre célibe:

1. No se pone nunca en el centro de la relación, porque


el centro le corresponde a Dios.
2. Trata a los demás sin invadirlo en su corporeidad,
porque no es el cuerpo el lugar ni el motivo del
encuentro interpersonal en la vida del célibe.
3. Sabe renunciar inteligentemente al ejercicio físico-
genital, pero que busca y encuentra con creatividad
las otras mil formas expresivas del verdadero amor.
El orden en la castidad
4. Sabe decir no al rostro más bello y atrayente, para
elegir a quien humanamente no es atrayente y tiende a
mostrarse deseable.

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