“Año del Fortalecimiento de la Soberanía Nacional”
LA CONTAMINACIÓN SONORA: UN MAL SILENCIOSO
DOCENTE: Mg CD LUIS FELIPE CAHUA CHAVEZ
ALUMNA: ROSA MADELEYNE RAMOS VALENCIA CURSO: ECOLOGIA Y MEDIO AMBIENTE CODIGO: 2012134358 FILIAL: ICA El pasado 15 de marzo del presente año, mediante Decreto Supremo N.º 044-2020-PCM se declaró Estado de Emergencia Nacional y, con ello, el aislamiento social obligatorio con el objeto de salvaguardar la salud de la población que se ve amenazada por la propagación del Covid-19. Es así como, tras el confinamiento, hemos sido testigos de una reducción de la contaminación ambiental; a través de redes sociales y medios de comunicación se hizo evidente el aplacamiento de la contaminación del aire y agua; sin embargo, la reducción de la contaminación sonora o acústica ha pasado desapercibida y es que, este tipo de contaminación ambiental no es tan difundido. La contaminación sonora es uno de los mayores problemas que viene afectando silenciosamente al medio ambiente y con ello a la vida en sociedad, si bien el tema de la noticia no es tan sonado, la reducción del impacto sonoro es algo que se viene anhelando desde hace tiempo; si bien lo anunciado por el MINAM es una noticia esperanzadora, el tema es aún latente y más cuando se ha levantado el estado de cuarentena y progresivamente las actividades se van reanudando. Entonces, la reducción del impacto de la contaminación sonora en Lima fue producto de las múltiples medidas adoptadas por el gobierno, tales como el aislamiento social obligatorio, las restricciones en cuanto al tránsito vehicular, el restringir los derechos de libertad de tránsito y reunión, con ello el prohibir las reuniones o aglomeraciones en lugares públicos, el toque de queda, etc., todas estas medidas -prohibiciones- conllevo a que haya una descenso de la contaminación ambiental, dentro de esta, de la contaminación acústica. Así, en un informe anual de la OMS publicado en el año 2018, se determina que los niveles de ruido tienen un impacto significativo en la salud y que es uno de los principales riesgos para la salud mental y física; asimismo, se expresa que estos niveles de ruido se presentan en fuentes tales como los medios de transporte (aviones, trenes y tráfico por carretera), pues el ruido se genera por las turbinas eólicas, otra fuente de exposición al ruido son las actividades de ocio. Una directiva del Parlamento y Consejo Europeo ratifica el concepto ya expuesto, pues definen al ruido ambiental como el sonido exterior nocivo generado por las actividades humanas, industriales y de transporte; como nocivo especifica que son los efectos negativos que genera estos ruidos sobre la salud humana. Bien, no es necesaria una investigación o un mapa detallado para poder saber que el tráfico en la capital genera altos niveles de ruidos, que sobrepasan el decibel máximo propuesto por la OMS. El centro de Lima es uno de los focos de contaminación sonora, pues la informalidad en Lima genera que este tipo de contaminación aumente, el congestionamiento en las avenidas principales, como lo expresa una publicación de la Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental también es un foco de emanación de ruidos excesivos y dañinos. Este problema, como venimos advirtiendo, genera efectos negativos en la salud, tales como la perdida paulatina de la audición, trastornos de sueño, estrés, depresión, fatiga, irritabilidad; algunos de estos malestares los hemos experimentado de alguna manera, pues muchas veces los viajes que se realizan del lugar de residencia hacia el centro de trabajo o estudios son largos, son horas en las que las personas están expuestas a situaciones incomodas, ruidosas, y, por tanto, dañinas. Un instrumento internacional como La Declaración de Rio sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, proclama como derecho “la vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza”, a lo largo de la presente explicación se puede observar que la contaminación sonora vulnera este derecho reconocido, pues las enfermedades que se generan a raíz de este problema afectan claramente a la salud. Asimismo, podemos aseverar que otro derecho que viene siendo comprometido es el reconocido en el artículo 7º de la Constitución Política del Perú, el cual estipula que “todos tiene derecho a la protección de su salud”, lo cual, como ya hemos explicado precedentemente, las enfermedades producto de la contaminación sonora vulneran este derecho. lo más importante, además de la normativa vigente, es la concientización; difundir y hacer llegar a toda la población la información de los efectos negativos e irreversibles de este tipo de contaminación; por ejemplo, a través de los medios de comunicación, de spots informativos, de campañas a través de redes sociales, de políticas públicas que puedan hacer efectivas las disposiciones, etc. Todo ello con la finalidad de que la contaminación acústica no sea pasada por desapercibida y que la disminución de esta no se vea solo a través de circunstancias como la pandemia, sino que sea progresivo; ya que, los avances tecnológicos y como sociedad, van a pasos agigantados.