PUBLICIDAD Y

ESTEREOTIPOS
 PUBLICIDAD
• La publicidad es un sistema de comunicación con un objetivo claro:
vender. De ahí que la comunicación publicitaria se distinga por su
especialización en persuadir.

• En un mensaje publicitario hay al menos dos formas de

comunicación: la lingüística, la gráfica y/o la audiovisual. Por
tanto, no se puede hablar de un lenguaje publicitario, sino que los
mensajes publicitarios son múltiples, puesto que integran imágenes,
sonidos, palabras, entre otros.
 ESTEREOTIPOS Y SESGOS.

• Un estereotipo consiste en dar una imagen uniformada

de las personas y de las relaciones sociales que se dan
entre ellas. Es decir, un estereotipo es una
generalización de un grupo de individuos sin atender a
las diferencias individuales o culturales que hay entre
ellos.
 TIPOS DE
ESTEREOTIPOS
• Etarios: son las generalizaciones que se realizan de los diversos
grupos relacionados por edad. En la publicidad es común la
presencia de los jóvenes a quienes se los caracteriza como
rebeldes, arriesgados, poco conscientes y despreocupados. Otro
caso es el de los ancianos, los cuales se presentan como personas
enfermizas, olvidadizas y dependientes de otros.
• Sexistas: tienen que ver con las imágenes de hombres y mujeres que
se presentan, con ciertas características particulares de cada sexo. En
el caso de la publicidad, estos estereotipos apuntan a los roles
históricamente asignados a cada grupo. Así, en general, los hombres
se presentan como arriesgados, menos emocionales y relacionados
con el mundo del trabajo fuera de casa. Por otro lado, las mujeres se
vinculan a todo lo que tiene que ver con el hogar y los hijos. Se las
caracteriza como emocionales, capaces de dejar el trabajo porque un
hijo está enfermo, etc.
• Étnicos: destacan (o discriminan) ciertas características supuestas

de cada etnia. Los gitanos son ladrones, los judíos avaros, los

ingleses puntuales, etc.

• Sociales: tienen que ver con las distintas clases o niveles
socioeconómicos. Es usual en la publicidad mostrar a las personas de
las clases altas o acomodadas como felices o capaces; en cambio, si
aparece un personaje de una clase socioeconómica baja, se tiende a
caracterizarlo como una persona divertida o a quien le suceden todos
los percances (choca, se cae, se equivoca, etc.). También, se tiende a
mostrarlo como una persona que sufre y tiene todo en su contra.