Es todo aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su
propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tan realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido, la realidad se distingue no solo de todo lo aparente, imaginario y fantástico, sino, además, de lo que lo que es solamente lógico, aunque esto último sea por completo justo; también se diferencia de todo lo que es posible, probable, aunque aún no exista. Todo el mundo material en su conjunto, en todas sus formas y manifestaciones, el concepto de realidad objetiva es relativo. Respecto al individuo es todo lo que existe fuera de su conciencia y es reflejado por ella. Pero él mismo, con su conciencia, será realidad objetiva respecto a otras personas. Haciendo abstracción de la visión individual del mundo, puede decirse que la realidad objetiva coincide con la realidad general. Esta incluye en sí los diversos objetos materiales, sus propiedades, el espacio, el tiempo, el movimiento , las leyes, los distintos fenómenos sociales, es decir, las relaciones de producción, Estado, arte, entre otros. Todo ello es reflejado por la conciencia humana, existe con independencia de ella. De ahí no cabe inferir, sin embargo, que el concepto de realidad objetiva sea más amplio que el de materia. Tal idea puede surgir si se separa la materia de sus múltiples propiedades y formas de manifestación sin las cuales no existe. El movimiento, el espacio, el tiempo, la vida, entre otros. Todo ello son propiedades o manifestaciones de las propiedades e interacciones de los tipos distintos por su grado de complejidad de la materia, los cuáles constituyen en su conjunto el mundo en su conjunto la realidad objetiva toda LA REALIDAD.