Confucio(551-479 a.n.e) fue el fundador del confucianismo. Un año después de su muerte se construyo el templo, adaptando su antigua residencia para celebrar ceremonias conmemorativas cada año. Desde la dinastía Han(206a.n.e.-220n.e.) todas las dinastías feudales reconstruyeron y ampliaron sin cesar el Templo de Confucio con la intención de difundir el pensamiento del maestro. La Puerta Lingxing del Templo de Confucio en Qufu Actualmente, el Templo de Confucio ocupa cerca de 22 hectáreas, con 466 salas y nueve patios. El eje longitudinal atraviesa todo el templo, con simetría lateral, una distribución bien construida y un estilo majestuoso. En el Templo también conservan muchas estelas y relieves en piedra, los cuales son valiosos materiales para el estudio de la escritura antigua, la cultura y el arte de China. El Templo de Confucio en Qufu está compuesto de tres complejos, el templo en sí, la residencia y la tumba. La residencia de Confucio es el conjunto residencial de sus descendientes, y es la vivienda más grande en China, aparte de los palacios de los emperadores Ming y Qing. La tumba, por su parte, está localizada al norte de Qufu, y en ella reposan los restos del pensador y de El Salón Dacheng del Templo de Confucio en Qufu toda su familia. La forma y disposición actuales del templo datan de la dinastía Qing, durante el reino del emperador Yongzheng. Su plano es alargado y estrecho, con 600 metros en línea recta en dirección nortesur. De lado a lado tiene 140 metros. El templo tiene en total nueve patios, y su centro es el eje norte-sur. La obra cuenta con alrededor de 400 salones, altares y cámaras, 54 portalones y 13 pabellones de tabletas imperiales. En frente de la entrada hay una pared-biombo que honra el impecable carácter y la sabiduría de Confucio. Después de atravesar los tres primeros patios, todos de tamaños diferentes, se llega a la cámara de Kuiwen, que es la biblioteca. Detrás de ella hay 13 pabellones, cada uno de los cuales aloja una tableta imperial de piedra. Posteriormente está la Puerta de Dacheng. Junto a ella está un pabellón rectangular llamado el Altar del Albaricoque, que era el atril de la sala de conferencias en la cual Confucio dictaba sus clases.