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UN ANÁLISIS FEMINISTA

DEL DE LOS DERECHOS


HUMANOS Y DEL
DERECHO HUMANITARIO
“Entiendo que muchas
mujeres hoy en día
trabajan por obtener
una mayor tajada de la
torta, pero yo no lo
voy hacer...porque
prefiero trabajar para
cambiar la receta”[
I.- LA DIFERENCIA Y LA
DESIGUALDAD DE LAS MUJERES
Las mujeres, al igual que otros sectores
de la sociedad, como el indígena, el de la
niñez, el de la tercera edad, el de los
discapacitados/as, los campesinos/as; y
en el mismo caso de las minorías, como
los GLBT, las mujeres, hemos tenido que
luchar para que se nos reconozca
derechos que para otros resultaban ser
innatos a su condición.
• Y es que nacer y ser mujer u hombre, es
una condición que marca una diferencia y
también marca la vida, las aspiraciones, la
libertad, los sueños, las oportunidades y los
riesgos.
• No es lo mismo, y ustedes estarán de
acuerdo conmigo, ser hombre que mujer, o
ser mestizo que indígena, o ser rico que ser
pobre, o citadino que campesino.
El sistema se
constituye en
con una
deliberada
intención de
diferenciar
para
desigualar.
...a las
diferentes
personas se nos
otorga, en el
imaginario
colectivo y en las
prácticas
sociales,
diferente valor y
diferente
tratamiento.
La tensión entre iguales y diferentes
es resuelta invariablemente en
desmedro de los derechos de las
mujeres y de aquellos sectores que
se alejan de las características del
modelo de lo humano a quien sirve el
sistema desde y en todos sus niveles
orgánicos y en todas sus
manifestaciones socio culturales.
Otorgar a un ser humano,
mayor o menor valor, por ser
indio, negro, blanco o mestizo,
hombre o mujer, homosexual o
heterosexual, pobre o rico, es
negar su legítima existencia y
por ello sus derechos más
elementales e innatos a la
condición de humanos y
humanas.
Quienes sufren la discriminación,
en nuestra sociedad, son aquellas
personas consideradas diferentes
al paradigma de lo humano que es
concebido y construido social y
arbitrariamente como hombre,
blanco/mestizo, joven adulto,
hterosexual, productor, con poder
económico y político.
No es casualidad ni destino entonces
que la discriminación y la violencia
haya hecho carne en las mujeres, y
otros sectores, a sabiendas de que la
discriminación, por cualquier condición
niega al discriminado/a las
oportunidades para su desarrollo
integral, el poder y la autonomía
para construir una vida digna y libre
de violencia.
En este contexto de
discriminación emergen las
organizaciones de mujeres y el
feminismo como una forma de
limitar el abuso del poder,
pelear los derechos negados,
abrir las puertas de la historia
y transformar las propuestas
unilaterales desarrolladas a la
luz de lo masculino como una
visión androcéntrica.
La lucha de las mujeres
para exigir su presencia en
áreas y ámbitos del
quehacer humano no cruza
solamente por insertarse
en el sistema y demandar
su participación el él,
cruza por transformar las
estructuras que permiten
la discriminación y la
violencia.
El ámbito de los derechos
humanos y del derecho
humanitario, como partes
del sistema, no les han sido
ajenos y la participación de
las mujeres ha sido vital
para visualizar sus
demandas, intereses y
necesidades en estos
procesos y sus productos.
Es muy frecuente sin embargo,
que cuando desde las mujeres,
se propone el tratamiento
específico de sus demandas,
sus procesos y propuestas,
sean generalmente calificadas
de excluyentes, cosa que no
ocurre con otros movimientos
sociales y sus planteamientos.
A pesar de ello y de las
resistencias al cambio, las
mujeres han escrito una
historia de conquistas y
reivindicaciones que han
aportado de manera
significativa para apoyar la
construcción de una cultura de
paz y de respeto a los
derechos humanos.
II.- LOS DERECHOS
HUMANOS DE LAS
MUJERES:
UN PROCESO CON
HISTORIA
El proceso de lucha por los Derechos
Humanos de las mujeres se pierde en la
historia:
• Olympe de Gouges francesa
guillotinada en 1793 por rebelarse
contra el poder y proclamar que las
mujeres tenían derechos de ciudadanía.
La evidencia se su lucha se plasma en la
célebre Declaración de los Derechos de
la Mujer y de la Ciudadana de 1791.
Mary Wollstonecraft inglesa
escribe Defensa de los
Derechos de la Mujer
publicado en 1792, es otra
muestra de la lucha de las
mujeres por conseguir los
derechos que les fueran
negados por su condición de
mujeres.
A partir de Ellas la presión social y
política de los movimientos de mujeres en
el orbe, ha permeado instancias,
autoridades, procesos y normativas para
revelar una ideología que proclama el
derecho a la diversidad, a la equidad y a
la paz.
Cuestiona los principios de los Derechos
Humanos para reconsiderarlos a la luz de
lo diverso.
Pero no es sino hasta después de la
segunda guerra mundial, que el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos,
inicia formalmente su desarrollo como
reacción a las atrocidades cometidas
durante ésta.
La creación de la Organización de las
Naciones Unidas y la adopción de la
Declaración Universal de los Derechos
Humanos son hitos que marcan el
proceso.
a) Principales hitos que marcan el proceso
de construcción de los derechos Humanos
de las Mujeres

La evolución del concepto de derechos


humanos ha ido de acuerdo con las
épocas y los acontecimientos y las
mujeres han aportado de manera
significativa con el fin de armonizar las
normas con su realidad específica.
El derecho a tener derechos
fue un objetivo que las mujeres
logran con sus luchas, no sin
esfuerzo y no sin precio de por
medio.
  En la Declaración de los Derechos de
Virginia (EE.UU.), en 1776 y en 1789 la
Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano, fruto de la Revolución
Francesa, no se consideró a las mujeres
como sujetas de derecho.
La sobre generalización,limitó el
reconocimiento de experiencias e
intereses propios de una realidad
concreta, pues no existe un problema, ni
un derecho sin una persona (o grupo) que
lo posean.
Esto es como lo dijera Sandra Harding:
“ lo que ha sucedido, es que la ciencia
social tradicional sólo se ha planteado
aquellas preguntas sobre la vida social
que son problemáticas, desde la
experiencia social de los hombres”
En los primeros años del
siglo XX, al calor de la
presencia de los
movimientos sufragistas y
mucho antes de la
existencia de las Naciones
Unidas, se hacen
esfuerzos desde el
Derecho Internacional
para legislar sobre
aspectos importantes de la
vida de las mujeres.
En 1902, en La Haya, se adoptaron
convenciones internacionales referidas al
matrimonio, divorcio y tutela de menores.
Otros acuerdos producidos en 1904, 1910, 1921
y 1933, contenían disposiciones para luchar
contra la trata de blancas.
En ese momento, el Pacto de la Sociedad de
Naciones pedía que los gobiernos aseguraran
mejores condiciones de vida para todos y todas.
Este organismo también acordó que la
contratación de sus funcionarios estaría abierta
por igual a hombres y mujeres.
En América Latina, el tema de la condición
jurídica y política de las mujeres será
materia de debate en algunos países donde
existían organizaciones feministas que
luchaban principalmente por la obtención:
del sufragio,
el acceso de las mujeres a una educación
igualitaria, y
a recibir igual salario por igual trabajo.
ü      En 1923, a raíz de la Quinta
Conferencia Panamericana realizada en
Santiago de Chile, se acuerda que en todo
programa de este organismo, se trabaje para
abolir aquellas leyes y decretos contrarios a
los derechos de las mujeres.
 En 1928 se crea la Comisión
Interamericana de Mujeres dentro de la
Organización de Estados Americanos
(OEA). Este organismo dispone medidas
para hacer frente a la discriminación por
sexo
ü      En 1938 se adopta la Convención sobre la
nacionalidad de la mujer casada, y
 
ü      En 1948 se desarrollan las Convenciones
sobre derechos políticos y civiles de las
mujeres.

Había transcurrido un siglo desde que en


1848, en el poblado estadounidense de
Séneca Falls, las primeras feministas
sentaran las bases para el reconocimiento de
sus derechos como mujeres y ciudadanas.
b) Otros tiempos...otras luchas

Al término de la Segunda Guerra Mundial, la


causa de los derechos humanos vuelve a ser
preocupación mundial a raíz del drama del
genocidio nazi y de la existencia en gran escala
de presos políticos y exiliados,
Los movimientos de mujeres en América Latina y
el Caribe ponen en debate las debilidades y
limitaciones de los derechos civiles y políticos
consagrados. La realidad negaba su vigencia.
La realidad de las mujeres confronta la
formalidad y contribuye a modificar las
tradicionales percepciones acerca de la doctrina
de los derechos humanos, en el sentido de que
éstos han ido evolucionando de acuerdo a los
tiempos y a los cambios sufridos por nuestras
sociedades.
Como señalan algunas activistas latinoamericanas
y del Caribe, la lista de los derechos no puede
ser estática frente al surgimiento de nuevas
necesidades, nuevos retos, y lo que es más
importante, nuevos actores y actoras.
En este contexto de cambios y
participaciones diversas:
1948: las Naciones Unidas aprueban la
Declaración Universal de los Derechos
Humanos
Participan cuatro mujeres que firmaron la
flamante Carta: la dominicana Minerva
Bernardino, la brasilera Bertha Lutz,
Gildersleeves de Estados Unidos y Wu Yi-
Tang de China.
Este célebre cuarteto luchó para:
• que se reconociera a las mujeres en los
contenidos de la Carta
• por su inclusión en cargos políticos dentro de
la ONU.
• consiguieron que se cambiara por "Declaración
Universal de los Derechos Humanos"
• constituyeron la Comisión Sobre la Condición
Jurídica y Social de la Mujer de la que
Bernardino fue elegida Presidenta de 1953 a
1955.
Uno de los primeros
logros de la Comisión
fue consagrar los
derechos políticos de
las mujeres.
La semilla plantada
por estas pioneras
dará sus frutos veinte
años después dentro
del marco de la Década
de la Mujer de la ONU
(1975-1985).
El primer hecho de importancia en esa década
fue el Tribunal Internacional de Crímenes
contra las Mujeres celebrado en Bruselas en
1976, una acción organizada por las feministas
del norte.
Por primera vez, se tipifican de crímenes
contra las mujeres los casos de violencia
presentados.
Como resultado de este Tribunal, que tuvo
amplia cobertura informativa, se creó la Red
Feminista Internacional para acciones de apoyo
y solidaridad.
El segundo hecho se da en 1979 cuando la
Asamblea de Naciones Unidas aprueba la
Convención sobre la Eliminación de Todas
las Formas de Discriminación Contra la
Mujer, punto de partida para hablar de
derechos humanos específicos.
El espíritu de este documento es ampliar el
concepto androcéntrico de derechos
humanos tomando como norma la
discriminación basada en el género.
Las bases internacionales más sólidas, se han
establecido durante el decenio de 1990, a raíz
del ciclo de conferencias internacionales y
cumbres mundiales de gobiernos organizadas por
las Naciones Unidas: 
La II Conferencia Mundial de Derechos
Humanos (Viena, 1993)
la IV Conferencia Internacional sobre
Población y Desarrollo (El Cairo, 1994)
y la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer
(Beijing, 1995)
Quizá uno de los logros
más importantes de
este histórico proceso,
sea el enfoque integral
que hoy se da a la idea
de derechos humanos a
partir de la intervención
y la presencia de los
movimientos de mujeres
en los diferentes
escenarios
internacionales. 
o Tipificar la violencia contra la mujer como una
violación de derechos humanos dentro de la
Declaración y el Plan de Acción de la II
Conferencia Mundial de Derechos Humanos.
o Declarar y concebir al sufrimiento de la mujer
torturada dentro de las cuatro paredes de su
casa, tan grave como la tortura cometida por
agentes estatales.
o Identificar semejanzas entre la detención
arbitraria y el compulsivo encierro doméstico
decretado por la autoridad paterna o marital.
III.-EL DERECHO
HUMANITARIO:
AVANCES Y APORTES DESDE
UNA PERSPECTIVA DE JUSTICIA
DE GENERO.
Contrario al tema de los Derechos
Humanos, el tema de género en el
contexto del derecho en el conflicto
armado no ha sido de mayor atención
para los grupos feministas, ello a pesar
de esta es un área que genera una
aguda invisibilidad e impotencia de
aquellas mujeres que encaran una de las
más destructivas expresiones del poder
del Estado: el uso de la fuerza.
el ámbito de las
relaciones
internacionales es
percibida como una
actividad
inherentemente
masculina y ello se
extiende a las normas
que gobiernan el
resultado fallido de la
política internacional:
el conflicto armado.
“Las mujeres han sido históricamente
utilizadas como botines de guerra, medios para
destruir la moral de las tropas, formas de
afectar el sentido de comunidad o pertenencia
de las partes en conflicto, a través de la
violencia sexual y la persecución de género.
El Derecho Humanitario por largo tiempo,
invisibilizó y subvaloró estas situaciones
calificándolas de una consecuencia inevitable
de las guerras y dándole un tratamiento
secundario.”
“Cualquier análisis feminista de
estas normas debe confrontar la
institución militar y la naturaleza
misma del militarismo, el cual
determina a grandes rasgos el
contenido y la aplicación de
estas normas.”
El aparato militar ha sido
descrito como un “culto a la
masculinidad”: un medio para
reforzar la identificación de
género de los hombres.
Cualquier análisis feminista
será percibido como una
amenaza a la institución, en
la medida en la que revele
la naturaleza de las normas
que gobiernan a las
actividades militares.
Las normas asumen el
silencio y el sufrimiento de
las mujeres y los niños y
niñas, y este sufrimiento ha
sido infinito.
Las preguntas que se formulan desde el
feminismo están elaboradas de cara a “cómo
el derecho falla por omisión”, al no reconocer
la diversidad y las diferentes experiencias de
las mujeres en los conflictos armados.
Frente a ello el movimiento feminista se
propone desmantelar el mito de lo neutro en
el Derecho Humanitario y plantea lo
inadecuado del término en sí mismo pues como
todo Derecho es genérico y por lo tanto sus
normas no son neutrales, abstractas u
objetivas o sin valores.
Desde la perspectiva de las mujeres, el
principio general más importante del Derecho
del conflicto armado es que las partes en
conflicto distingan:
a) entre los civiles y combatientes y
b) los objetivos militares y dirigir sus
operaciones solamente contra éstos últimos.
“...un análisis del conflicto armado a través
de los años revela que no existe un principio
del derecho del conflicto armado que haya
sido más irrespetado.”
La tensión que genera esta distinción ha
tenido siempre que reconciliarse con las
demandas del militarismo:
el estado y el aparato militar han
tomado iniciativas dirigidas a la
protección de sus combatientes, pero
no sucede lo mismo cuando se trata de
proteger a la sociedad civil.
En este territorio las mujeres han
avanzado:
• gracias a los logros conseguidos
previamente en el campo de los derechos
Humanos y
• a la capacidad política de los
movimientos de mujeres que logran influir
y permear los contenidos del Derecho
Humanitario para incluir sus intereses y
necesidades..
Como antecedentes de estos logros
paulatinos, pero sostenidos, podemos señalar
algunos hechos importantes:
•   1945: final de la segunda guerra mundial,
se crean tribunales internacionales para
enjuiciar a los nazis por crímenes de guerra
y de lesa humanidad (Nurremberg y Tokio).
• Estos tribunales en sus estatutos no
incluyeron la violación como crimen y
tampoco se presentaron casos. Salvo en
Tokio en el que si existió una acusación por
violación.
1946: se decide elaborar un Código de
Crímenes contra la Paz y la Seguridad
y una Corte Penal Internacional con el
objetivo de enjuiciar a quienes
cometieran los crímenes que se
establecieran como más graves.
La violencia sexual y las práctica
extendidas de esclavitud no quedaron
registradas por los tribunales militares.
(mujeres de solaz)   
1948: se elabora la Declaración
de los Derechos Humanos de la
Naciones Unidas y como efecto de
la segunda guerra mundial, se
aprueba la Convención para la
prevención y sanción del delito de
Genocidio una de las más
ratificadas por la comunidad
internacional. Entre sus artículos
hay uno que se refiere a la futura
creación de un tribunal
internacional.
1949: la Comisión de Derecho
Internacional de Naciones Unidas inicia
la redacción de un estatuto para crear
la Corte Penal Internacional, la que se
suspende por la guerra fría.
Hasta este período de desarrollo de la
justicia internacional y del Derecho
Penal Internacional no se hace
referencia a los crímenes en contra de
las mujeres.
La participación de las mujeres

La Cuarta Convección de Ginebra en 1949


se refiere a la violencia sexual pero no como
constitutiva de infracciones graves sino como
acciones en contra del honor y la dignidad y
aunque se la considera inaceptable, no se
logra reconocer el alcance ni la gravedad de
esa práctica, por lo tanto no es una
infracción que obligue a los estados a
investigar, juzgar y castigar a las personas
que las cometen.
  Los dos protocolos
adicionales de 1977 de
los Convenios de
Ginebra consignan la
violación y toda
violencia sexual como
atentado al pudor,
reafirmando el
tratamiento secundario
que se le dio a la
violencia sexual en los
convenios.
En 1993, en el ámbito de los derechos
humanos, en la Conferencia Mundial de
Derechos Humanos realizada en Viena, su
plataforma de acción reconoce la necesidad
de consignar las violaciones graves a los
derechos humanos de las mujeres como
parte de la agenda de las naciones Unidas
y establece que la violencia contra las
mujeres constituye una violación a los
derechos humanos.
La Cuarta Conferencia Mundial sobre las
Mujeres, realizada en Beijing, ya afirma que
la violación es un crimen de guerra y propone
a los Estados tomar ciertas medidas para
lograr una mayor protección para las mujeres
en los conflictos armados y realizar
investigaciones completas de todos los actos
de violencia cometidos contra las mujeres
durante las guerras, incluidas las violaciones,
en particular las violaciones sistémicas, la
prostitución forzada y otras formas de
agresiones deshonestas y la esclavitud
sexual.
§La plataforma de acción de la misma
Convención, recomienda a los Estados que:
“reafirmen que la violación en el curso de
un conflicto armado constituye un crimen
de guerra y, en ciertas circunstancias,
puede considerarse un crimen de lesa
humanidad y un acto de genocidio”.
Además, se aboga por la creación de un
Tribunal Internacional capaza de juzgar y
sancionar los actos de violencia sexual que
se cometen en los conflictos armados.
1998: y a la par con el proceso de
negociaciones sobre la Corte Penal
Internacional, la jurisprudencia de los
Tribunales ad hoc para la ex Yugoslavia y
Ruanda, en particular en los casos de
Akayesu (1998), Celebici (1998) y
Furundizja ( 1998), marcan un hito en la
evolución de la justicia internacional y el
derecho Humanitario al relevar la violencia
sexual como constitutiva de genocidio y de
tortura, respectivamente, y por lo tanto
crímenes de guerra y de lesa humanidad.
1998: se adopta el
estatuto de Roma que
codifica la violación, la
esclavitud sexual, la
prostitución forzada, el
embarazo forzado, la
esterilización forzada y la
violencia sexual como
crímenes de guerra y de
lesa humanidad.
Se crea la CORTE PENAL
INTERNACIONAL
“Los avances en materia de justicia de
género que muestra hoy el Derecho
Internacional Humanitario aportan:
al fortalecimiento de los derechos de las
mujeres en el mundo y particularmente en
la región.
La Corte Penal Internacional y su Estatuto
son una expresión de dichos avances y
constituyen una herramienta para los
movimientos feministas y de mujeres
latinoamericanos.
“Entiendo que muchas
mujeres hoy en día
trabajan por obtener
una mayor tajada de la
torta, pero yo no lo
voy hacer...porque
prefiero trabajar para
cambiar la receta”

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