TURISMO
SOSTENIBLE
¿Qué es el turismo sostenible?
El turismo sostenible se entiende como aquel que toma en
consideración las repercusiones económicas, socioculturales y
ambientales, actuales y futuras, para desarrollar actividades que
den respuesta a las necesidades de los visitantes, de los
destinos, de las comunidades anfitrionas y de la industria
turística y del entorno. Es un turismo que busca favorecer el
desarrollo de las sociedades, contribuyendo a generar ingresos y
mejores empleos para la población, a la vez que se enfoca en
proteger el capital natural y los procesos ecológicos, y en mitigar
el impacto que tiene sobre la integridad cultural de las
comunidades.
Dimensiones del turismo sostenible: La sostenibilidad es, entonces,
un concepto integral que se refiere al desarrollo sistémico de
aspectos ambientales, económicos y socio-culturales.
• Dimensión económica: Hace referencia a la viabilidad a largo
plazo de las actividades económicas asociadas al turismo, así
como a los efectos que estas generan en la economía del
territorio y de los actores de la cadena de valor. Esta dimensión
también se refiere a la distribución equitativa de los beneficios
socio-económicos del turismo, “entre los que se cuenten
oportunidades de empleo estable y de obtención de ingresos y
servicios sociales para las comunidades anfitrionas”. El principio
económico del turismo sostenible consiste en el fomento de un
ambiente de negocios estable, en el que se fortalezca la cadena
de valor y se incentive la formalización y el desarrollo de
productos turísticos de calidad.
• Dimensión socio-cultural: Hace referencia al respeto por la
identidad de las comunidades anfitrionas, su cultura, valores y
tradiciones. También a la preservación de los activos
culturales, arquitectónicos y arqueológicos de los destinos, y a
la protección del patrimonio inmaterial y las costumbres
ancestrales de comunidades étnicas. La dimensión socio-
cultural involucra, además, la garantía de condiciones de
accesibilidad a las atracciones y destinos, y la inclusión al
sector de poblaciones vulnerables y con menos recursos.
También implica la implementación de procesos de
participación comunitaria para que las personas anfitrionas
asuman un papel activo en la protección de sus destinos y en
el desarrollo de la actividad turística.
• Dimensión ambiental: Se refiere a la gestión óptima de los
recursos naturales que están en la base del desarrollo
turístico, y a la conservación del medio ambiente y de los
ecosistemas que soportan la vida de distintas especies y la
salud del ser humano. También implica el cuidado y la
preservación de servicios ecológicos esenciales como el agua
y la energía, el manejo de los residuos sólidos y líquidos, y la
minimización de la contaminación del aire. Aunque es
aplicable a todo tipo de destinos, la dimensión ambiental
cobra una importancia especial en destinos rurales o de
naturaleza tales como parques naturales, zonas costeras,
bosques, páramos y áreas protegidas, cuyos valores
ambientales son particularmente vulnerables al desarrollo
irresponsable y no controlado de la actividad turística.
Externalidades negativas del turismo: Externalidades
ambientales negativas. La actividad turística tiene efectos
negativos directos e indirectos sobre el agua, el aire, el suelo, los
ecosistemas y la biodiversidad de los destinos. Estos se derivan
del consumo de los recursos hídricos y energéticos, así como de
la generación de emisiones atmosféricas, residuos sólidos y
residuos líquidos. También de las actividades humanas que
atentan directamente contra el medio ambiente, los ecosistemas
y la integridad ambiental de los destinos.
GESTIÓN DEL RECURSO HÍDRICO Y ENERGÉTICO
• Impacto en el turismo de los cambios en el recurso
hídrico: Además de ser un recurso esencial para el
desarrollo de todas las actividades turísticas y para la
prestación de los servicios por parte de las empresas del
sector, existen algunas tipologías de turismo que tienen
una dependencia directa de este recurso. Estas incluyen
el turismo náutico, el turismo de aventura, el ecoturismo,
el turismo de sol y playa y el turismo de bienestar.
• Gestión energética en el turismo: El turismo también es
un sector intensivo en el uso de la energía. En especial
cuando esta se obtiene de recursos no renovables, el
consumo energético del sector puede resultar en un
impacto importante en los ecosistemas. Su consumo se
explica principalmente por los medios de transporte de los
que depende (p. ej. aviones y automóviles) y por la
infraestructura para la prestación de servicios (p. ej.
hoteles y centros de convenciones), así como por el tipo
de actividades que realizan los turistas en los destinos (p.
ej. asistencia a conferencias).
Mitigación y adaptación al cambio climático
Aproximaciones al cambio climático desde el sector turismo. La
relación del turismo con el cambio climático es de doble vía.
Además de contribuir significativamente a la generación de
emisiones de GEI, el turismo es uno de los sectores más
vulnerables a las consecuencias del cambio climático que
incluyen cambios en las aguas, los ecosistemas y las
temperaturas. En esta medida, las estrategias que se planteen
desde el sector en relación con el cambio climático deben girar
alrededor de dos líneas de acción:
• Mitigación. Esta línea de acción implica el desarrollo de
estrategias dirigidas a reducir las emisiones de carbono del
sector turismo, a partir de una consideración de todas las
actividades que desarrolla un viajero desde que comienza su
viaje, hasta que regresa a su lugar de origen. Esto quiere
decir que dichas estrategias deben abarcar los medios de
transporte que utiliza a nivel internacional, nacional y regional,
los lugares en los que se hospeda, los servicios que contrata,
los alimentos que consume y las actividades que realiza en el
destino que visita
• Adaptación. Esta línea de acción hace referencia al
desarrollo de iniciativas para adaptarse a las diferentes
maneras en que las consecuencias del cambio
climático impactan las operaciones y las actividades
turísticas. Factores como los incendios forestales, la
erosión costera, las tormentas, las sequías e
inundaciones que se originan en el cambio climático,
inciden en el acceso de los turistas a determinados
destinos, en las reservas de agua potable, en el estado
de la infraestructura turística, en la posibilidad de los
prestadores de ofrecer determinados servicios y en la
disponibilidad de alimentos a nivel territorial.
criterios globales de Turismo Sostenible
Como primera acción, el turismo debe contribuir al desarrollo local, Convertirse en un
vehículo de identidad, donde la oferta del patrimonio local, va de la mano con el bienestar de
la comunidad y el cuidado del medioambiente.
Los tres criterios globales que evalúa el turismo sustentable son :
Criterio Socio- cultural:
• Contribución al desarrollo local
• Bienestar de la comunidad
• Desarrollo de oferta con elementos culturales
• Protección del patrimonio socio-cultural
Criterio Medioambiental :
• Gestión del Agua
• Gestión de la Energía
• Reducción de la Contaminación
• Huella de Carbono
• Conservación de la Biodiversidad
Criterio Económico :
• Viabilidad económica
• Política de abastecimiento
• Prosperidad local
• Empleo de calidad
• Satisfacción del visitante
1. Acabar con la pobreza.
Siendo uno de los sectores económicos con mayores
dimensiones del mundo, y uno de los que registra un crecimiento
más rápido, el turismo se encuentra en una buena posición para
fomentar el crecimiento económico y el desarrollo a todos los
niveles y aportar ingresos mediante la creación de empleo. El
desarrollo del turismo sostenible, y su incidencia en las
comunidades, puede vincularse con los objetivos nacionales de
reducción de la pobreza, con los relacionados con la promoción
del emprendimiento y los pequeños negocios, y con el
empoderamiento de los grupos menos favorecidos, en particular
las mujeres y los jóvenes.
2. Acabar con el hambre.
El turismo puede estimular la productividad agrícola al promover
la producción, el uso y la venta de productos locales en los
destinos turísticos y su plena integración en la cadena de valor
del sector. Además, el Agroturismo, un segmento en crecimiento,
puede complementar las actividades agrícolas tradicionales. El
crecimiento de los ingresos en las comunidades locales puede
conducir a una agricultura más resiliente y a la vez aportar valor
a la experiencia turística.
3. Garantizar una vida sana.
La contribución del turismo al crecimiento económico y al
desarrollo también puede tener un efecto colateral en la salud y
el bienestar. La entrada de divisas y los impuestos procedentes
del turismo pueden reinvertirse en atención y servicios de salud,
lo cual debería contribuir, entre otras cosas, a mejorar la salud
maternal, reducir la mortalidad infantil y prevenir enfermedades.
4. Garantizar una educación de calidad.
Para que el turismo prospere hace falta una fuerza de trabajo
debidamente formada y competente. El sector puede aportar
incentivos para invertir en educación y en formación profesional y
ayudar a la movilidad laboral a través de acuerdos especiales, ya
que el turismo tiene la capacidad de promover la inclusividad, los
valores de una cultura de tolerancia y de paz así como la
interactividad de la ciudadanía a escala global.
5. Lograr la igualdad de género.
El turismo puede empoderar a las mujeres de múltiples formas, y
en particular mediante la provisión de puestos de trabajo y
oportunidades de generación de ingresos en empresas, grandes,
medianas y pequeñas, relacionadas con el turismo. Siendo uno
de los sectores con un mayor porcentaje de mujeres empleadas
y emprendedoras, el turismo puede servir para liberar el potencial
de las mujeres y ayudarlas a participar plenamente y a
emanciparse en todos los ámbitos de la sociedad.
6. Garantizar la disponibilidad del agua
El turismo puede desempeñar un papel crucial para lograr el
acceso al agua y la seguridad, así como la higiene y el
saneamiento para todos nuestro recursos más preciados.
7. Garantizar el acceso a una energía asequible.
Siendo un sector que requiere una aportación energética
sustancial, el turismo puede acelerar el cambio hacia las
energías renovables e incrementar su cuota en la matriz
energética mundial. Por consiguiente, al promover unas
inversiones sólidas y a largo plazo en fuentes de energía
sostenibles, el turismo puede ayudar a reducir las emisiones de
gases de efecto invernadero, mitigar el cambio climático e
implantar soluciones energéticas nuevas e innovadoras en áreas
urbanas, regionales y remotas.
8. Promover el crecimiento económico.
El turismo es una de las fuerzas motrices del crecimiento
económico mundial y actualmente responsable por creación de 1
de cada 11 puestos de trabajo. Dando acceso a oportunidades
de trabajo decente en el sector turístico, la sociedad, y en
particular los jóvenes y las mujeres pueden beneficiarse de las
mejoras de las capacidades y del desarrollo profesional. La
contribución del sector a la creación de empleo se reconoce en la
meta.
9. Construir infraestructuras resilientes