Son cuerpos de peso molecular elevado que contienen nitrógeno,
carbono, hidrógeno y oxígeno, y frecuentemente azufre.
Las proteínas son necesarias para proveer de nitrógeno y aminoácidos al organismo, con los cuales éste realiza la síntesis de sus propias proteínas. Después del agua, las proteínas son el elemento más abundante en el cuerpo; se hallan en todas las células y cumplen múltiples funciones. Por estas razones, a la hora de incorporarlas hay que tener en cuenta tanto la calidad como la cantidad. Si se consumen en exceso (más de un 15% del total calórico), superando las cantidades que el cuerpo necesita para el crecimiento y reparación, éste las utilizará como fuente de energía o bien las almacenará como grasas. Químicamente las proteínas están constituidas por unos veinte elementos denominados aminoácidos. Químicamente las proteínas están constituidas por unos veinte elementos denominados aminoácidos. No todos los aminoácidos están presentes en cada proteína; unas son más completas que otras, según el número de aminoácidos que contengan. Del total de ellos, existen ocho -en los adultos- y nueve -en los niños- que son considerados esenciales ya que no pueden ser fabricados por el organismo. Estos se encuentran particularmente en las proteínas de fuente animal. Por eso es preciso incorporarlos a través de los alimentos. Las proteínas se clasifican según de donde provengan en: Completas. Son aquellas que se encuentran en los alimentos de origen animal (carnes, huevos, lácteos). Incompletas. Presentes en los alimentos vegetales (legumbres, cereales y derivados, frutas secas).