Está en la página 1de 8

ESTUDIANTE: 

   NANCY MATTA GUEVARA


ACTITUDES Y CONDUCTAS DE LOS  CURSO:    
PADRES FRENTE AL APRENDIZAJE  PROFESORA: 
CICLO: I
 
A. NIVEL DE EXPECTATIVAS
DE LOS PADRES
• La expectativa se refiere a la esperanza de alcanzar cierto logro en la medida que se proporcionen las
oportunidades deseadas para ello, o la creencia de lo que probablemente ocurrirá en el futuro. En relación con
las expectativas educativas, se referirían al nivel educativo que realmente se cree alcanzar. En este sentido, las
expectativas se distinguen del concepto de aspiración, que alude a aquellos deseos que exceden a lo que
racionalmente se esperaría.

• El estudio de las expectativas sobre la educación se remonta a la aplicación del concepto de profecía
autocumplida a los profesores, según lo cual los profesores interactúan con sus estudiantes de tal manera que se
cumplan las expectativas que tienen sobre ellos. Desde entonces, se han estudiado exhaustivamente las
expectativas de los profesores hacia los estudiantes en diversos contextos, descuidando el estudio de las
expectativas de otras personas significativas.

• Los estudios muestran una estrecha relación entre la participación y las expectativas de los padres y madres
sobre la educación de sus hijos. Zhan (2006) encontró que aquellos padres que tenían mayores expectativas
sobre la educación de sus hijos, presentaban a su vez comportamientos específicos como la participación
permanente en actividades escolares y el establecimiento de normas para la escolarización.

• Por otra parte, se ha evidenciado una relación positiva entre las expectativas sobre la educación y el rendimiento
académico de los niños, como también una asociación con el nivel socioeconómico, en donde los padres de
estudiantes de nivel socioeconómico más bajo presentarían un escaso interés por la continuación de estudios,
ligado a la creencia de que sería una pérdida de tiempo que escasamente influiría en el futuro laboral y en
sentido inverso, aquellos padres con mayores ingresos económicos esperarían que sus hijos alcancen mayores
niveles educativos.
Sin embargo, otros estudios sugieren que las expectativas educativas de
los padres serían una variable mediadora entre el nivel socioeconómico y
los resultados académicos, permitiendo concluir que los padres que
tienen altas expectativas educativas para sus hijos, independientemente
de la posición social, son más propensos desarrollar en los niños altas
expectativas educativas para sí mismos. Así también, las personas de nivel
socioeconómico bajo que han aumentado las expectativas educativas son
más propensas a tener expectativas laborales similares a las de sus pares
de nivel socioeconómico más alto.

Otro estudio presenta una visión distinta del rol de las expectativas
educativas de los padres sobre el logro académico de sus hijos, abordando
esta variable dentro del concepto de capital cultural escolar, que junto con
el nivel socioeconómico configurarían variables mediadoras entre el
estatus sociocultural-económico y el logro académico.

Ligado a la relación entre expectativas y logro académico, Carro et al.


(2014) han identificado las expectativas bajas de los padres junto con el
bajo nivel educativo de los padres, el gran número de hermanos y la
interrupción familiar como factores de dominio familiar que inciden en la
exclusión educativa, particularmente sobre la deserción escolar.

Por otra parte, respecto de la relación entre el estilo parental y las


expectativas educativas, Zhan (2006) encontró que los padres con mayores
expectativas para sus hijos tienen más probabilidades de establecer
normas más estrictas para la escolarización de sus hijos, a diferencia de los
padres con expectativas educativas más bajas.
B. CUANDO LAS EXPECTATIVAS DE LOS PADRES SON
OBLIGACIONES DE LOS NIÑOS
Las prisas, el estrés, largas jornadas de trabajo, y en general el ritmo de vida
que nos impone la sociedad hace que muchas veces pensemos más en los
que va a ser que en lo que es. Tenemos la mirada puesta en el futuro y esto
nos impide disfrutar del presente. Vivir de esta manera afecta 
la manera de crianza que utilizamos con nuestros hijos. El fin último de los
padres es que a sus hijos en el futuro les vaya bien. De esta manera es normal
que haya ciertas expectativas de los padres respecto a sus niños y se
esfuercen en transmitirles todo lo que pueda ayudarles para facilitarles su
desarrollo.

Sin embargo, esas expectativas pueden ser un obstáculo. Esto suele ocurrir la
mayoría de las veces. Las esperanzas de futuro que los padres depositan en
sus hijos son producto de sus propias experiencias en la vida, la presión de la
sociedad y su ego. Esto hace que las expectativas pasen de ser un deseo de
los padres a ser una obligación para los niños. 
Se convierten en objetivos irreales y muy difíciles de alcanzar con respecto a
las capacidades de los pequeños.
1. Consecuencias de
que las expectativas
sean altas
Cuando las expectativas son altas pueden crear problemas de
insatisfacción y baja autoestima de los hijos cuando llegan a edad
adulta ya que crecen sintiendo que están muy por debajo de lo que
se espera de ellos. Piensan que a ojos de sus padres deben ser
siempre los mejores para recibir aprobación.

Estas exigencias crean mucha tensión interna al niño y le genera


una sensación continua de fracaso por no estar a la altura de las
situaciones que se plantean para él.

Cuando el niño 'vive' para satisfacer los deseos de sus padres,


aunque no quiera hacerlo, puede generar en él que sea infeliz y que
haya un alejamiento respecto a ellos. En cambio, si no lo hace, el
niño se sentirá culpable por no poder complacer al adulto.
Tomar distancia de sus propios deseos y expectativas
Esto permitirá a los padres 'mirar de cerca' a sus hijos. Muchas veces se preocupan más por 
2. CÓMO DEBEN ACTUAR LOS PADRES lo que llegarán a ser sus hijos que por lo que son en el presente. Por tanto, deben mirar a sus hijos desde lo
PARA NO CAER EN LA TRAMPA que son.

Contrastar las ideas preconcebidas


Los padres deben tener De este modo se puede conocer mejor al niño y ajustar las expectativas que tienen los padres. Así, se le
expectativas para sus hijos. De transmite al pequeño confianza dentro de un clima alejado de la continua exigencia.
hecho, los niños necesitan que
los padres esperen cosas de
ellos. No esperar nada de los No comparar entre hermanos
pequeños solo hace que no se Cada niño es diferente y se desarrolla a diferente ritmo.
esfuercen por cumplir las 
normas básicas de convivencia.
Por tanto, será importante que
se transmitan expectativas pero Tratar a todos los hijos por igual y desde el respeto
que están sean positivas. Para Muchas veces, ni siquiera nos paramos a reflexionar sobre cómo estamos tratando a nuestros hijos y si
hacerlo posible se aconseja que utilizamos un modelo educativo respetuoso.
los padres:

Motivar al niño
La motivación será clave para que el niño entre en acción, se mueva y se desarrolle
3. SI EL NIÑO ESTÁ MOTIVADO
LAS EXPECTATIVAS SERÁN
POSITIVAS

Enfatizar su progreso. 
Enseñar al niño a  Señalar cualquier mejo
trazarse metas. Cuanto ra
más específica sea su  que indique que se
meta, más fácil será Que el niño esté motivado es fundamental van alcanzando
lograrla. para que las expectativas que sus padres progresos.
tienen hacia ellos no se conviertan en
obligaciones.
Así, la manera en la que los padres motiven a
sus hijos influirá en la autoestima de sus hijos
 y por lo tanto en su personalidad y en cómo
afrontará la vida.
Para lograrlo, los padres tienen que poner
todos sus esfuerzos en:

Enseñar al niño a lidiar


con los retos. Cómo Dar
una gran tarea puede elogios cuándo
lograrse paso a paso. se lo merezca.
QUÉ ES EL EFECTO
PIGMALIÓN

El efecto pigmalión hace referencia a la capacidad de


influencia que tienen las expectativas de una
persona hacia otra. Consiste en la interpretación y
creencia más o menos consciente de cómo la
realidad debería ser. De esta manera cambiamos
nuestra forma de actuar, nuestros pensamientos y
actitudes esperando que se llegue al resultado
buscado.
También es llamado la teoría de la Profecía
Autocumplida, que sostiene que si creemos que algo
(positivo o negativo) va a suceder en nuestra vida,
sucederá, puesto que inconscientemente
caminaremos hacia la expectativa creada, nos guste
o no. Debido a esto, las expectativas sobre los demás
pueden hacer que estas se vuelvan reales.

También podría gustarte