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PROCESO LABORAL ORDINARIO

Proceso Ordinario
El proceso ordinario es aquel que permite la resolución de
conflictos de orden laboral, siempre que no se haya
iniciado un tratamiento especial por parte de la norma
procesal laboral; éstos pueden ser de dos tipos: de única
instancia y de primera instancia, los cuales se
identificarán y clasificarán por el valor objetivo que tiene el
proceso. Este objetivo se define por dos variables que
son, la naturaleza del asunto y la cuantía por la que se ha
instaurado el proceso.
En la naturaleza del asunto, no existen variables que
indiquen distinciones precisas, a diferencia de la cuantía,
con respecto a la cual la normatividad ha señalado
montos mínimos. En la Ley 712 del 2001 se determinó
que para aquellos procesos laborales en los que las
pretensiones económicas sean iguales o inferiores a diez
(10) smmlv, se debe tramitar un proceso de única
instancia, a diferencia de aquellos de cuantía superior a
diez (10) smmlv en los cuales lo indicado es tramitar un
proceso de primera instancia; dicha cuantía mínima fue
modificada con la Ley 1395 del 2010 indicando que la
cuantía mínima sería aquella igual o inferior a veinte (20)
smmlv.
Los procesos ordinarios laborales, que posean las
características para consagrarse como de única
instancia se pueden tramitar ante jueces municipales
denominados ‘de pequeñas causas’; para las zonas en
las que no se encuentra esta figura, los procesos
laborales de única instancia deben ser atendidos por
los jueces laborales; para los casos en los que no haya
disposición de jueces laborales ni jueces de pequeñas
causas, estos procesos señalados deberán ser
atendidos por jueces civiles.
Una característica importante es que los procesos ordinarios
de única instancia como lo es la demanda pueden ser
instaurados de forma verbal, y para interponer dicho recurso
el afectado o reclamante no requiere de la asesoría de un
abogado, ya que, el recurso de ordinario de única instancia se
interpone directamente y no requiere de un proceso complejo.
En cuanto a los procesos ordinarios de primera instancia, se
requiere obligatoriamente que dicho recurso se interponga de
manera escrita, aunque tampoco exige el acompañamiento
de un abogado, excepto en el caso en que el afectado lo
considere pertinente.
En los procesos ordinarios laborales se busca que el
empleador o la parte señalada reconozca la vulneración de
un derecho o un beneficio propio del empleado y, por
tanto, se requiere de la intervención de la parte judicial,
con el objetivo de que se reconozca legalmente el derecho
imputado y, por ende, se resuelva la obligatoriedad de la
otra parte a compensar la cuantía requerida por el afectado.

En conclusión…
El proceso ordinario es el proceso inicial en el que se
pretende el reconocimiento del derecho; en legislación
laboral es el proceso que generalmente emprende un
trabajador con la finalidad de que la autoridad, que puede
ser judicial, administrativa o particular, determine el acceso
al derecho y expida el documento que respalda el derecho a
la exigibilidad del mismo.

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