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República Bolivariana de Venezuela.

Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín.


Facultad de Ciencias Administrativas.
Catedra: Ciencia, Hombre y Cultura.
Profesor: German Linares.
Sección: M-121.

Ensayo sobre la apreciación de la perspectiva del


Contexto Social Venezolano y que aportes da la
religiosidad en beneficio social colectivo.

Realizado por: Delia Marin.


C.I: 30.550.178.
Introducción

Desde principios del siglo XXI, Venezuela presenta muchas


dificultades en cuanto a su economía, y eso, con el paso del
tiempo, se ha convertido en una crisis económica que se nos ha
salido de las manos a todos los que vivimos en ella. Se ha visto
cada vez más severa, hasta llegar al punto de la escasez de agua
potable, altos precios de los alimentos, bajo rendimiento o
incluso pérdida total del gas en nuestros hogares, sueldos
mínimos, entre otros factores que afectan el buen vivir del
venezolano.
Con la repentina llegada del COVID-19 al país, esta crisis empeoró,
aumentando el número de desempleo y tanto familias como personas
en situación de calle quedaron a la deriva y con menos posibilidades
de poder salir adelante. A pesar de la magnitud de la situación, muchas
personas, por no decir que todas, se han encomendado a Dios, para
tener aliento, las ganas y al fuerza de salir adelante.
Debido a las normas de seguridad que hay que seguir para poder
llevar el COVID-19 de una manera más segura, todos los centros
sociales han tenido que adaptarse a otros métodos para poder llevar
mejor sus trabajos, la Iglesia no es la excepción, pero aun así de
cierta forma, sigue siendo un sitio para encontrar un poco de paz
entre tanto caos.
Debemos notar también que muchas personas se han
encomendado a Dios, ya que, nosotros como seres sintientes
siempre vamos a necesitar ese punto de luz en la oscuridad, con esto
nos aferramos con mucha fuerza a que algún ser divino cumpla
nuestras añoranzas que están fuera de las manos de los seres
humanos
En Venezuela, la fe a través de las distintas religiones siempre ha existido.
La Constitución del país aprueba completamente la libertad de culto, siempre
y cuando la práctica de una religión no infrinja la moralidad, la decencia o el
orden público. Las demás leyes y normas contribuyen a que, por lo general,
las religiones se practiquen libremente.
Desde la llegada de la pandemia de el COVID-19, estas distintas prácticas
detuvieron, casi en su totalidad, sus actividades cotidianas para evitar una
propagación del virus. Sin embargo, mantuvieron a la distancia su obligación
de no dejar solos a los fieles, considerando el miedo y peligro que existe por
este virus
En medio de esta polémica, el mandatario Nicolás Maduro indicó que las
instalaciones eclesiásticas se podrían usar para ingresar a gente necesitada
para darle trato cristiano, solidaridad y el pan al que lo necesite, Sin embargo,
estamos en una situación vulnerable cuando no tenemos ahorros, no hay
comida y tampoco servicios sanitarios para enfrentar esta crisis.
Sin embargo, muchas iglesias han realizado jornadas de
recolección de insumos, ya sea kit de higiene; como los
protectores faciales, respiradores, guantes, kit escolares y
pedagogía infantil que permiten el aprendizaje, acompañamiento
psicosocial y psicológico a través de charlas con un cierto
número de personas y siguiendo de manera estricta las normas de
bioseguridad, ropa en buen estado, alimentos no perecederos,
incluso alojamiento para aquellas personas que no tienen donde
quedarse.
Las Iglesias también han tenido que seguir estas normativas con
respecto a la pandemia, y algunas de las opciones que han decidido,
es seguir dando la Eucaristía por algunos medios virtuales, y no
solo eso, también han hecho automisas; donde a cierta cantidad de
carros los ubican en un espacio abierto (aun manteniendo las
normas de bioseguridad y alejamiento) donde las personas pueden
oír la misa desde sus autos. Todas estas medidas se han tomado
para que a ninguno les falte la palabra de Dios
Conclusión

A pesar de que la situación del país nos ha quitado el derecho a


muchas cosas, y la pandemia no ha sido trabajo fácil para nadie, aun
así nunca faltan personas solidarias dispuestas a ayudar y dar un
poco de lo que tienen para poder colaborar con los que no cuentan
con los ingresos para adquirir estos insumos tan importantes para el
buen vivir dentro de esta situación tan desfavorable, eso sin olvidar
que gracias a la llegada del COVID-19 muchas personas comenzaron
a asistir a las misas, o en dado caso a escucharlas por algún medio, y
de cierta forma obtienen paz, serenidad, y claro, la esperanza de que
poco a poco todo vuelva a ser como antes.

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