Está en la página 1de 11

DECÁLOGO DE LA SERENIDAD

Si sólo por hoy cumpliese dos o tres de


estos consejos, y si mañana repito
algunos más,
y pasado mañana hago
míos otros dos, terminaré teniendo una
serenidad
como la de
San Juan XXIII , la suficiente
serenidad para ir cumpliendo mi misión,
ser feliz y caminar sereno hacia lo alto.

También podría gustarte