Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Wachiperi”, palabra que tiene dos significados: “hombres que hacen puentes de
palos” y “hombres que viven bajo el puente”; se consideran descendientes del
Wanamey, árbol mítico del cual se originó toda vida en este mundo, su ideología
se basa en la igualdad y equilibrio con la naturaleza.
Esta intrusión generó un etnocidio, por el cual huyeron hacia zonas ubicadas en
las cabeceras de los ríos, para poder sobrevivir y perpetuar su cultura.
Las poblaciones matsigüenkas que existen en esa zona (cuenca del rio Piñi
Piñi), viven en aislamiento voluntario, debido a que en la época del caucho se
replegaron a las zonas más altas del río Piñi Piñi, escapando de “las correrías”
que realizaban los caucheros contra las poblaciones indígenas.
La etnia que ocupa este territorio son los Araisanes, pertenecen a la familia lingüística
harackmbut, se asociaron en 2 comunidades: La comunidad nativa de Huaycumbre y
la comunidad de San Lorenzo.
Uno de los principales ríos tributarios del río Madre de Dios es el río Inambari, y
afluente de este último es el río Araza, que nace en el círculo glaciar del Ausangate en
el distrito de Marcapata y recorre el distrito de Camanti (Quince Mil) para
desembocar en el límite departamental de Cusco, Puno y Madre de Dios.
En esta zona está ubicado el legendario cerro de Camanti, que dio origen al nombre
del distrito y que fue explotado como una mina aurífera desde la época inca.
A partir de 1960, se desató una “fiebre” de lavado de oro en el cauce del río Araza, lo
que originó una migración bastante intensa de pobladores andinos hacia la ceja de
selva, generando otro etnocidio.
Después de la fiebre de los lavaderos de oro, se han dejado los recursos de los ríos
depredados, también quedo en el abandono la antigua ciudad de Quince Mil.
Actualmente, las dos comunidades subsisten pero sin arasaires, y son ocupadas por
migrantes andinos que mantienen el nombre porque les permite obtener algunas
pequeñas ventajas en atención a su salud y de pequeñas donaciones, para enfrentar la
dura pobreza que viven.