Él, de piel canela, de sonrisa tierna, de ojos rasgado y grandes que al mirarlos me da

una calidez explosiva, sin niguna expresión específica en su rostro, solo disfrutaba
del maravilloso atardecer en Caracas, cuando me pregunta..¿Qué piensas?

Me voltee y lo observé, me di cuenta que simplemente yo no pensaba en nada sino

que disfrutaba del momento y de su compañia, pero me dio por inventar una
cantidad de palabras para que ese lindo momento no se perdiera, sin darme cuenta
que realmente fué justo ese pequeño instante que se tatuaba en mi tiempo.

Jamás creí enamorarme de alguien asi, jamás crei en el amor de esta manera aunque
en lo mas profundo lo añorara. Pero ahora que te veo puedo darte las gracias por ser
valiente, por decidir quedarte, por no amilanarte y por saber que todo se construye
dia a dia, por insistir en acumular buenos momentos cada segundo, por evitar la
raya en la pared, que solo en mi mente llena de fatalismo se volvia la falla de San
Andrés.

Me gustaba huir de lo que me hacia feliz, me distraia para no darle importancia a

ese sentimiento que aunque sea complejo te hace vibrar, te despierta y te da ese
calor que solo se siente al estar vivo.

Gracias por no irte, por darme esas ganas de creer en algo que no se puede ver pero
que viendo tus redondos ojitos o cuando me agarras sutilmente con fuerza, puedo
sentirlo en lo mas profundo de mi alma.

Ambos tenemos miedos, pero por tu valentia que ha sido un gran espejo en mi vida,
hoy me conviertes en una fiel creyente que el amor es la fuerza mas explosiva del
universo, de alli Dios, de alli Ellos, de allí nosotros.

Siempre te soñé, te busqué. te diagramé, me quedaré hasta el final.

Disculpame por haberme ido.