El monismo jurídico domina nuestra imaginación jurídica y
política. La idea de que debe existir, y de hecho existe, un y solo un sistema jurídico y político centralizado y jerarquizado por cada Estado-nación determina la manera como llenamos de contenido categorías clave para entender nuestra comunidad política, tales como soberanía, ordenamiento jurídico, unidad política y norma jurídica. Debido a nuestro compromiso implícito o explícito con el monismo, estamos firmemente alineados con la idea de que dentro de un Estado debe existir un soberano indivisible, esto es, un solo individuo o grupo de individuos con poder creador de derecho y fuente única del poder político que garantice la cohesión y el carácter unitario de la nación. Creemos, además, que las normas jurídicas expedidas por este soberano deberán tener un carácter general y abstracto y deberán constituir un sistema claramente estratificado y coherente. Objetivo: Determinar en que consiste el monismo jurídico y las normas legales establecidas por el soberano. ¿Que es el Monismo Jurídico?
El monismo jurídico es un solo sistema jurídico
Kelsen (1979), por otro lado, defiende con vehemencia dos ideas que resultan fundamentales para entender el monismo jurídico: la identificación entre el derecho y el Estado, y el carácter jerárquico y fundamentalmente centralizado e institucionalizado del ordenamiento jurídico. Para Kelsen el Estado no es otra cosa que el conjunto de normas jurídicas expedidas por aquél que tiene poder creador de derecho. En el Estado, que es el derecho, radica la soberanía. En primer lugar, se ha atacado la relación constitutiva que en el monismo jurídico liberal vincula al derecho con la soberanía (Derrida 2002: 32).
Del mismo modo, Foucault (1991), en una de sus más
conocidas frases señala la necesidad de separarse del modelo jurídico de la soberanía, el monismo jurídico liberal, para poder analizar las relaciones de poder. Dentro del pensamiento monista clásico, el poder es considerado como un derecho del soberano que puede ser ejercido legítima o ilegítimamente. Desde la perspectiva de los estudios coloniales y post-coloniales, se resaltan las relaciones constitutivas entre violencia, modernidad y derecho.
Desde esta perspectiva, el derecho occidental, y el
monismo jurídico liberal que lo justifica, no es necesariamente un instrumento al servicio de la civilización, la paz y la racionalidad sino que representa la violencia, barbarie y destrucción que han sido definitivas para la consolidación del proyecto capitalista moderno (Fitzpatrick 1993). El monismo jurídico liberal ha sido cuestionado por aquella corriente de pensamiento que hoy conocemos como pluralismo jurídico. Para el pluralismo jurídico, el monismo es una teoría descriptivamente errada y normativamente poco fértil. El monismo, para los pluralistas jurídicos, oscurece el hecho evidente de que dentro de los Estados modernos coexisten diversos ordenamientos jurídicos y elimina por definición el que, en ocasiones, sea normativamente adecuado que coexistan diversos sistemas jurídicos dentro de un mismo Estado, por ejemplo, para garantizar la paz en Estados compuestos por comunidades culturales radicalmente distintas. Conclusión: Se concluye de manera motivada en relación al objetivo, se logro analizar el concepto monismo que es de trascendental importancia en el presente tema. Resultado final: Hemos: estudiado conceptos establecidos en el tema dando cumplimiento al desarrollo planteado. En la próxima clase: Se estudiara el tema: de la Unidad 1.1 Deber: Feliz día para todos Derrida, Jacques (2002). Fuerza de Ley. El “fundamento místico de la autoridad”. Madrid: Tecnos. Fitzpatrick, Peter (1983). “Marxism and Legal Kelsen Hans (1970). Teoría general del Estado. México: Editorial Nacional. Pluralism”, Australian Journal of Law & Society, 1(2): 45-59. Foucault, Michel (1991). Historia de la Sexualidad. I La voluntad de saber. Bogotá: Siglo XXI editores de Colombia.