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. Paes we no existirta, Pero, 2 menos desinteresa ndistiotos momentos ign i sotasanin Tera on ew Shc teta deus consignar Staerciesrcamagraneenssts aa rere nuestra grattud hacia Odando Aguilera Mar serine, Gabriel Atay (Caracas), Jose Caos Ave teed unin} Sergio Cabrera (Bogota, Niewes Cal {had Eat carasco(La Pa), Irene Castillo de Ro Misc (bogott, Luciano Casio (La Haban), Gerardo Domingues (Nueva York), Mariel Gulot (Madrid), Marcos Tea a Pas), Claudia Machlanda (Caracas), fost Las Martner Mona (Madrid), is Ospina (Bogota Tere fu Toledo (Mai) Patricia Toes (exico) asi como ha~ Gala revista Reseta yl Mediatoca de la Casa de America Giada). por suptest, hacia todovesoscineastalatine- tmericanos-mencionades aqu‘o no que han ibcadoy si- ua libvandg.eshermosay cllads batalls aa que slude Srlando Rojas, am TI oat OC RT TO RINE OT OTP 1, Tradicin y renovacion ‘Ast surgi ta primera contract: etic, sn vision hierdie, igrorance de los wertadern problemas corer 2a exigir una escuela definida que justifiewse el ueine nuevos (..) De entonces en udlelante foo fue combat fine dramdtico deevasiin, comercial acaémico Pero: ‘tral licha que hay que emprender. ‘Tan antiguo casi como el propio invento (las primeras pro- yecciones en la tegi6n tuvieron lugaren Iie de janeiro el 8 de julio de 1896, reproduciéndose en otras muchas capitales antes de finalizarel afio), cl cine latinoamericano conoceria. incluso algunos significativos desarrollos en fechas muy tempranas. Ala bela época del cine brasileno (fundamental- ‘mente 1908-1912) habria que sumar la profusion de xe- portajes y documentales filmados durante Ia revoluckén ‘mexicana, asi como algunas otras iniciativas aisladas que permitieron albergar esperanzas acerca dela configuracién, dena sélida industria cinematograifica en América Latina Sin embargo, la gran ofensiva lanzada por Hollywood en los, mercados internacionales coincidiendo con la Gran Guerss harfa de esta region uno de sus objetivos fundamentales y terminar‘a por copar sus pantallas, dejando eseasos resqui cios para la difusién de una producci6n autéctona, Acabs ron asf abruptamente los sueiios de pioneros convertido ahora en meros outsiders, por més que algunos como Hum berto Mauro, en Brasil, o José Agustin Ferreyra, en Argenti na, se las apanaran para componer tna obra meritoria a en circunstancias tan adversas. Otros, como Mario Peixow u ta produccion come orale ln mica Larite, agen ato de nctependientes y no lograrian jams desarroll nacarrernconiinada. Tox catacicmicos efectos dels et mundo se dejaron gall Tatinoamerica. Alcontearie estopped ko Lumiere, a tecnologia oe Pnemte commplejny requeria inversions cvantiosts eta neceidad de aap as alasal news midi, Estadog Pot que habia hecho de América Latina uno desu me- ‘issyinasrentables mercadosexternos, ro estabs natal poe) Hispuestoa perderlo y ensays todas is esteategias 8 Fraleance ara epnservaro. Las versiones hispanasrodadas se allywood (6 los estucios dela Paramount en Joinville), ‘STuabrtulado y finalmente, el doblaje srfan algunas de st Guane para ln ocasin, Las mds modestas industrias locales Bihelinente bubieran podido hacer frente al desafio tecno~ Jogi yecon6mico que el cine sonoro representaba con lt fnbmafirmera y determinacién de Hollywood, porlo quela hhegemonia norteamericana en las pantallas de Latinoamé- ria no seo sustancialmentealterada, Sin embargo lait ‘corporacion de la palabra y la musica insuflarfa un muevo “liento alos principales centros de produccién cinemato~ ‘griica (Brasil, Argentina y Mexico), proliferando las chart- ‘hadaso comedias musicales de inspiracién carnavalesca, ‘os films de tangos ylas popularismas comedias rancheras, _género exportado desde México a paises como Per, Co- lombiao Venemueta. ‘Surgiaas{ese espejsmo industrial del que ha hablado con cierto Paulo Paranagua y que, al menosen el caso de Méxi- 9, favorecido por el éxito deslgunas de sus producciones.a ‘eseala continental y por la propia politica norteamericana de buena vecindad, tavo por momentos los visos de hacerse ‘realidad, En efecto, la década de los cuarenta constituy6 la edad doract del cine mexicano, capaz.no solo degenerar un li ‘de lo que sucediera con el ciné- Jelnesonoro era ’ i t { \ i : i | poderoso star system (Cantinflay Dotoresdel to, Jorge Ne Maria Felix. sinw dealeanzaruna cierta proyeccién nal gracias la obra de Emilio Fernandes, Arges tina y Brasil tuvieron también sus peopias estrellas (Luis Sundinio Nini Marshall, en el primer caso; Carmen Miran~ Gia y Oscarito, en el segunda), pero salvo en e caso de Tomba Brasitena, pronto fagocitads por Hollywood~ no lo fron trascender con deniasiada fortuna las fronteras na- Eronales y aquellas cinematografias no encontraron todavia ‘ninguna figura comparable ala del Indio Pe ‘Mal que bien, las tees grandes industrias cinematograti- ‘caslocaleslograron resistirlosembatesde Hollywood y atin fuvieron fuerzas para intentar competir con la gran fdbrica idesueios. La experiencia de la Companhia Cinematogral Vera Cruz en el Brasil delos arios cincuenta ha de leerse bfsicamente como tna tentativa de ofrecer productos in ustrialmente parangonables alos de Hollywood, pero su rotundo fracaso (solo O Gangaceiro axtoje beneficios y pa- fadojicamente, fue distribuida en el extranjero por la Co- ambia, al igual que lo venfan siendo las peliculas de Can. tinflas) sll6 definitivamente tales aspiraciones. Junte # un cine de raigambre popular, virtualmenteinexportable fuera de determinadas excepciones, algunos cineastas comenza- rianno obstante a ensayar nuevas vias de expresiGn frentea tuna tradicion anquitosada y de dificil legitimacién en el ex: terior. Al margen de «Nuestro Seftor Butuel», como expre- sivamentele lamara Glauber Rocha, solo el argentino Torte Nilsson lograrfa concitar la atencién internacional en los afios cincuenta, por mds que su personalisimo estilo fuer: Yyisto en su pais ~y, en general, en toda Latinoamérica: como un modelo imposible de seguir dado su refinado ca récter europeizante, Pero una cierta tradicion realista yd inspiracidn social, la que Soffiei tempranamente encarnat con Prisioneros de la tierra (1939), comenzaba a toni cuerpo en América Latina en consonancia con algunos ¢ nts renowadlores movimientos estéticos venidos de wt Ta inluencia ee Ja documentalista Gripen yi soja act con eren en Ween venerolans Margot Bena Tehilos coms uehe Sas) Ana 959 eet Paar e sc eepactaraprofundanente en diversoscineastas ee assoe come Fernand Biri, Paulo César Sa- do et ve Toms Guerre Ale (cate sri Nos venfan precioamente de estudiar cine en ta- Teo arom en Hacer patents la uellas de cal form T'S Bl megane on cortometraje de abierta inspiracion seohealiata realizado en 1955 por Garcla Espinosa y Gut reetalea_yfulminantemente pronibido por a dictadurade atta beri ya preigiarlos nuevos vientos que soplaban tnelcine laiuoamericano, ese mismo ano Nelson Pereira oe Santos sacudira las plicidas aguas del cine brasileno on Rio, quarenta gras (que impulsaba el discurso realista mdsallédelo que unaesto Alex Viany hubiera podido ha- eren obrascomo Agulha no palheio, rodada dosaios an~ te) y Ferando Bir estaba a punto de constitu la célebre ocuca de Santa Fe entre ls propicios imizos dela Univer- Sida del Litoral de dicha ciudad Con independencia, pues, del alcance que.en en su mo- mento tuvieran estasyotrasinicativas parallasen toda La tinoanrica, las ena del cambio y dela renovacion.esta- Sanita shes pate germ ice Usasivera eet scion de cineastas ~atentos a cuanto sucedia en Europa, pero tam- bien discanformes con los acomodaticis derroteros de sus respectivas industrias nacionales-, se fraguaba en el seno dal inst enclose que Dorects en numerosos pales dela regién, de as primeras revistascinematogeali- fascspecializadasy aun eh el marco de algunas universida- des, sies queno tenian todavia la pos ong et Boliviano Te Sereaf autores espe Fem OH ORCI ARERR NE A TT teria sus nuevas Propuestas ‘no tardarian en madurar, Filmicas. Las ie Limite MARIO FEXOTO 1930) FraDuceIaNs Mario Peino (BFAD, Guo Mails Peine. iovooRAMA gar rail (bn). Monta Mario Peizot. ste Brainerd Alea ‘er Borodin, Claude Debussy, César Franch, Serge Poke Mane Re vel fk Sati ler Stravinaky- aPUAT: Be DIRECCION Rus Costa TER Purves Olga Bromo, Tucan Hei, Raul Schnoor, Heats Fedrera, Carmen Sams, Miro Peixoto, olds Beroardes ovuACLON 120 lsmor: srREND desayo e193 Supuestamente calificado por Eisenstein de «préximo a lo genial» y por Pudovkin de cexpresién de una mentalidad hnueva, pero ya magistraly, Limite esen todo caso uno de los. films masatipicos dela historia del cinelatinoamericano,as¢ como uno de sus mitos més perdurables, Su autor el joven Mario Peixoto (que contaba a la sazn tan solo dieciaueve afios), nacido en el seno de una familia acomodada y aficio nado desde la adolescencia ala poesia y Ia iteratura, habia pasado algunos afios en Europa, donde habia podide fami- larizarse convenientemente con las distintas vanguardias plasticas del momento, Resuelto a adentrarse en el mando dl cine, Peixoto propuso inicialmente sugusidn al poderoso productory realizador Adhemar Gonzaga: como quiera que éste no mostrara interés por Ilevarlo petsonalmente 2 la pantalla ~aunque s{aval6 al debutantea la hora decanseguir ‘una cimara prestada, le permiti6 utilizar los estudios de la Cinédia y, mas tarde, gestioné infructuosamente su posible

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