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HUMANOS
Amy Lissette
Derechos civiles y políticos
Derecho a la vida.
Derecho a no ser sometido o sometida a torturas, ni a
penas o tratos inhumanos o degradantes, a esclavitud o
servidumbre, ni a trabajo forzoso.
Derecho a la libertad y seguridad personal.
Derecho de las personas a circular libremente por su país
y a salir de cualquier país incluso el propio.
Derecho a la no discriminación e igual protección ante la
ley, a la igualdad ante los tribunales y las cortes
judiciales, al reconocimiento de la personalidad jurídica y
a la presunción de inocencia.
Derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia
y religión.
Derecho a la libertad de expresión y de reunión, y el
derecho al matrimonio consentido.
Derecho de las personas privadas de libertad a recibir
un trato humano y digno.
Derecho de las personas extranjeras a no sufrir
expulsiones sin una decisión conforme a la ley.
Derecho de la familia a la protección social y del
Estado.
Derecho del menor a la protección y a la nacionalidad.
Derechos económicos, sociales y culturales
Derecho a la alimentación adecuada.
Derecho a la salud.
Derecho a la vivienda.
Derecho al trabajo.
Derecho a la educación.
Derecho al agua.
Derecho a la salud física y mental.
Derecho a la igualdad de genero.
Derecho a la vida cultural y beneficiarse del progreso
científico.
Derecho de protección de las personas de edad.
Derecho de protección de las personas con
discapacidad.
Derechos de la niñez.
Derecho a un medio ambiente sano.
Derechos ambientales
Derecho de los Pueblos a recursos naturales que
garanticen su subsistencia.
Derecho al Agua.
Derecho a un ambiente adecuado para la salud.
Deberes humanos
Observar la Constitución.
Cumplir las leyes.
Servir a la patria.
Defender la patria.
Contribuir para los gastos públicos.
Dar nombre, trato y fama a los hijos.
Honrar a los padres.
Trabajar para el provecho de uno mismo, de su familia y
de la sociedad.
Conocer y usar debidamente el idioma.
Cursar la enseñanza general básica.
Ejercer el sufragio.
Conservar la vida y vivir dignamente.
Comportarse fraternalmente con el prójimo.
Usar sabiamente su libertad y procurar
responsablemente su seguridad.
Defender sus derechos sin abusar del derecho.
Vivir sin privilegios que signifiquen menoscabo de la
dignidad humana.
Decir la verdad.
Respetar la propia intimidad, la familiar y la del
prójimo.
Proteger al perseguido injustamente.
Socorrer al necesitado, herido, abandonado o expuesto a
peligros.
Tomar estado civil con toda responsabilidad.
Guardar fidelidad al cónyuge.
Educar a los hijos y preparar su porvenir.
Usar de los bienes muebles e inmuebles con la debida
responsabilidad.
Edificar al prójimo de palabra y obra.
Cultivar la justicia y la fraternidad en toda ocasión de
relación con los demás.
Usar el tiempo con sabiduría, tanto en horas de trabajo
como en las de descanso.
Ahorrar cuando se tienen ingresos, para el futuro y, en
particular, para la vejez.
Ser generoso con los niños, madres, ancianos y desvalidos.
No esperarlo todo de los demás, mucho menos del Estado,
sino ser el primer responsable de su existencia.
Adquirir una sólida cultura personal a lo largo de toda su
vida: aprender desde la edad del uso de la razón hasta la
hora del tránsito a la otra vida.
Ejercer la corrección fraterna con los demás cuando yerren
por acción u omisión.
Contribuir al establecimiento de un orden social justo.
Cumplir en forma cabal todos los deberes respecto de la
comunidad en que se vive.
Procurar dejar el mundo en mejor forma, al morir, que
como uno lo halló al nacer.
Emplear la vida en el servicio de una gran causa: el
bien del prójimo.
Honrar a Dios según el recto dictamen de la
conciencia.
Defender con decisión una democracia a la que de
continuo se la llene de valores del alma.
Apoyar lo que sea verdadero y bueno, no importa
quién lo diga o lo haga; oponerse a lo que sea falso o
malo, no importa quién lo diga o lo haga.