La castidad en la vida religiosa-

presbiteral
Sicologia Pastoral 2021.
Introduccion

 El presente trabajo se va tratar de abordar más a fondo la castidad. Porque muchos consagrados o presbíteros
entienden mal el voto de castidad o celibato. Es por eso, que en esta primera parte se va a tratar de
aclarar el voto de castidad bajo dos primicias. La primera sobre los posibles peligros que la vida de
castidad consagrada puede presentar para la maduración de la personalidad. La segunda es la
castidad como medio de realización personal y apostólica para el religioso (o sacerdote). Todo esto
proceso de investigación va ir acompañado con la teoría del psicólogo Erick Erikson y su proceso
evolutivo. Para llegar a una conclusión y dar algunas pistas sobre la crisis que se está viviendo en la
Iglesia.
 Los posibles peligros que la vida de castidad
puede presentar para la maduración de la
personalidad.

 Existe una incomprensión de la sexualidad humana: biológico; psicológico y religioso

 Aislamiento emocional en relación con la teoría de Erik Erikson
 Egoísmo.
 La castidad como medio de realización
personal y apostólica para el religioso (o
sacerdote).

 El sentido y los motivos de la castidad consagrada. (Perfectae Caritatis N°12)

 “Sacerdotalis Coelibatus”: sentido: cristológico, eclesiológico y escatológico.
 Aspecto espiritual de la paternidad o maternidad.
Conclusión

 “Los sujetos que hayan sido reconocidos como física, psíquica o moralmente ineptos, deben ser
inmediatamente apartados del camino al sacerdocio, se trata de un deber grave que incumbe a los
educadores. Estos deben tener conciencia de ellos; no deben abandonarse a engañosas esperanzas y a
peligrosas ilusiones, ni permitir de ninguna manera que el candidato alimente ilusiones semejantes, vistas
las consecuencias peligrosas que resultarían de aquí para el sujeto mismo y para la Iglesia” (Sacerdotalis
Caelibatus N°64)
 Por falta de vocaciones de las congregaciones o en las diócesis; se hace presente la tentación de abandonarse
en falsas esperanzas y una peligrosa ilusión en ver solamente las grandes cualidades humanas del candidato
pero, no sirven para una vida de castidad perpetua. Tras lo expuesto se abre la dicotomía en al aplicar lo
expuesto con anterioridad y esforzarse por armonizar, hasta donde sea posible la benignidad y el cuidado
pastoral de la persona con las exigencias del bien común y de la Iglesia y sociedad