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Asamblea Provincia Ibérica

28 de agosto 2014
El Escorial

DAMIÁN DE VEUSTER SSCC

Una encarnación del carisma SSCC


Damián siempre inspira…
Damián no se agota….

- Recordar cosas sabidas, nada nuevo.

- Ayudar a repensar cosas de fondo que


puedan ayudar al discernimiento:
animar y sensibilizar sobre nuestra
presencia en los márgenes.

- Carta Superior General en INFO de


enero 2014: Damián: los pobres y la
adoración.

- No soy experto; algunos aquí sí lo son.


Intención: adentrarse en el alma de Damián, en el espíritu de
Damián…

• Todos conocemos los hechos


fundamentales de la vida de
Damián. (cf. Cuadro sinóptico)

• Aproximarse a lo que pasaba


por dentro, el interior, lo que le
mueve; eso es difícil de
saber…

• … pero yo ofrezco mi propia


lectura; parcial, incompleta y
puede que sesgada…
Esquema de la presentación

• I. Damián en interacción con su


contexto

• II. Damián: sus “experiencias


fundantes”

• III. Damián y la vida religiosa SSCC


I. DAMIÁN Y SU CONTEXTO
I. DAMIÁN Y SU CONTEXTO
“Las etapas de su vida se superponen las unas a las otras como
capas geológicas sucesivas. La novedad que surge en su vida no
trastorna su visión de las cosas. Al contrario, se apoya en ella y la
enriquece de armónicos nuevos.
El medio familiar le introduce en un catolicismo popular que
forma el sustrato indestructible sobre el que se edificará su existencia.
Esta espiritualidad, centrada en la obsesión por la salvación de su
alma, le conduce con toda naturalidad a entrar en la vida religiosa.
Ampliada al prójimo, esta preocupación le orientará hacia la vida
misionera. Impulsado por esta caridad pastoral, desembarcará entre
los leprosos de Molokai. Inmediatamente, sin renegar de su visión
espiritual, se comprometerá totalmente a aliviar los sufrimientos de
sus fieles y a construir con ellos una comunidad humana donde
rebrotara la esperanza. Convertido él mismo en un leproso, descubre
una nueva profundidad a sus creencias de siempre”.

E. Brion, “El camino de Damián” (pág. 8)


I. DAMIÁN Y SU CONTEXTO
Un ensayo de gráfico:

CATOLISMO POPULAR

DAMIÁN

FAMILIA

Contexto social
A. Contexto social belga
• Tiempo de cambios generalizados: innovaciones científicas y tecnológicas (fotografía,
telégrafo, teléfono, bombilla eléctrica, ferrocarriles y buques a vapor; inicio de los
“mass media”…

• Optimismo creciente; la “patata”, ha salvado del hambre; aunque las plagas provocan
alguna hambruna (1845-49).

• Iglesia católica sin los privilegios del Antiguo Régimen; Restauración; Bélgica se
coaligaron liberales y católicos (revolución 1830); Constitución modelo (monarquía
parlamentaria): “el estado, más liberal de Europa y el más católico al norte de los
Alpes”.

• Expansión misionera desde Europa y EEUU: civilización cristiana (bienestar de la


población) y colonia de la mano. (paternalismo; superioridad occidental… “Salvajes”,
“bárbaros”. Gregorio XVI. encíclica Probe nostris (1840). También entre anglicanos y
protestantes

• Resurgimiento de la Iglesia belga en la democracia liberal: órdenes religiosas, obras


apostólicas, educativas, misioneras
• Lovaina sscc: primer seminario de misiones en Bélgica, en 1840; Damián pioneros misioneros belgas (1927,
Bélgica, segundo país con más misioneros en el mundo)
B. Catolicismo popular
• Catolicismo popular, rural flamenco
• E. Brion: confianza en la providencia; preocupación por la salvación
eterna, devoción a la Virgen (y a los santos).
• Religiosidad familiar:
• Domingo misa de mañana y vísperas por la tarde; descanso dominical, fiesta de los
santos importantes
• Bendición de la mesa (en latín)
• Mayo - junio, rosario en familia, letanías a la Virgen y al Sag.Corazón (en junio)
• Bendición del padre antes de ir a dormir
• Caridad con los mendigos

• Muerte está presente; se muere de enfermedades hoy controladas,


alta mortalidad infantil; el juicio final, el castigo divino; salvar el alma,
por medio de los sacramentos, “últimos sacramentos”, ayuda de los
santos;

• “Salvación de las almas” de los paganos “idólatras” y de los “herejes”


(no católicos)
C. Familia
• Familia amplia: “Mamère”(“Meke”) y
abuelo; padre Frans, comerciante
-granjero; madre Anne-Katrien “Cato”
(ruda, difícil), madre de 8 hijos…

• Cierto nivel económico; es la primera


casa de ladrillo; tenían una sirviente, Familia de Léonce De Veuster

contrataban trabajadores; habían


estudiado francés

• Comerciantes; espíritu empresarial,


iniciativa: comercio grano, fabricar
ladrillos (sanguijuelas), viajes del
padre… Alemania, Austria…,
abuelos controlaban mientras el
padre viaja.
C. Familia

Familia católica “típica” y con


vocaciones: Pánfilo y Paulina
(sustituye a Eugenie como Ursulina).

Lecturas: uno de los pocos libros


leídos: vida de santos, que les lee la
madre. “Imitación de Cristo” de
Tomás de Kempis: Damián les invita
a leerlo.

Experiencia de la muerte: hermana


menor Marie-Mélanie (con 4 años),
Eugenie de tifus, en el convento; la
abuela…
Paulina De Veuster
D. Rasgos de la personalidad de Damián

Vivaz, , alegre, Idealista, altos


sentido del humor, ideales ; “El P. religioso: ser santo,
risa fácil Damián es un vir ser fiel a la voluntad de
desideriorum": Dios, salvar el alma,
práctico (no un hombre de los salvar las almas de los
intelectual)… anhelos, deseos… demás… y en ello se
juega la vida. Esto
recio de una trabajador, se va a convertir en el
generoso, eje de su vida.
pieza,
cabezota, noble,
sacrificado, Actúa localmente,
impulsivo implicando a lo público
afectuoso: sabe (y a la opinión pública si
llorar (despedir a es necesario), pero no
su madre, a piensa globalmente, no
Kohala, a Montiton, tiene visión de grandes
sus amigos…) horizontes.
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
II.EXPERIENCIASFUNDANTESENLAVIDADEDAMIÁN

a) “Partir” para Lovaina

b) “Partir” para las misiones

c) “Partir” para Kohala-Hamakua

d) “Partir” para Molokai

e) “Partir” para el cielo


II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
a) Llamada a la vida religiosa
- Infancia: ser ermitaños, anacoretas; perderse y ser encontrado en la iglesia de
Werchter por el abuelo.

- insatisfacción de ser granjero – comerciante; deseo de mortificación, abnegación y


soledad (¿trapense?); colegio americano Leuven, para ser misionero: no, poco educado.

- retiro en Braine-le-Comte: “mi turno”; obedecer a Dios; jugarse la eternidad (él y sus
padres). Obedecer a Dios antes que a los hombres ; jugárselo todo por la santidad

- “partir” a Lovaina, sin perder tiempo; sin mirar atrás, sin volver a casa… siempre ha
mantenido la historia que su padre lo llevó a Lovaina y lo dejó en el convento para que
hablara con su hermano, mientras él hacía unos negocios en la ciudad. Al volver al
convento, quiso quedarse ya definitivamente, entre otras razones por no hacer pasar a su
madre la amargura de despedirse. Su padre volvió a casa solo.

- 02.02.1859 toma hábito, como novicio “Damián”. 18 meses de noviciado: en Lovaina


un año.. o más; 3 meses en Issy-les-Moulineaux (junio 1860)

Profesión religiosa (perpetua): 7.10.1860, capilla de Picpus; 20 años


II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
b) “Partir” a las misiones

• Oración constante a San Francisco Javier (foto)


• “Aquí estoy Señor, mándame” (Is 6,8); intrépido, saltarse al superior local.
• El superior le arrojó la carta diciéndole: “¡Sois demasiado joven y estáis muy
verde, Damián, para partir antes de vuestra ordenación sacerdotal!”.
• Pánfilo escribió: “Sin esperar la comida, salió a despedirse de nuestra
familia”.

- “hasta el cielo” (muchos partían por otros motivos para siempre)

- retiro predicado por E. Rouchouze.

- 19 marzo 1864 llega a Honolulu;


a la semana, subdiácono; 17.04.1864: diácono;
21 mayo 1864 ordenado sacerdote (24 años)
“sacerdote-misionero”
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
c) “partir” de Puna, a Kohala-Hamakua
Días después de la ordenación enviado a Puna;
Enero 1865, (25 años), intercambio de distrito con Clemente Evrard

• Sensible a las necesidades de sus compañeros; disponible, celoso por mejor


servicio, por usar sus dotes personales para servir… confiando en la
providencia…
• Preocupación por las almas, compromiso total por el prójimo… misión siempre
en movimiento, salir…

• “Precisamente en estos sitios pobres y abandonados es donde Dios me da


siempre las mayores consolaciones” (a Pánfilo, marzo 1865)

• «Nuestros pobres insulares se sienten muy felices cuando ven llegar a Kamiano
y yo por mi parte los amo mucho. Daría con gusto mi vida por ellos como nuestro
divino Salvador, como tampoco me reservo cuando se trata de ir a visitar a mis
enfermos a siete u ocho leguas de aquí» (a sus padres, marzo de 1865).
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
d) “partir” a Molokai

• 4 mayo 1873 en Wailuku (Maui), obispo Maigret pide voluntarios: “Aquí


estoy Señor, mándame” (¿por qué él y no uno de los otros tres?) (33 años).

• 10 mayo 1873: llegada a Molokai, con el obispo.


• “Quiero sacrificarme por mis pobre leprosos” (14 mayo 1873, al Superior
Provincial)

• Ama lo que ha dejado; pero partir de sí, al encuentro-contacto con los


enfermos (como Jesús los tocó), “Nosotros los leprosos”

• Compasión por los enfermos… sin salvación eterna ni terrenal… conocía


personalmente algunos de los enviados a Molokai; afecto.

• La providencia lo ha puesto ahí; hay una llamada; se responde sin dudar, se


entrega todo, sin reservas, no se mira atrás: es la voluntad de Dios.
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
e) “partir al cielo”
• La muerte ahora es cosa suya, no de sus feligreses, familiares o amigos.
• Ha tenido una preparación remota, desde la infancia, la vida religiosa
(profesión con paño mortuorio, cercanía especial a la muerte con tantos
entierros en Molokai.

Y lo meditaba:
• “El cementerio y la cárcel de mis moribundos son los más bellos libros de
meditación, para alimentar mi corazón y preparar mis pláticas” (a
Pánfilo, 1880)

• “El recuerdo de haber estado bajo el paño mortuorio hace 25 años es lo


que me ha hecho desafiar el peligro de contraer esta terrible enfermedad,
cumpliendo aquí mi deber y tratando de morir cada vez más a mí mismo.
A medida que la enfermedad avanza, me encuentro feliz y contento en
Kalawao” (a Koeckkemann, 29.10.1885)
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN
• “Cruz de la orden de Kalakaua y la cruz más pesada y menos honrosa de la lepra, con la que el divino Salvador
ha permitido que esté estigmatizado” (a Bousquet, 26.08.1886)

• “La alegría y el contento del corazón que me prodigan los SSCC hacen que me crea el misionero más feliz del
mundo” (a Pánfilo 9 y 16 nov. 1887)
 
• “Intento subir despacio mi camino de la cruz y espero encontrarme pronto en la cima de mi Gólgota”
(posdata de Damián, en carta de Sinnett a Cliford, 21.02.1889)

• Lo que quiere su alma es “Estar unida cuanto antes mejor, a aquel que es su única vida”
(a Clifford, su última carta, 28.02.1889)

“Ahora muero pobre, ya no tengo nada” (Informe de


Wendelin) “¡Qué bueno es morir hijo de los SSCC!”
 
Última carta de Damián, al doctor Swift, médico residente:
atención a varios enfermos… morir pensando en otros.
 
- Hacer de la muerte el acto supremo de misión (38º
Cap.Gral): morir con fe, alegría, confianza, agradecimiento,
serenidad… a pesar de la “negras visiones” …

- Dios le regaló una muerte acompañada y con algunos


consuelos
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN

Conclusión:

• “La historia interior de Damián es del todo particular. Él no planificó su camino


hacia la santidad. Sin duda quería llegar a serlo y siguió minuciosamente para
ello el camino trazado por la Regla de su Congregación y por sus votos. Pero
sin embargo...
• Quien sigue el curso de la existencia de Damián, tiene la impresión muy clara
de que fueron las circunstancias – más que un proyecto personal – las que
hicieron de él un santo heroico. En efecto todo en su vida parece fortuito.

• ¡Sí! Quien quiera que considere la vida de Damián, se queda con esta
impresión muy clara: Dios le fue colocando en circunstancias tales que hicieron
de él un santo. Pero si Damián no planificó nada, sin embargo lo aceptó todo.
La santidad no fue para él un asunto de “yo quiero”, sino de “haz de mí lo que
Tú quieras”. Los santos auténticos no escogen su camino, lo reciben”.

• (G. Dannels, “Retrato exterior e interior de Damián”)


II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN Conclusión

• Planificar es necesario… pero sin disposición, sin apertura, sin espíritu… no


seremos fieles a los planes de Dios…

• Dejarse poner en situaciones difíciles, desafiantes, … exponerse con


confianza a los planes de Dios, es la ocasión para dar lo mejor de sí… como
Damián.

• Homilía Benedicto XVI en misa canonización (11.10.2009): Jesús invita


amando, se responde amando, sin cálculos, sin reservas, con confianza
total… como Damián.

• Decir sí a lo inesperado, a lo imprevisto, a lo que complica los planes… con


libertad interior, sin darse importancia… abierto y confiando a las sorpresas
de Dios… como Damián.

• No se busca la “propia realización”, el desarrollo de los talentos personales…


sino el servicio a los planes de Dios, la fidelidad a su voluntad, usando todos
los dones que El da… como Damián.
II. EXPERIENCIAS FUNDANTES EN LA VIDA DE DAMIÁN Conclusión

• Creer en la fecundidad del amor de Dios, incluso cuando parece que no hay
posibilidades de futuro, que el trabajo es inútil, ineficaz, … seguir confiando en
que si es cosa de Dios es valiosa, creer en la fuerza del amor gratuito, y
continuar esperando, porque quien ama de veras, no desespera y trabaja
humildemente… como Damián.

• Quien vive de la fe se arriesga y no deja nada de lado que pueda ayudar al


prójimo, no mira su seguridad, bienestar, fama… no calcula el beneficio personal
que recibirá… sino que se entrega en las cosas pequeñas y ocultas… como
Damián.

• Con la confianza en la Providencia siempre hay algo que se puede hacer, pero
no es un “espiritualismo”, sino que se emprende todo lo humanamente posible,
todos los brazos son bienvenidos; se mira al cielo pero para orientar bien la
mirada a las cosas de la tierra… como Damián

¿Cómo logró Damián vivir así? ¿de dónde sacaba la fuerza? ¿qué reinaba
en su corazón?
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA
CONGREGACIÓN SSCC
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
Personajes SSCC con particular influencia en Damián:

 Maestros de novicios:

• Capraisus Verhaeghe: experto en mística, confesor religiosos-as.

• Alejandro Sorieul (tres últimos meses): nombrado por el Buen Padre

 Wesceslao Vincke: superior de Lovaina,


“fundador” de la provincia belga; fundador de
obras apostólicas y de caridad, de la
Adoración al Santísimo Sacramento.
Personajes SSCC con particular influencia en Damián
 Euthyme Rouchouze, Superior General.
“Segundo fundador”; puso el noviciado en Issy-les
Moulineaux; predicó el retiro al grupo de Damián antes de
partir a Hawái.

“Una comunidad religiosa que respiraba una atmósfera,


por una parte de renovada profundidad y, por otra, de
expansión misionera.” (Cor Rademaker)
Mons. Tepano Jaussen, obispo vicario apostólico de Tahiti.
Estuvo en París cuando Damián estaba allí; lo acompañó en
viaje a Lovaina.
Mons. Louis Desiré Maigret,
obispo vicario apostólico de
Honolulu.

… Modesto Favens, superior


provincial.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

CONSAGRADO A LOS SSCC

• Damián vivió fundamentalmente su vocación sscc. El Espíritu Santo lo ha conducido


por su propio camino a entrar en la Congregación para seguir en ella a Jesús..." (Art.
11).

• Vivir la “consagración a los sscc”, como la aprendió de sus maestros. Una vocación:

1. - que toma la VIDA ENTERA, PARA SIEMPRE…


y para la ETERNIDAD
 
2. - que le une CRISTO EN LA EUCARISTÍA Y EN LA ADORACIÓN
REPARADORA
 
3. - que es entrar en SUFRIMIENTO DEL CORAZÓN DE JESÚS

4. - que le inflama de CELO Y CONFIANZA EN LA PROVIDENCIA.


III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

1. - VIDA ENTERA, PARA SIEMPRE… Y PARA LA


ETERNIDAD
• Damián vive su profesión como una donación total, de toda su vida,
en todas sus dimensiones y para siempre.

• «Habiendo ya pasado bajo el paño mortuorio el día de mis votos, he


creído mi deber ofrecerme a Su Grandeza (el obispo), que no tuvo la
crueldad, como él decía, de ordenar tal sacrificio» (23 de noviembre de
1873).

• Cuando descubre que ha contraído la terrible enfermedad, vuelve a


hablar de sus votos: «Es precisamente por el recuerdo de haber
estado postrado bajo el paño mortuorio hace veinticinco años, el día
de mis votos, por lo que he desafiado al peligro de contraer esta
terrible enfermedad cumpliendo con mi deber aquí, tratando de morir
a mí mismo cada vez más» (carta al obispo, el 29 de octubre de 1885).
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
• Por la ceremonia de sus votos, Damián se ha comprometido hasta la
muerte.
«Yo, Damián, a tenor de las constituciones, estatutos y reglas
aprobados y confirmados por la Santa Sede apostólica, hago para
siempre, entre vuestras manos, mi Reverendísimo padre (el superior
general), voto de pobreza, de castidad y de obediencia, como
hermano de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y
de María, a cuyo servicio quiero vivir y morir. En el nombre de
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.»
La oración final traducía en palabras este gesto:

«Dios poderoso y eterno, tú que mandas que, muertos


al mundo, vivamos en Cristo, dirige a tus servidores
por el camino de la salvación eterna. Que su vida esté
escondida en Cristo, para que, recibiéndolo de Ti,
deseen lo que a Ti te agrada y lo cumplan con todas
su fuerzas.»
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

• El compromiso bajo forma de votos da unidad, sentido, a todos los momentos


de la a la vida de Damián, comprendida la propia muerte y muerte como
leproso.
 
• Por sus votos, Damián no hacía otra cosa que seguir las huellas del Buen
Padre (salida del granero)

• Su secreto reside en el don total de sí mismo. No es una parte de su vida la


que dio, una parte de su tiempo, una parte de su pena: él se dio todo entero,
sin restricciones y para siempre. Es en este desborde, en este exceso de
amor, donde es necesario buscar el secreto de Damián.

• Solo quien ama por la voluntad de Dios, puede llegar hasta el extremo de su
amor.

• Quien calcula su ardor, valorando si su prójimo merece ser amado, chocará


siempre con la evidencia de que no lo merece. Pero, al contrario, quien se deja
conducir por el amor de Dios, no tropieza nunca con semejante escollo.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
2. – Unido a Cristo en la EUCARISTÍA y en la
ADORACIÓN REPARADORA
Intensa vida de oración (plan de vida 1879, 1880)
• G. Dannels: “Los cuatro pilares en que asienta su vida son: la eucaristía, la adoración, la
oración y la confesión”.
• E. Brion: “la experiencia de los votos y de la práctica de la adoración eucarística habrán
imprimido una impronta indeleble en su alma”
• Damián aprendió la práctica y el espíritu de la adoración en la Congregación y la promovió entre
sus feligreses.

P. Coudrin, en Avis sur l'Adoration: «Es el más tierno


de los amigos para con las almas que buscan
complacerle. Su bondad sabe proporcionarse lo mismo
a la más pequeña de sus creaturas que a la más
grande. No temáis pues, en estas conversaciones
solitarias, compartir con él vuestras miserias, vuestros
temores, vuestros cansancios, de los que os son
queridos, de vuestros proyectos y de vuestras
esperanzas; hacedlo confidencialmente y a corazón
abierto.»
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
• Él se empeña en hacer participar a los leprosos de esta forma de oración, que mantiene
ahora tan de corazón:
«Espero que los hermanos y hermanas de nuestra querida Congregación no se
disgustarán al saber que tienen imitadores hasta entre los leprosos y no les
desecharán de sus filas en el cielo donde, tengo de ello la dulce esperanza, un buen
número de mis hijos nos han ya adelantado» (al Superior General, 4 de
febrero de 1879).

• «Por más leprosos que seamos, es el décimo quinto año que observamos la adoración
nocturna» (la del jueves santo), (al P. Fouesnel, 30 marzo 1888).

• En la respuesta que Damián envía a H.Chapman, se percibe siempre el espíritu misionero:


«Dignaos tener la bondad de permitirme rezar todos los días por vos y vuestros hermanos, a fin
de que pudiéramos todos tener la misma fe y pertenecer a la misma verdadera Iglesia, una y
apostólica y, llegando a estar todos unidos en Jesucristo, obtener la misma corona eterna en el
cielo» (26 de agosto de 1886)

En la misma carta, escribe también:


«Como vos decís en vuestra carta, el santo sacramento es verdaderamente el estimulante para
todos nosotros, para mí como para vos, que impulsa a renunciar a todas las ambiciones del
mundo. Sin la presencia continua de nuestro divino Maestro en el altar de mis pobres capillas,
no hubiera podido nunca perseverar arriesgando mi suerte con los leprosos de Molokai.»
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

• Sor Leopoldina, cuenta el episodio siguiente:

«Entonces no teníamos todavía capilla y habíamos transformado


en oratorio una sala del orfelinato. Se conservaba en él el
Santísimo Sacramento. Un día que yo tenía qué hacer en el
jardín…, salí de casa por la puerta trasera y encontré a Damián
en el patio. Estaba arrodillado sobre un montón de estiércol, con
los ojos fijos en la ventana del oratorio, adorando a la santa
Eucaristía. Sorprendida, manifesté alguna emoción. ¿Es que
creyó que yo había tenido un movimiento de rechazo? Él se
levantó enseguida y vino humildemente a excusarse de estar allí,
a mi paso, él que era leproso. Su caridad me conmovió mucho
más aún que su piedad.»
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
• Adoración:
- unirse a la adoración de Jesús al Padre
- entrar en su corazón traspasado, unirse a su ofrenda, a su
“sacrificio”
- presentarle el dolor de los sufrientes, pedir el don de la “com-pasión”

• Imposible vivir nuestra vocación sscc sin la práctica de la


adoración.
• Será posible para otros cristianos… no para nosotros.
• Es el tiempo mejor empleado (Charles de Foucauld)
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

• El rosario es igualmente practicado por Damián:

«Como el cementerio, la iglesia y el presbiterio no forman


más que un parque, soy durante la noche el guardián de
este hermoso jardín de los muertos, todos mis hijos
espirituales. Encuentro mis delicias en ir a recitar en él mi
rosario y en meditar sobre la felicidad eterna, de la que
gozan ya un gran número de ellos, sobre la desdicha eterna
de algunos que no han querido obedecerme, y sobre los
sufrimientos del purgatorio. Os aseguro, mi querido
hermano, que el cementerio y la choza de mis moribundos
son mis más hermosos libros de meditación, tanto para
alimentar a mi propio corazón, como para preparar mis
instrucciones.»
(31 de enero de 1880).
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

3. - ENTRAR EN SUFRIMIENTO DEL CORAZÓN DE


JESÚS

• La Buena Madre:
“El Señor quiere una orden destinada a adorar su corazón, a
reparar los ultrajes que recibe, que entre en el dolor interior de
su corazón. Debemos vivir sus virtudes, especialmente su
humildad, su dulzura, pobreza, obediencia, su caridad...”

• “No perdamos de vista que Nuestro Señor quiere que nos


hagamos cuenta particularmente de la crucifixión interior de su
Corazón”
• “una Orden que comprenda bien el dolor interior de su
Corazón Sagrado”
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

P. Eutimio Rouchouze:

“Para no ser confundidos en nuestras esperanzas, tenemos que empeñarnos más que nunca en la práctica
diaria y constante de nuestros votos y de nuestras Santas Reglas, presentarnos como víctimas ante la
Divina Majestad, no sólo en el momento de la Adoración, sino en todos los momentos del día y de la
noche, cargando valientemente (“courage”) con los sufrimientos inseparables de nuestro estado y de las
prescripciones de la Santa Obediencia” (Circular 47, de 28 octubre 1858).

“Queremos ver reinar este espíritu de víctima entre los hijos de los Sagrados Corazones con tanto
empeño, porque consideramos ese espíritu propio del Instituto como su vida, su alma, y pensamos que
viviremos de la vida de la Congregación sino en medida que tengamos ese espíritu de sacrificio, y
logremos estar en estado de víctima hasta en los más pequeños detalles de la vida. Prosperaremos si este
espíritu de inmolación ha penetrado en nosotros… si va en disminución… vegetaremos… porque habrá
ese buen fondo de personas que tienen buena voluntad, y no quieren hacer el mal, pero no tendremos esa
vida vigorosa y fuerte y sería temer que nos fuéramos debilitando. Ese espíritu de sacrificio, en unión con
los Sagrados Corazones, es como la sabia que debe alimentar el árbol de la Congregación”
(Circular 58, de 28 octubre 1863)

“Si deseamos ser verdaderos adoradores en espíritu y en verdad, y por ende dignos hijos de los SSCC, no
debemos aspirar a otra herencia que a este espíritu de sacrificio de nosotros mismos por entero, que debe
convertirnos en víctimas reales en el momento de la Adoración y en todo el conjunto de nuestra vida”
(Circular 94, de 17 septiembre 1868)
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

• Canticos del Siervo de Yahvé del libro de Isaías;


• Damián ahora reza con Jesús el salmo 21, ¡y con qué realismo!;
• Sabe lo que significa aquello de “aprendió sufriendo a obedecer”
(Heb 5,8).
• Rom 12, 1-2: “Por este cariño de Dios os exhorto, hermanos, a
que ofrezcáis vuestra propia existencia como sacrificio vivo,
consagrado, agradable a Dios, como vuestro culto auténtico; y no
os amoldéis a l mundo este, sino idos transformando con la
nueva mentalidad, para ser capaces de distinguir lo que es la
voluntad de Dios, lo bueno, conveniente, acabado”

• A los “márgenes” no nos mueve una ideología… sino el espíritu


de sacrificio, de caridad, de oblación.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

Jan de Volder : al final del libro “San Damián de Molokai. Un santo para
nuestro tiempo” Ed. San Pablo, 2013, pg. 303-304 : (“De geest van Daamiaan”, 2009)

“Finalmente, a través de su enfermedad, Damián se identificó con Cristo


sufriente. La impactante foto del “mártir de la caridad” en su lecho de muerte
es la del ecce homo que llegó a la cumbre de su calvario. En la escuela del
sufrimiento Damián fue purificado y alcanzó una profundidad y pureza
espiritual sin precedentes. No buscó la lepra, pero, una vez la había contraído,
se convirtió para él en un regalo inesperado.
Esto no es una glorificación del sufrimiento, del
que tan a menudo se acusa a los cristianos.
Jesús solo redimió el mundo a través de la
donación de sí, del sufrimiento y de la muerte. El
sirviente no es mayor que su Señor, y también
Damián recorrió este camino. A través del
sufrimiento y de la muerte se concede una vida
insospechadamente nueva. No hay pascua sin
Viernes Santo. Y así llegamos al corazón del
misterio que es el cristianismo”.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

• «Continúo aquí, aunque inútil, cumpliendo mi tarea diaria como de costumbre, no sé


por cuántos años aún. Ha complacido a nuestro divino Salvador confiarme el cuidado
del bien espiritual de los infortunados leprosos exilados en Molokai. Como sabéis,
hace ya largo tiempo que la divina Providencia me ha escogido para convertirme en
víctima de esta repugnante enfermedad que es la nuestra. Espero quedar
eternamente reconocido a Dios por este favor. Me parece que esta enfermedad
abreviará un poco y hasta hará más estrecho el camino que me conducirá a nuestra
querida patria. En esta esperanza, he aceptado esta enfermedad como mi cruz
especial; trato de llevarla como Simón el Cireneo, siguiendo las huellas de nuestro
divino Maestro. Tened a bien ayudarme con vuestras oraciones para obtenerme la
fuerza de la perseverancia, hasta que llegue a la cumbre del calvario.»
(A Pánfilo, 9 de noviembre de 1887)
 
• No es la primera vez que Damián utiliza esta expresión. Ya en Kohala, la había
aplicado al P. Carlos Pouzot, que se quejaba del poco éxito de su apostolado. Forma
pues parte de su mundo interior. Se sitúa así en la línea de espiritualidad de los
Fundadores: cruz, sufrimiento, dolor, sacrificio.

«Mis pobres hijos serán siempre los hijos de la cruz, para serlo perfectamente del
corazón de nuestro buen Maestro»
(BP ,a Isidoro David, 14 noviembre 1803).
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
• Causas sufrimiento: (entre otras)
a) lepra (cfr. “Damián y su compañera la lepra”)
b) escarnios de superiores
c) no poder confesarse (al final sí); lo que es particularmente
penoso para Damián, es la ausencia de un hermano a su lado,
o al menos la venida demasiado rara de alguno para confesarle.
d) depresión, no ser dignos, salvación/condenación eterna..
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

b) sus superiores
«La negativa absoluta expresada en
un tono de gendarme más que un tono
de superior religioso, y esto en nombre
del obispo y del ministro, como si la
misión fuera a estar puesta en
cuarentena, me causó, lo aseguro
francamente, más pena que todo lo que
yo he tenido que sufrir desde mi infancia.
Yo he respondido con un acto de
sumisión absoluta en virtud de mi voto de
obediencia. Sigo estando en paz (...).

Siempre resignado a la santa voluntad del buen Dios


en nuestros sufrimientos cada vez más punzantes,
seamos, Monseñor, mortui in Christo... vitae nostrae
sint absconditae in Deo — muertos en Cristo y que
nuestras vidas estén escondidas en Dios.»
(16 de junio de 1886).
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

c) no poder confesarse

• “Para hacer desaparecer las ideas negras que engendra el contacto


ininterrumpido con un mundo corrompido. También, durante estos
pocos días que estamos juntos, nuestros pulmones se dilatan por un
exceso de alegría. Después de ello, nos sentimos más fuertes de
nuevo para aplicarnos al santo ministerio.»
(22 septiembre 1870).

• Cuando comunica la decisión de su superior a su hermano Pánfilo,


Damián añade:
«Me resigno, sin embargo, a la Providencia divina y encuentro mi
consuelo en el único compañero que ya no me abandona, es decir,
nuestro divino Salvador en la santa Eucaristía. Es al pie del altar donde
me confieso a menudo buscando aliviar mis penas interiores.»

(26 de noviembre de 1885). 


III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN
• A Alberto Montiton:
«Vuestra buena carta del 14 de marzo ha venido a cicatrizar un poco la profunda herida en el
corazón que vuestra partida me había causado. Las lágrimas que entonces vertía eran
perfecta expresión de mi pena por perderos y mi presentimiento de la penosa y excepcional
situación en la cual iba a pasar el resto de mis días, Y en efecto, mi querido padre, desde que
he perdido en vos un buen compañero en esta triste leprosería, no he tenido más que la visita
momentánea de un hermano cada dos o tres meses. Además, la terrible enfermedad, cuyo
comienzo conocéis, hace progresos espantosos y amenaza con impedirme, quizás muy
pronto, de celebrar la santa misa y, no teniendo otro sacerdote, me vería privado de la santa
comunión y del santo sacramento. Es esta privación la que más me costará y que hará mi
situación insoportable. No es la enfermedad y los sufrimientos los que me descorazonan,
lejos de esto. Hasta aquí, me siento feliz y contento y, si se me diera la oportunidad de salir de
aquí en buena salud, diría sin dudar: Me quedo de por vida con mis leprosos.»
(Mayo de 1886).
d) una cierta depresión, tentación de “indignidad”

• Esta situación lo sumía a menudo a sus “pensamientos sombríos”, y en una especie de


‘melancolía religiosa”: “¿era realmente digno de ir al cielo?”.
• Damián sufría “melancolía atónita”, propia de la enfermedad, y “melancolía religiosa”, por no
considerarse digno del cielo. (Dr. Mourtiz, en 1887)

• ¿No desechamos muy rápidamente hoy estas preguntas? ¿La urgencia del presente no nos
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

“SPE SALVI” de Benedicto XVI (2007)

• 36. Al igual que el obrar, también el


sufrimiento forma parte de la existencia
humana. Éste se deriva, por una parte, de
nuestra finitud y, por otra, de la gran
cantidad de culpas acumuladas a lo largo de
la historia, y que crece de modo incesante
también en el presente. Conviene ciertamente
hacer todo lo posible para disminuir el
sufrimiento; impedir cuanto se pueda el
sufrimiento de los inocentes; aliviar los
dolores y ayudar a superar las dolencias
psíquicas.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

“SPE SALVI” de Benedicto XVI (2007)

… pero extirparlo del mundo por completo no está en


nuestras manos, simplemente porque no podemos
desprendernos de nuestra limitación, y porque ninguno de
nosotros es capaz de eliminar el poder del mal, de la culpa, que
– lo vemos – es una fuente continua de sufrimiento. Esto sólo
podría hacerlo Dios: y sólo un Dios que, haciéndose hombre,
entrase personalmente en la historia y sufriese en ella.
Nosotros sabemos que este Dios existe y que, por tanto, este
poder que « quita el pecado del mundo » (Jn 1,29) está
presente en el mundo.
• 37. Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y
huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la
tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido
mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito.
“SPE SALVI” de Benedicto XVI

• 38. La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente


por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es válido
tanto para el individuo como para la sociedad. Una sociedad que no logra
aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir mediante la
compasión a que el sufrimiento sea compartido y sobrellevado también
interiormente, es una sociedad cruel e inhumana.
• A su vez, la sociedad no puede aceptar a los que sufren y sostenerlos en
su dolencia si los individuos mismos no son capaces de hacerlo y, en
fin, el individuo no puede aceptar el sufrimiento del otro si no logra
encontrar personalmente en el sufrimiento un sentido, un camino de
purificación y maduración, un camino de esperanza. En efecto, aceptar al
otro que sufre significa asumir de alguna manera su sufrimiento, de modo
que éste llegue a ser también mío. Pero precisamente porque ahora se
ha convertido en sufrimiento compartido, en el cual se da la presencia de
un otro, este sufrimiento queda traspasado por la luz del amor.
“SPE SALVI” de Benedicto XVI
• La palabra latina consolatio, consolación, lo expresa de manera muy
bella, sugiriendo un « ser-con » en la soledad, que entonces ya no es
soledad.

• Pero también la capacidad de aceptar el sufrimiento por amor del bien, de


la verdad y de la justicia, es constitutiva de la grandeza de la humanidad
porque, en definitiva, cuando mi bienestar, mi incolumidad, es más
importante que la verdad y la justicia, entonces prevalece el dominio del
más fuerte; entonces reinan la violencia y la mentira.

• La verdad y la justicia han de estar por encima de mi comodidad e


incolumidad física, de otro modo mi propia vida se convierte en mentira. Y
también el « sí » al amor es fuente de sufrimiento, porque el amor exige
siempre nuevas renuncias de mi yo, en las cuales me dejo modelar y herir.

• En efecto, no puede existir el amor sin esta renuncia también dolorosa para
mí, de otro modo se convierte en puro egoísmo y, con ello, se anula a sí
mismo como amor.
“SPE SALVI” de Benedicto XVI
• 39. Sufrir con el otro, por los otros; sufrir por amor de la verdad y de la justicia;
sufrir a causa del amor y con el fin de convertirse en una persona que ama
realmente, son elementos fundamentales de humanidad, cuya pérdida
destruiría al hombre mismo. Pero una vez más surge la pregunta: ¿somos
capaces de ello? ¿El otro es tan importante como para que, por él, yo me
convierta en una persona que sufre? ¿Es tan importante para mí la verdad como
para compensar el sufrimiento? ¿Es tan grande la promesa del amor que
justifique el don de mí mismo? En la historia de la humanidad, la fe cristiana
tiene precisamente el mérito de haber suscitado en el hombre, de manera nueva
y más profunda, la capacidad de estos modos de sufrir que son decisivos
para su humanidad. La fe cristiana nos ha enseñado que verdad, justicia y amor
no son simplemente ideales, sino realidades de enorme densidad.
• ….
• Por eso necesitamos también testigos, mártires, que se han entregado
totalmente, para que nos lo demuestren día tras día. Los necesitamos en las
pequeñas alternativas de la vida cotidiana, para preferir el bien a la comodidad,
sabiendo que precisamente así vivimos realmente la vida. Digámoslo una vez
más: la capacidad de sufrir por amor de la verdad es un criterio de
humanidad.
III. DAMIÁN Y LA ESPIRITUALIDAD DE LA CONGREGACIÓN

4. – Inflamado de celo y con plena confianza en la


providencia

De la unión con los SSCC, del espíritu de inmolación, del fuego del Corazón de Jesús
nace el celo por la Obra de Dios y la confianza total de que Él la llevará acabo.
•  Esto fue lo que le llevó a Damián a “partir” en tantas ocasiones.
Bibliografía
• Vital JOURDAN sscc, « Le père Damien De Veuster de la Congrégation des Sacrés-
Coeurs (Picpus), apôtre des lépreux (1840-1889) », Paris 1931.

• Gavan DAWS,  “Holy Man, Father Damien of Molokai”, Harper and Row (Estados
Unidos) 1973; (Traducción española: Damián de Molokai, Edit. Reinado Social, Madrid,
1984)

• Juan Vicente GONZÁLEZ sscc, “Hemos creído en el amor”, Santiago de Chile, 1982.

• Patrick BRADLEY sscc, “El Padre Damián, misionero sscc”, Casa Generalizia, Roma,
1990.

• Édouard BRION sscc, “El camino de Damián”, Congregación SSCC, Santiago Chile,
2000 (« Comme un arbre au bord des eaux. Le Père Damien de Molokai, apôtre des
lépreux (1840-1889) », Les Éditions du Cerf, Paris, 1994)

• Jan DE VOLDER: “San Damián de Molokai. Un santo para nuestro tiempo” Ed. San
Pablo, 2013, (“De geest van Daamiaan”, 2009)

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