resultado de un largo proceso evolutivo que se conoce con el nombre de proceso de hominización. El proceso de hominización es la progresiva adquisición de las características que acabaron diferenciando a los homínidos del resto de primates Homo australopithecus Los australopitecos tenían brazos robustos y largos, semejantes a los de los simios, lo que indica que combinaban su desplazamiento sobre las extremidades inferiores con la escalada de árboles o trepando entre ramas. Eran pequeños y delgados, con una talla de entre 1,20 y 1,40 metros de altura. Homo hábilis Las principales características son las siguientes: -Cráneo más redondeado. -Incisivos espadiformes. -Molares grandes y con esmalte grueso. -Ausencia de diastema (separación entre los premolares y los caninos). -Foramen magnum (hueco occipital) ubicado más hacia el centro. Homo erectus El Homo erectus tenía además una capacidad craneal de 940 ml, a medio camino entre el gorila (600ml) y el ser humano moderno (1200-1500ml). Su cerebro se hallaba en una bóveda craneal baja y angular que fue modificándose a lo largo de su evolución y permitió el surgimiento de individuos con mayor capacidad craneal (hasta de 1100ml) a medida que la especie cambiaba Homo sapiens Neanderthalensis Sus características definidoras, a partir de los huesos fósiles descubiertos hasta ahora (unos 400 individuos), son: esqueleto robusto, pelvis ancha, extremidades cortas y robustas, tórax en barril, arcos supraorbitarios resaltados, frente baja e incli, faz prominente, mandíbulas sin mentón y gran capacidad craneal Homo sapiens sapiens -manos y pies con cinco dedos. Pies plantígrados. -Pulgar oponible en manos y pies (algunas especies, como el hombre, han perdido la capacidad de oponer el pulgar del pie). Clavículas presentes. -Uñas planas en lugar de garras. -Visión a color