Está en la página 1de 7

CONFLICTO ARMADO

Y
CONTEXTO MUNDIAL
GUERRA FRÍA EN COLOMBIA

El periodo de la guerra fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos repercutió en Colombia
desde la década de 1960. La gran agitación social producto de las desigualdades y las injusticias
imperantes provocó la creación de movimientos insurgentes como única opción de oposición a los
gobiernos de turno.

Los nacientes movimientos guerrilleros se alimentaron de la protesta social de esos momentos y


del triunfo de la guerrilla sandinista en Nicaragua, lo que avivo el deseo de conquistar el poder por
medio de las armas. En las décadas siguientes su discurso se afianzó en las universidades públicas
con el discurso antiimperalista y en contra de la concentración de la riqueza en unos pocos
colombianos. El gobierno respondió con represión institucional y paramilitar bajo las
orientaciones de la “Doctrina de la Seguridad Nacional” implementada por Estados Unidos en su
famosa “Escuela de las Américas”.
CRISIS INSTITUCIONAL Y CONFLICTO
Las décadas de los ochenta y noventa marcaron una época de crisis institucional por la irrupción del
narcotráfico en todas las esferas de la sociedad colombiana. El conflicto se agudizó en los centros
urbanos con la proliferación de guerras entre bandas de narcotraficantes y en el campo con la lucha
por la tierra que originó el desplazamiento de millones de campesinos por el empoderamiento
territorial de grupos de paramilitares y en general la “guerra sucia” contra sindicalistas, defensores de
Derechos Humanos y el exterminio del partido Unión Patriótica.
En la década de los noventa, el conflicto llegó a su máxima expresión cuando el Estado enfrentó una
guerra frontal contra los carteles de la droga, situación que aprovecharon los paramilitares y las
guerrillas para expandirse y tomarse casi la mitad del país, modificando sus estrategias militares y las
relaciones políticas de los ciudadanos. Esto hizo que Estados Unidos se involucre directamente en el
conflicto colombiano y bajo la consigna de la lucha contra el narcotráfico, provea recursos para
exterminar a las guerrillas socialistas bajo un acuerdo de ayuda llamado “El Plan Colombia”.
LA GUERRA CONTRA EL TERRORISMO

Tras la caída de la Unión Soviética en 1989, el


orden mundial actual está caracterizado por la
hegemonía de Estados Unidos. En los últimos
años, países como Rusia, la China y bloques
como la Unión Europea ponen en duda la validez
de esta hegemonía además de las posiciones de
otros países que luchan abiertamente contra ese
dominio como Irán, Corea del Norte, Venezuela,
Yemen, Siria o Cuba.

Sin embargo, el ataque a las


Torres Gemelas ocurrido el 11 de
septiembre de 2001 obligó a un
replanteamiento de la geopolítica
norteamericana: Estados Unidos,
apoyados por Inglaterra, España y
otros países, iniciaron guerras en
Afganistán e Irak para acabar con
un nuevo enemigo: el terrorismo
islámico.
En realidad, era una guerra por el control de los
hidrocarburos y el gas que los nuevos gobiernos de
estos países árabes reivindicaban para lograr el
bienestar social de sus pueblos, y que era producto
de las revoluciones teocráticas y nacionalistas
musulmanas, que consiguieron mediante la
independencia económica de los imperios
colonialistas y sus transnacionales norteamericanas
e inglesas, que habían explotado por décadas el
petróleo mediante gobiernos de dictadores títeres.

Sin embargo, en occidente reciben el nombre


de terroristas y se les inculpa de todas las
acciones criminales que puedan ocurrir como
atentados, asesinatos, secuestros, etc.
Entonces, ante el fin de la guerra fría se
constituye un nuevo sujeto y un nuevo
discurso como los nuevos enemigos de las
libertades y la democracia de occidente y que
había que ser destruido.
Este discurso llega a todos los rincones del mundo donde existan grupos que se manifiesten en contra del
modelo político y económico neoliberal que fomenta Estados Unidos, y por simple lógica es adoptado en
Colombia contra los grupos guerrilleros, quienes comienzan a ser denominados como grupos terroristas.

También podría gustarte