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Capítulo II: El Método

Fenomenologíco de Husserl
Edmund Husserl
Nacío en 1856 y Murió en 1939.
Siguió su carrera universitaria en Göttingen y pasó luego a la
universidad de Friburgo de Brisgovia, donde llegó a ser rector.
Privado de su cargo por el nazismo, se refugió en Suiza.
Su obra consiste en trabajos técnicos, siempre abstractos, a menudo
difíciles:
– Investigaciones Lógicas (1900-1901)
– Lógica Formal y Lógica Trascendental (1929)
– Meditaciones Cartesianas (1931)
1 – La Reducción Fenomenológica
Parte de una duda metódica universal que suspende todas las certezas
espontáneas para llegar a un idealismo trascendental, según el cual es
el espíritu el que proyecta ante sí el mundo.

Es una Filosofía intuitiva, una especie de empirismo o de positivismo puros.

Su fin es simplemente describir los fenómenos tales como se presentan, y el


“yo” al cual se han presentado; en una palabra, describir el dato.

La fenomenología nacío de la ambición de Husserl por fundar


“La Filosofía como ciencia exacta”.
Husserl tiene el proposito de encontrar principios que sean absolutos,
más alla de las matematicas (A diferencia de Descartes). Los cuales
deben de ser Primeros y Apodícticos.
Intuiciones Absolutas.

La originalidad de Husserl no reside en la duda metódica de Descartes,


sino en su aplicación rigurosa hasta los limites más extremos:

Es lo que Husserl llama Reducción Fenomenológica

La cual consiste en poner entre parentesis, “poner fuera de juego”,


suspender, inhibir, todas las certezas espontaneas y naturales de
las cuales nos fiamos ciegamente, sin reflexión y critíca.
La creencia más común y más natural, la que se presenta como
evidencia primera es:
La creencia en la existencia del mundo como “exterior”, es decir, como
realidad “en sí”, que existe independientemente de nosotros.

(Debemos poner el mundo entre parentesis)


Y el hombre forma parte del mundo.

La Filosofía verdadera exige el “voto de pobreza” en el orden intelectual,


un “despojo absoluto” de todo conocimiento cientifico y “Objetivo”.
2 – El Objeto De La Fenomenología
La reducción fenomenológica, el poner entre paréntesis el mundo
objetivo, no nos pone ante una pura nada; Nos revela, al contrario el
yo puro como evidencia primera y apodíctica.
Para Husserl el yo empírico, el yo como cosa, ser o realidad, se halla
“reducido” al mismo tiempo que el mundo al cual pertenece.
Es el yo puro, análogo a la “conciencia trascendental” de Kant, es decir,
el sujeto del conocimiento en tanto que puro sujeto, principio de
todo conocimiento y de todo pensamiento.
Yo pienso, he ahí la evidencia primera, nada más y nada menos.

Ego Cogito Cogitatum = Yo pienso un pensamiento.


El objeto subsiste, como otro que yo, como “no-yo”, por lo tanto en cierto
sentido como trascendente a la conciencia, pero no, ciertamente, como
existiendo “en sí”, como se creía por la fe de los sentidos.
Subsiste como puro objeto, Ob-jectum, lo que la conciencia “echa ante
sí”, hace aparecer ante su vista por el solo hecho de enfocarlo.
Las cosas se quedan reducidas al rango de los fenómenos. Existen,
pues, a este título, ante mí, para mí, porque yo los tomo como objetos.
La Filosofía despues de la reducción fenomenológica y gracias a ella,
halla pues, con una evidencia absoluta el yo puro y sus objetos
igualmentes puros.

El Flujo puro de lo vivido.


3 – El Desarrollo De La Fenomenología
La Filosofía, entonces, no tiene otra tarea que la de describir el flujo
puro de lo vivido, tal como se ofrece inmediatamente a la intuición y
eso es la fenomenología misma.
Nos hallamos frente a una filosofía estrictamente positivista o
empirista que expulsa a la razón cuya obra propia es explicar los
hechos dados.

La Fenomenología se atiene rigurosamente al dato inmediato


Experiencia trascendental: la intuición del flujo puro de lo vivido.
Una vez definida la Fenomenología, esta comporta tres direcciones:
– El análisis del yo puro, de la conciencia; es lo que Husserl en su
lenguaje bárbaro llama “el análisis egológico”: Su dato es el hecho de
que “la conciencia se refiere intencionalmente a sí misma”, el hecho
de ser “para sí”. ¿Que es eso de ser conciente de sí mismo?

– La fenomenología se consagra a describir las intenciones de la


conciencia, es decir, las diversas actitudes que el yo asume respecto
de las cosas y que hacen que aparezcan ante él bajo tal o cual
aspecto. Un Análisis Intencional.

– Por ultimo, describir las cosas mismas en tanto que fenómenos, en


tanto que aparecen a la conciencia. Una Ontología.

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