Está en la página 1de 33

1

SALVACIÓN AL OTRO LADO DEL AGUA


Dos errores concernientes a la gracia de
Dios y nuestra salvación:
1. Salvos por la gracia sola, sin responsabi-
lidades personales. (“Es absurdo creer que la
gracia de Dios pueda tener conexión alguna
con cualquier cosa como el bautismo”.)
Preguntamos: ¿Puede tener conexión con
la fe, el arrepentimiento, la confesión? (Éstas
también son cosas que el hombre hace).
2. El legalismo (salvación por obediencia
absoluta y sin la gracia de Dios en el evange-
lio de Cristo).

2
Hay un principio director en el trato de Dios
al obrar en la salvación del hombre pecador; a
saber, que la fe, unida con la obediencia, trae
salvación por gracia.
Efes. 2:8,9, Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; 9 no por obras, para
que nadie se gloríe.
Tit. 2:11,12, Porque la gracia de Dios se ha
manifestado para salvación a todos los hom-
bres, 12 enseñándonos que, renunciando a la
impiedad y a los deseos mundanos, vivamos
en este siglo sobria, justa y piadosamente.
3
Heb. 5:8,9, Y aunque era Hijo, por lo que pa-
deció aprendió la obediencia; 9 y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna
salvación para todos los que le obedecen.
Los ejemplos bíblicos demuestran dos lec-
ciones importantes:
1. La gracia de Dios no excluye instruccio-
nes ni la obediencia exacta.
2. Las buenas obras, sin la gracia de Dios,
nunca podrán salvar al hombre.

4
Varias veces en la historia del hombre Dios
ha hecho uso del agua al conceder salvación
al hombre por gracia mediante la fe.
Sí, la salvación ha sido hallada al otro lado
del agua; es decir, después de utilizada el
agua.
Vamos a considerar varios casos de esto:
Hombre Agua Salvación
Para el hombre necesitado la salvación le
espera al otro lado del agua.

5
NOÉ Y EL DILUVIO
La gracia de Dios salvó a Noé.
Gen. 6:5-8, Y vio Jehová que la maldad de
los hombres era mucha en la tierra, y que to-
do designio de los pensamientos del corazón
de ellos era de continuo solamente el mal. 6
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hom-
bre en la tierra, y le dolió en su corazón. 7 Y
dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra
a los hombres que he creado, desde el hom-
bre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves
del cielo; pues me arrepiento de haberlos he-
cho. 8 Pero Noé halló gracia ante los ojos de
Jehová.
6
La responsabilidad personal de Noé fue
requerida.
vv. 14-22, Hazte un arca de madera de gofer;
harás aposentos en el arca, y la calafatearás
con brea por dentro y por fuera. 15 Y de esta
manera la harás: de trescientos codos la lon-
gitud del arca, de cincuenta codos su anchu-
ra, y de treinta codos su altura. 16 Una ven-
tana harás al arca, y la acabarás a un codo de
elevación por la parte de arriba; y pondrás la
puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo,
segundo y tercero. 17 Y he aquí que yo ……

7
traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para
destruir toda carne en que haya espíritu de vi-
da debajo del cielo; todo lo que hay en la tie-
rra morirá. 18 Mas estableceré mi pacto con-
tigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mu-
jer, y las mujeres de tus hijos contigo. 19 Y
de todo lo que vive, de toda carne, dos de ca-
da especie meterás en el arca, para que ten-
gan vida contigo; macho y hembra serán. 20
De las aves según su especie, y de las bestias
según su especie, de todo reptil de la ………

8
tierra según su especie, dos de cada especie
entrarán contigo, para que tengan vida. 21 Y
toma contigo de todo alimento que se come, y
almacénalo, y servirá de sustento para ti y
para ellos. 22 Y lo hizo así Noé.
La fe obediente de Noé fue el vehículo por el
cual Dios aplicó su gracia.
Heb. 11:7, Por la fe Noé, cuando fue adver-
tido por Dios acerca de cosas que aún no se
veían, con temor preparó el arca en que su
casa se salvase.
Instrucciones -- obediencia – salvación
La salvación se halló al otro lado del agua.
9
ISRAEL EN EL MAR ROJO
Éxodo 14:10-14, Y cuando Faraón se hubo
acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos,
y he aquí que los egipcios venían tras ellos;
por lo que los hijos de Israel temieron en gran
manera, y clamaron a Jehová. 11 Y dijeron a
Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que
nos has sacado para que muramos en el de-
sierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros,
que nos has sacado de Egipto? 12 ¿No es
esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo:
Déjanos servir a los egipcios? Porque ……..

10
mejor nos fuera servir a los egipcios, que mo-
rir nosotros en el desierto. 13 Y Moisés dijo
al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la
salvación que Jehová hará hoy con vosotros;
porque los egipcios que hoy habéis visto,
nunca más para siempre los veréis. 14 Jeho-
vá peleará por vosotros, y vosotros estaréis
tranquilos.
La gracia de Dios salvó a Israel.
v.30, Así salvó Jehová aquel día a Israel de
mano de los egipcios.

11
Sal. 106:7-10, Nuestros padres en Egipto no
entendieron tus maravillas; No se acordaron
de la muchedumbre de tus misericordias, Si-
no que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
8 Pero él los salvó por amor de su nombre,
Para hacer notorio su poder. 9 Reprendió al
Mar Rojo y lo secó, Y les hizo ir por el abismo
como por un desierto. 10 Los salvó de mano
del enemigo, Y los rescató de mano del ad-
versario.
La responsabilidad de Israel fue requerida.

12
Éxodo 14:15,16,22,26, Entonces Jehová dijo
a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Dí a los hi-
jos de Israel que marchen. 16 Y tú alza tu va-
ra, y extiende tu mano sobre el mar, y divíde-
lo, y entren los hijos de Israel por en medio
del mar, en seco ... 22 Entonces los hijos de
Israel entraron por en medio del mar … 26 Y
Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre
el mar, para que las aguas vuelvan sobre los
egipcios …
Moisés alzó la vara, etc., v.16
Israel marchó, entró, v. 15,16
13
La fe obediente de Israel fue el vehículo por
el cual Dios aplicó su gracia.
Heb. 11:29, Por la fe pasaron el Mar Rojo co-
mo por tierra seca; e intentando los egipcios
hacer lo mismo, fueron ahogados.
Fueron dadas instrucciones, y la obedien-
cia fue requerida.
La salvación se halló al otro lado del agua.

14
NAAMÁN Y SU LEPRA
2 Reyes 5:1-14, Naamán, general del ejército
del rey de Siria, era varón grande delante de
su señor, y lo tenía en alta estima, porque por
medio de él había dado Jehová salvación a Si-
ria. Era este hombre valeroso en extremo, pe-
ro leproso. 2 Y de Siria habían salido bandas
armadas, y habían llevado cautiva de la tierra
de Israel a una muchacha, la cual servía a la
mujer de Naamán. 3 Esta dijo a su señora: Si
rogase mi señor al profeta que está en Sama-
ria, él lo sanaría de su lepra …………….

15
4 Entrando Naamán a su señor, le relató di-
ciendo: Así y así ha dicho una muchacha que
es de la tierra de Israel. 5 Y le dijo el rey de
Siria: Anda, vé, y yo enviaré cartas al rey de
Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez
talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y
diez mudas de vestidos. 6 Tomó también
cartas para el rey de Israel, que decían así:
Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe por
ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para
que lo sanes de su lepra. 7 Luego que el rey
de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos ...

16
y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para
que éste envíe a mí a que sane un hombre de
su lepra? Considerad ahora, y ved cómo bus-
ca ocasión contra mí. 8 Cuando Eliseo el va-
rón de Dios oyó que el rey de Israel había ras-
gado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por
qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a
mí, y sabrá que hay profeta en Israel. 9 Y vino
Naamán con sus caballos y con su carro, y se
paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10
Entonces Eliseo le envió un mensajero, ……

17
diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán,
y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11
Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí
yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando
en pie invocará el nombre de Jehová su Dios,
y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la
lepra. 12 Abana y Farfar, ríos de Damasco,
¿no son mejores que todas las aguas de Is-
rael? Si me lavare en ellos, ¿no seré también
limpio? Y se volvió, y se fue enojado. 13 Mas
sus criados se le acercaron y le hablaron di-
ciendo: Padre mío, si el profeta ……………….

18
te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías?
¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás lim-
pio? 14 El entonces descendió, y se zambu-
lló siete veces en el Jordán, conforme a la pa-
labra del varón de Dios; y su carne se volvió
como la carne de un niño, y quedó limpio.
La gracia de Dios limpió la lepra de Naamán.
Luc. 4:27, Y muchos leprosos había en Isra-
el en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno
de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

19
2 Reyes 5:15, Y volvió al varón de Dios, él y
toda su compañía, y se puso delante de él, y
dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios
en toda la tierra, sino en Israel.
Naamán dio toda la gloria a Dios, y no al
agua del Jordán.
La responsabilidad de Naamán fue reque-
rida:
Le fueron dadas instrucciones. El las recha-
zó; después las cumplió, y así logró el fin de-
seado, la limpieza de su lepra.

20
La fe obediente de Naamán fue el vehículo
por el cual Dios aplicó su gracia.
v.14, El entonces descendió, y se zambulló
siete veces en el Jordán, conforme a la pala-
bra del varón de Dios; y su carne se volvió co-
mo la carne de un niño, y quedó limpio.
Instrucciones – obediencia – sanidad
La salvación se halló al otro lado del agua.

21
EL HOMBRE QUE NACIÓ CIEGO
Jn. 9:1-7, Al pasar Jesús, vio a un hombre
ciego de nacimiento. 2 Y le preguntaron sus
discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste
o sus padres, para que haya nacido ciego? 3
Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus
padres, sino para que las obras de Dios se
manifiesten en él. 4 Me es necesario hacer
las obras del que me envió, entre tanto que el
día dura; la noche viene, cuando nadie puede
trabajar. 5 Entre tanto que estoy en el ……..

22
mundo, luz soy del mundo. 6 Dicho esto, es-
cupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y un-
tó con el lodo los ojos del ciego, 7 y le dijo:
Vé a lavarte en el estanque de Siloé (que tra-
ducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó,
y regresó viendo.
La gracia de Dios (las obras de Dios) le dio
la vista.
Jesús le sanó (hizo las obras de Dios). v.14,
Jesús había hecho el lodo, y le había abierto
los ojos.

23
La responsabilidad personal del hombre fue
requerida.
1. Fue enviado al estanque de Siloé a lavar-
se.
2. Fue, se lavó, y fue sanado.
La fe obediente del ciego fue el vehículo por
el cual Dios aplicó su gracia.
v. 25, una cosa sé, que habiendo yo sido
ciego, ahora veo.
Instrucciones específicas fueron dadas y
obedecidas.
La vista (la salvación de la ceguera) se halló
al otro lado del agua.

24
EL PECADOR Y LA SALVACION
Rom. 3:23-26, por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios, 24
siendo justificados gratuitamente por su gra-
cia, mediante la redención que es en Cristo
Jesús, 25 a quien Dios puso como propicia-
ción por medio de la fe en su sangre, para ma-
nifestar su justicia, a causa de haber pasado
por alto, en su paciencia, los pecados pasa-
dos, 26 con la mira de manifestar en este
tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo,
y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

25
La gracia de Dios salva al hombre del pecado.
Efes. 2:5-10, (el don de Dios es la salvación)
aun estando nosotros muertos en pecados,
nos dió vida juntamente con Cristo (por
gracia sois salvos), 6 y juntamente con él
nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en
los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7 pa-
ra mostrar en los siglos venideros las abun-
dantes riquezas de su gracia en su bondad
para con nosotros en Cristo Jesús. 8 Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; …..

26
y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10
Porque somos hechura suya, creados en Cris-
to Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos
en ellas.
Se requiere nuestra responsabilidad perso-
nal:
1. Aquí la palabra “fe” en sentido amplio; es
decir, va por todo lo que el hombre hace en
obediencia a las condiciones del evangelio.
Heb. 5:8,9, Y aunque era Hijo, por lo que ….

27
padeció aprendió la obediencia; 9 y habien-
do sido perfeccionado, vino a ser autor de
eterna salvación para todos los que le obede-
cen.
Mat. 7:21, No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el
que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos.
Nuestra obediencia es el vehículo por el
cual Dios aplica su gracia hoy en día.
Mar. 16:16, El que creyere y fuere bautizado,
será salvo; mas el que no creyere, será con-
denado.
28
Hech. 2:38, Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo
para perdón de los pecados…
Hech. 22:16, Ahora, pues, ¿por qué te
detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre.
1 Ped. 3:21, El bautismo que corresponde a
esto ahora nos salva…
La salvación se halla al otro lado del agua
del bautismo.

29
CONCLUSION:
1. No hay conflicto entre la salvación por gra-
cia y la responsabilidad personal de la fe obe-
diente ante los mandamientos de Dios.
a. ¿Estamos enseñando “salvación por
agua” como si no hubiera nada más en el
cuadro de la salvación que el agua?
b. ¡Claro que no! Pero los evangélicos sí
enseñan salvación por la fe sola (aunque di-
cen que la persona también tiene que arre-
pentirse y confesar su fe). ¿Es pues por la fe
sola?

30
(1) A veces, viendo la inconsecuencia de
su posición, salen con que la salvación no es
por la fe sola, sino al punto de creer (porque
tienen el arrepentimiento antes que la fe). Pe-
ro ¿dónde tienen la confesión de su fe?
Jn. 12:42, Con todo eso, aun de los gober-
nantes, muchos creyeron en él; pero a causa
de los fariseos no lo confesaban, para no ser
expulsados de la sinagoga.
La confesión de fe sigue a la fe, como
también el arrepentimiento.

31
c. La cuestión es ésta: ¿No ha usado Dios el
agua en casos de salvación del hombre al sal-
varle por su gracia?
2. Recuérdese que la gracia de Dios salva
cuando nosotros cumplimos con nuestra res-
ponsabilidad personal, al obedecer la palabra
de Cristo.
3. Creer que Jesús es el Cristo -- arrepentirse
de los pecados pasados – confesar la fe en
Cristo – ser bautizado para perdón de los pe-
cados – ser fiel hasta la muerte

32
33

También podría gustarte