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LA PROPIEDAD INTELECTUAL

La propiedad intelectual, desde el punto de vista de la tradición continental europea y de buena


parte de los países latinoamericanos, supone el reconocimiento de un derecho particular en favor
de un autor u otros titulares de derechos, sobre las obras del intelecto humano.

El titular de la propiedad intelectual tiene la facultad de prohibir que cualquier persona tenga
acceso o haga uso de su propiedad sin su consentimiento.

La propiedad intelectual tiene que ver con las creaciones de la mente: las invenciones, las obras
literarias y artísticas, los símbolos, los nombres, las imágenes y los dibujos y modelos utilizados en
el comercio.
Concepto:
La Propiedad Intelectual es un conjunto de
derechos que la ley confiere al autor o creador
de una obra intelectual relativos a su
explotación comercial o industrial o a su
publicación por cualquiera de los modos de
manifestación del pensamiento.
La propiedad intelectual se divide en dos categorías:

1.- La propiedad industrial, que incluye las patentes de invención,


modelos de utilidad, diseños industriales, marcas y otros signos
distintivos, obtenciones vegetales, competencia desleal, secretos industriales o
empresariales, etc.

2.- El derecho de autor, que abarca las obras literarias y artísticas, tales
como las novelas, los poemas y las obras de teatro, las películas, las obras
musicales, las obras de arte, tales como los dibujos, pinturas, fotografías y
esculturas, y los diseños arquitectónicos. Los derechos conexos con el
derecho de autor son los derechos de los artistas intérpretes y ejecutantes
sobre sus interpretaciones y ejecuciones, los derechos de los productores de
fonogramas sobre sus grabaciones y los derechos de los organismos de
radiodifusión sobre sus programas de radio y de televisión.
Los derechos de propiedad intelectual se asemejan a cualquier otro derecho de
propiedad – permiten al creador o al titular de una patente, marca o derecho de
autor, beneficiarse de su obra o invención. 

Arto. 27 de Declaración Universal de Derechos Humanos:


“Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y
Materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas,
literarias o artísticas de que sea autora.”

Artículo 125 Cn. Se garantiza la libertad de cátedra. El Estado promueve y protege la


libre creación, investigación y difusión de las ciencias, la tecnología, las artes y las
letras, y garantiza y protege la propiedad intelectual.

Arto. 127 Cn.: “La creación artística y cultural es libre e irrestricta. Los trabajadores
de la cultura tienen plena libertad de elegir formas y medios de expresión. El Estado
procurará facilitarles los medios necesarios para crear y difundir sus obras y proteger
sus derechos de autor.”
Importancia de la Propiedad Intelectual

La importancia de la propiedad intelectual se reconoció por primera vez en el Convenio de París


para la Protección de la Propiedad Industrial, de 1883, y en el Convenio de Berna para la
Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de 1886. La Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI) administra ambos tratados.

La propiedad intelectual debe promoverse y protegerse, en primer lugar, porque el progreso y el


bienestar de la humanidad dependen de su capacidad de lograr nuevas creaciones en las esferas
de la tecnología y la cultura.  En segundo lugar, porque la protección jurídica de las nuevas
creaciones alienta la inversión de recursos adicionales que, a su vez, inducen a seguir innovando. 
En tercer lugar, la promoción y la protección de la propiedad intelectual estimulan el
crecimiento económico, generan nuevos empleos e industrias y enriquecen y mejoran la calidad
de vida.

Un sistema de propiedad intelectual eficaz y equitativo puede contribuir a que todos los países
desarrollen el potencial de la propiedad intelectual como un instrumento poderoso de desarrollo
económico y de bienestar social y cultural. El sistema de propiedad intelectual ayuda a establecer
un equilibrio entre los intereses del innovador y el interés público, proporcionando un entorno
en el que la creatividad y la invención puedan florecer en beneficio de todos.
CONVENIOS, TRATADOS Y ACUERDOS INTERNACIONALES
EN MATERIA DE PROPIEDAD INTELECTUAL

PROPIEDAD INDUSTRIAL:
1.- CONVENIO DE PARÍS PARA LA PROTECCIÓN DE LA PROPIEDAD INDUSTRIAL (1883)
2.- ARREGLO DE MADRID RELATIVO AL REGISTRO INTERNACIONAL DE MARCAS (1891) Y DEL
PROTOCOLO CONCERNIENTE A ESE ARREGLO (1989)
3.- ARREGLO DE MADRID RELATIVO A LA REPRESIÓN DE LAS INDICACIONES DE PROCEDENCIA
FALSAS O ENGAÑOSAS EN LOS PRODUCTOS (1891)
4.- ARREGLO DE LA HAYA RELATIVO AL REGISTRO INTERNACIONAL DE DIBUJOS Y MODELOS
INDUSTRIALES (1925)
5.- ARREGLO DE NIZA RELATIVO A LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE PRODUCTOS Y SERVICIOS
PARA EL REGISTRO DE LAS MARCAS (1957)
6.- ARREGLO DE LISBOA RELATIVO A LA PROTECCIÓN DE LAS DENOMINACIONES DE ORIGEN Y SU
REGISTRO INTERNACIONAL (1958)
7.- ARREGLO DE LOCARNO QUE ESTABLECE UNA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL PARA LOS
DIBUJOS Y MODELOS INDUSTRIALES (1968)
8.- TRATADO DE COOPERACIÓN EN MATERIA DE PATENTES (PCT) (1970)
9.- ARREGLO DE ESTRASBURGO RELATIVO A LA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE PATENTES (1971)
10.- ACUERDO DE VIENA POR EL QUE SE ESTABLECE UNA CLASIFICACIÓN INTERNACIONAL DE LOS
ELEMENTOS FIGURATIVOS DE LAS MARCAS (1973)
11.- TRATADO DE BUDAPEST SOBRE EL RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL DEL DEPÓSITO DE
MICROORGANISMOS A LOS FINES DEL PROCEDIMIENTO EN MATERIA DE PATENTES (1977)
12.- TRATADO DE NAIROBI SOBRE LA PROTECCIÓN DEL SÍMBOLO OLÍMPICO (1981)
13.- TRATADO SOBRE EL DERECHO DE MARCAS (TLT) (1994)
14.- TRATADO SOBRE EL DERECHO DE PATENTES (PLT) (2000)
15.- TRATADO DE SINGAPUR SOBRE EL DERECHO DE MARCAS (2006)
DERECHO DE AUTOR Y DERECHOS CONEXOS:

1.- CONVENIO DE BERNA PARA LA PROTECCIÓN DE LAS OBRAS LITERARIAS


Y ARTÍSTICAS (1886)

2.- CONVENCIÓN DE ROMA SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS ARTISTAS


INTÉRPRETES O EJECUTANTES, LOS PRODUCTORES DE FONOGRAMAS Y LOS
ORGANISMOS DE RADIODIFUSIÓN (1961)

3.- CONVENIO DE GINEBRA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS PRODUCTORES DE


FONOGRAMAS CONTRA LA REPRODUCCIÓN NO AUTORIZADA DE
SUS FONOGRAMAS (1971)

4.- CONVENIO DE BRUSELAS SOBRE LA DISTRIBUCIÓN DE SEÑALES


PORTADORAS DE PROGRAMAS TRANSMITIDOS POR SATÉLITE (1974)

5.- TRATADO DE LA OMPI SOBRE DERECHO DE AUTOR (WCT) (1996)

6.- TRATADO DE LA OMPI SOBRE INTERPRETACIÓN O EJECUCIÓN Y


FONOGRAMAS (WPPT) (1996)
¿Qué es la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)?

Esta organización fue creada en 1970. La OMPI tiene como objetivo velar por la protección de los
derechos de los creadores y los titulares de propiedad intelectual a nivel mundial y, por
consiguiente, contribuir a que se reconozca y se recompense el ingenio de los inventores, autores y
artistas.

Esta protección internacional estimula la creatividad humana, ensancha las fronteras de la


ciencia y la tecnología, y enriquece el mundo de la literatura y de las artes.

La OMPI es una organización autofinanciada, gracias a sus actividades propias de registro


internacional de propiedad intelectual, ampliamente utilizada por empresas e instituciones de
todo tipo.  También vende publicaciones y actividades de arbitraje y mediación.
LA PROPIEDAD INDUSTRIAL

Definición.
Se entiende por Propiedad Industrial, a cierto tipo de derechos
que recaen sobre el uso de los signos distintivos (marca de
fábrica o de comercio, nombres comerciales, etc.) y de las
patentes concedidas por el Estado sobre las invenciones,
dibujos, modelos industriales y secretos empresariales.

La propiedad industrial, por lo tanto, hace referencia a los


derechos sobre bienes inmateriales que están vinculados a la
industria y el comercio. Constituye una protección a los
productos del ingenio humano, pero no a los bienes en sí
mismos, sino al derecho que tiene el inventor sobre dichos
bienes.
Estos derechos son de carácter
absoluto y exclusivo y para su
validez requieren la inscripción en
el registro u oficina competente,
momento a partir del cual el
Estado otorga una protección
durante un tiempo determinado.
Bienes que integran la Propiedad Industrial.
 
Son bienes que integran la Propiedad Industrial,
entre otros:

1)Signos Distintivos: Marcas de fábrica o de comercio;


indicaciones geográficas y denominaciones de
origen; expresiones o señales de publicidad
comercial; nombres comerciales; rótulos y
emblemas.

2)Patentes de Invención, de Modelos de Utilidad y


Diseños o Dibujos Industriales.

3)El Know – How, los secretos industriales, etc.


 
El Derecho de Propiedad Industrial y su
naturaleza jurídica.
 
Derecho de Propiedad Industrial.
 
Podemos decir que el Derecho de Propiedad
Industrial es el conjunto de instituciones y normas
jurídicas que regulan y otorgan protección a los
derechos derivados de la actuación industrial y
comercial de un empresario, estableciendo además,
las reglas tendientes a garantizar una competencia
sana y leal entre los individuos dedicados a este
campo.
 
El derecho de Propiedad Industrial, a pesar
que se encuentra regulado de forma directa
por el Estado, regula relaciones que se
establecen entre particulares, siendo parte del
derecho civil y cayendo por lo tanto, dentro
del ámbito del derecho privado. Hay que
recordar que numerosos tratadistas asimilan a
la propiedad intelectual formando parte de los
derechos reales de dominio por lo que no
podría encasillarse a aquella de otra manera.
Facultades otorgadas por el Derecho de
Propiedad Industrial a sus titulares.
 
Al ser la propiedad industrial un derecho real
de dominio que se reconoce al creador de
una invención o un signo distintivo, la ley
atribuye a su titular una serie de facultades,
siendo la principal aquella que le permite
autorizar o prohibir el uso o provecho
económico de su creación por terceras
personas.
Funciones del Derecho de Propiedad Industrial.
 Orden interno de la sociedad.
 
Se ordena la actividad comercial a fin de que los signos de un establecimiento
comercial no sean susceptibles de confundirse con los de sus competidores. Esto
beneficia al empresario, ya que le permite distinguir su actividad de la de los
demás, así como también a los consumidores, porque se les brinda la posibilidad
de poder diferenciar entre unos y otros.

Idea de Justicia.
 
El Derecho de Propiedad Industrial contribuye a crear condiciones justas de
protección para los creadores de los bienes que la integran.

En el caso de las marcas se da cuando las leyes prohíben que terceros puedan
utilizar los signos pertenecientes a otros, dado que los productos del primero no
han sido producidos con los mismos métodos y por lo tanto no sería justo que
tengan el mismo valor. Para el caso de las invenciones, es justo que el creador de
un nuevo objeto de la industria, que posibilita la solución a un problema técnico,
obtenga durante cierto tiempo un derecho exclusivo de explotación.
Idea de Progreso.
 
Al brindarse una efectiva protección por parte del
Estado al Derecho de Propiedad Intelectual, se
contribuye al progreso en general de la sociedad en su
conjunto. El progreso y el bienestar de la humanidad
dependen de su capacidad de lograr nuevas creaciones
tecnológicas y cuando se protegen jurídicamente estas
nuevas creaciones se estimula la inversión de recursos
adicionales que a su vez inducen a seguir innovando,
con lo cual se incentiva el crecimiento económico, se
generan nuevos puestos de trabajo e industrias y se
enriquece y mejora la calidad de vida de los ciudadanos.
Antecedentes históricos de la Propiedad Industrial.
 
Marcas.
Antigüedad: Grecia, Roma, China: los artesanos se interesaron por
distinguir su trabajo del de los demás. Solían escribir su nombre en las
estatuas, vasos, jarrones y platos que elaboraban. En Roma también
existía esta práctica, la cual no se limitaba a las obras artísticas ya que se
aplicaba también en todo tipo de mercancías hecha por la mano del
hombre.

En la Edad Media : el uso de signos para distinguir productos se


masificó aún más, sin embargo, no se limitaba a la función distintiva. El
mayor auge en la utilización de las marca se da con la corporaciones, que
establecen la obligatoriedad de su aplicación a los productos
confeccionados por los artesanos. Esto tenía varios fines: a) verificar si el
artesano cumplía con las normas de su oficio o arte; b) proteger al
comprador; c) ejercer un mejor control sobre las mercancías por los
oficiales corporativos; d) evitar la importación de productos foráneos y
e) garantizar la recaudación de impuestos.
En el año 1512 en la ciudad de Nuremberg, se emite un
decreto por medio del cual se brinda protección al signo
“AD”, que era usado por el artista Alberto Durero para
identificar sus obras.
 
Pero es con la revolución industrial que se produce un
impulso a la utilización de las marcas.
 
En Italia se dicta la primera ley de marcas en 1868.
 
Se considera que la primera ley moderna se dicta en
Alemania, en 1874, la cual establecía la obligatoriedad del
registro de una marca para tener derecho de propiedad
sobre la misma.
 
En 1850, en España se emite el Real Decreto que establece las
primeras regulaciones sobre marcas.
 
En Estados Unidos de América, la primera ley de corte
moderno en materia de marcas se emite en 1905.
 
Y en nuestro país, el 21 de noviembre de 1907 se promulga la
Ley de Marcas de Fábrica y Comercio, la cual estuvo vigente
hasta 1975, cuando entra en vigencia el Convenio
Centroamericano para la Protección de la Propiedad
Industrial.

Desde junio de 2001 rige en Nicaragua la Ley Nº 380, Ley de


Marcas y otros signos distintivos, su reglamento (Decreto
83-2001) .
Patentes.
 
Desde que el homo sapiens aparece sobre la faz de la tierra en los albores
de la humanidad, nuestros antepasados se vieron obligados, por la
necesidad de subsistir, a crear invenciones que les facilitara las labores
que estos realizaban, principalmente la caza y pesca para alimentarse y
la defensa contra las bestias salvajes que constantemente les acechaban.
Es así que de hace miles de años datan invenciones como la lanza, el
arco o la flecha.
 
Sin embargo, en los primeros siglos de la humanidad el progreso técnico
tenía lugar de forma lenta y por lo general las invenciones pasaban
desapercibidas. No existía conciencia de que cada una de esas primeras
invenciones era fruto del esfuerzo intelectual de sus creadores. El
hombre prehistórico no tenía tiempo para detenerse a razonar si lo que
había inventado merecía algún tipo de reconocimiento.
Es en la Edad Media que podemos encontrar las
primeras manifestaciones de una protección por parte
de los soberanos. Era usual que los reyes otorgaran
privilegios como recompensa a sus súbditos y vasallos,
sin embargo no siempre se trataba de invenciones
propiamente dichas. Muchas veces se concedían
privilegios a fin de fomentar la manufactura de
determinados productos, como las telas.
 
En el año 1236, en Burdeos, Francia, el alcalde le
concede a un habitante de la localidad por un plazo de
quince años un privilegio exclusivo para fabricar telas
siguiendo métodos flamencos.
En 1330, el rey Felipe IV de Francia concede un privilegio a Phillippe de
Caqueray para la manufactura de vidrio y le establece el pago anual de
tres libras o veinte fanegas de avena para gozar de dicho privilegio.
Algunos autores sugieren que este privilegio haya sido el que inspiró
para que las leyes modernas de patentes establezcan el pago de aranceles
anuales.
 
El primer privilegio exclusivo otorgado a una invención tuvo lugar en
1427, en Florencia. Este se concedió a un arquitecto de nombre Filippo
Brunelleschi, quien inventó un nuevo tipo de barco dotado de grúas para
cargar y descargar en los puertos materiales de construcción,
especialmente mármol.

En 1443 en Venecia se concede a Antonio Marín el derecho exclusivo de


explotar durante veinte años su invención consistente en un molino que
no necesitaba de fuerza hidráulica.
Algunos autores consideran que la primera ley de patentes que dictada por el
senado veneciano el 18 de de marzo de 1474. En su contenido se establecía que
todos las invenciones debían registrase obligatoriamente en la oficina de los
“Proveditori” y se otorgaba un plazo de diez años para proteger la invención.
 
En 1624, en Inglaterra, el rey Jaime I dictó el Estatuto de Monopolios que fijó en
catorce años el plazo de concesión de las patentes e impuso como requisitos para
concederlas que las invenciones fuesen novedosas y con aplicación industrial.

Por su parte, en Francia se otorgó el primer privilegio para una invención en 1543
en Amiens, referente a una calandra satinadora y a favor de Pierre Gestin y
Robert de la Roche.
 
En 1669 Luis XIV dicta un reglamento que establece como requisito para
conceder patentes que las invenciones debían examinarse por la academia de
ciencias, lo que constituye un remoto antecedente del actual “examen de fondo”
que establecen las legislaciones modernas para conceder una patente.
En los EE.UU., el 10 de abril de 1790, George
Washington primer presidente de esa nación
promulga la primera ley sobre patentes, la que
establece, entre otras cosas, una comisión destinada
a otorgar las patentes, señalando como requisito la
novedad de las invenciones.
 
Sin duda alguna, la Revolución Industrial de finales
del siglo XVIII y principios del XIX contribuyó de
forma significativa a la proliferación de nuevas y
modernas leyes tendientes a proteger la propiedad
intelectual.
A finales del siglo XIX, las nuevas formas innovadoras de
fabricación contribuyeron a promover un movimiento de
industrialización a gran escala, al que se sumaron
fenómenos como el rápido crecimiento de las ciudades, la
expansión de las redes ferroviarias, la inversión de capital y
un aumento del comercio transoceánico. Los nuevos ideales
del industrialismo, el surgimiento de gobiernos más
centralizados y un nacionalismo más vigoroso llevó a
muchos países a establecer sus primeras leyes modernas de
propiedad intelectual. Empezó también a arraigarse el
sistema internacional de propiedad intelectual con dos
tratados fundamentales sobre propiedad intelectual, el
Convenio de París para la Protección de la Propiedad
Industrial, de 1883, y el Convenio de Berna para la
Protección de las Obras Literarias y Artísticas, de 1886.
En Nicaragua, la primera ley de Patentes se
dictó el 14 de octubre de 1899, la cual
estuvo vigente hasta 1975, cuando entra en
vigencia el Convenio Centroamericano para
la Protección de la Propiedad Industrial.

En el año 2000, se aprueba la Ley Nº 354,


Ley de Patentes de Invención, Modelos de
Utilidad y Diseños Industriales, la cual fue
reglamentada mediante el Decreto 88-2001
y reformada por la Ley Nº 634 de 2007.

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